HISTORIA DEL ISLAM EN CATALUNYA

HISTORIA DEL ISLAM EN CATALUNYA

El Islam apareció en Arabia el siglo VII de la era cristiana: se trataba de una nueva religión monoteísta creada por el profeta Muhammad y recogida en el Corán, el libro sagrado, que se basa en el sometimiento del individuo a la voluntad de Dios y en su integración en una comunidad de creyentes. Se ponían los fundamentos de una civilización destinada a extender el mensaje de los musulmanes en todo el mundo.
La expansión del Islam por la Mediterránea, a partir del siglo VII, transformó profundamente este espacio geográfico y cultural. A comienzos del siglo VIII los dominios musulmanes se extendían desde el norte de la India hasta el estrecho de Gibraltar.

En 711 los bereberes del norte de África entran en la península, llamados para una conspiración política, pero no la victoria no les detiene y se lanzan a la conquista de toda la Península; las primeras incursiones de los musulmanes en Cataluña empezaron al final del año 712 o principios del 713. Una partida de Tariq, procedente de Valencia, ocupó el actual Baix Ebre y el Montsià. Desde Zaragoza, Musa ocupó Lleida, Balaguer y el valle del Segre. El mismo año asediaron Tarragona, que resistió hasta el 716, momento en que buena parte de la ciudad huyó a refugiarse en los Pirineos. El 718 les tocó a Barcelona, Girona y al Empordà, sin que encontraran resistencia. Los musulmanes atravesaron los Pirineos y llegaron a Narbona en 725. Un año más tarde, todo el territorio catalán estaba ocupado.

La población se fue convirtiendo al Islam, conviviendo en Catalunya: la minoría del dirigentes árabes y bereberes, que tenían el poder y la mayor parte de las tierras; los mozárabes, cristianos autóctonos; los muladís, cristianos convertidos al Islam; y los hebreos.

El año 755, debido a luchas por el poder en Arabia entre diferentes familias, se inició el emirato independiente de Córdoba, lo que hace que empiecen una serie de enfrentamientos entre los mismos árabes, partiendo el reino árabe en pequeños reinos independientes llamados “taifas”.

La carencia de unión y las luchas internas hicieron que las taifas fueran perdiendo poder. Esto fue aprovechado por los condes cristianos para avanzar. Los ejércitos musulmanes no pudieron resistir el impulso de los ejércitos cristianos y el conde Ramon Berenguer IV comenzó una serie de cruzadas para que los catalanes cristianos llegaran a hacerse con las tierras que estaban bajo dominio de los catalanes musulmanes. El 1153 el dominio del Islam en el Principado se había acabado y en 1492 caía el último reino musulmán: Granada.

La progresiva imposición de un modelo de sociedad basado en la uniformidad cultural y religiosa condujo las comunidades hebrea y musulmana a la conversión obligatoria al cristianismo o a la expulsión.

Finalmente, el 1610 los moriscos fueron expulsados de los reinos hispánicos y no sería hasta pasada la época medieval que el colectivo musulmán volvería a aparecer, de la mano de la immigración desde las colonias españolas, como lo fue Marruecos.

La huella del Islam puede rastrearse en expresiones como “fer dissabte”, acuñada por los conversos para remarcar sus diferencias con judíos y musulmanes. En castellano también existe la expresión “hacer sábado”, recogida en el diccionario de la RAE, pero está en desuso, salvo en lugares como La Mancha. “Fer dissabte’ equivale a decir que una familia limpia y ordena su casa la víspera del día festivo del cristianismo. Y dice claramente que no es judía puesto que en sabbat tiene prohibido trabajar, y dice que no es musulmana porque un musulmán tiene como celebración semanal el viernes y no se le ocurrirá adecentar su casa y mudarse de ropa al día siguiente.”