El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al cargo que ocupa actualmente gracias a más de 30 millones de votos de mexicanos que no solo avalaron lo dicho por el tabasqueño en campaña, sino que creyeron en él. Hoy, muchos de esos ciudadanos se sienten defraudados y traicionados.
Bien expuso Verónica Delgadillo García, senadora de la República para Político.mx: el enojo de millones de personas con la clase política (y sus malas decisiones), y sus propuestas de campaña, como darle reversa al gasolinazo, cambiar la política en materia de seguridad, mejorar el sector salud, el impulso a la educación y otras más tienen al oriundo de Macuspana en la silla presidencial.
Lo dicho, AMLO traicionó ya a los mexicanos. Probablemente sea la primera de muchas que tendrá en su etapa como presidente, la cual lleva apenas 21 días.
Tuvo la oportunidad de demostrar que representa el cambio y la Cuarta Transformación que autodenomina como si de un «salvador» se tratara. La presentación del Paquete Económico 2019 pudo haber representado la calma y tranquilidad ante un gobierno nuevo, pero decidió traicionar al pueblo de México y jugar a Donald Trump y llevar a cabo el método del «bullying» para ver la reacción de millones de mexicanos ante las pifias del recurso destinado al próximo año.
Fue una traición porque con la Ley de Ingresos, que ya fue aprobada por la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados, se condena a los mexicanos a seguir pagando los altos precios de las gasolinas durante todo el año 2019, a pesar de contar con la mayoría legislativa para evitarlo.  
La traición de este gobierno no quedó solo en no darle reversa al gasolinazo, también pasó por los grandes recortes presupuestales a los sectores que, al menos en campaña, mencionaron que serían una prioridad.
Puso a prueba la reacción de varios sectores. Prueba y error, su máxima. Por ejemplo, en el sector salud hubo un recorte de 420 millones de pesos para atender y combatir enfermedades como la obesidad y la diabetes. Otros ejemplos son los tijeretazos de 500 millones de pesos a la Cultura, 2 mil 500 millones de pesos menos para el Conacyt y un recorte del 30 por ciento al programa de la inclusión educativa, los apoyos que recibían las personas más necesitadas para seguir estudiando.
Además, en plena contradicción con la austeridad, el gobierno actual pidió, solo de inicio, más de 4 mil millones de pesos para gastar en publicidad oficial, un aumento de 39 por ciento más en comparación al último año del gobierno de Enrique Peña Nieto5 mil millones de pesos para construir el Tren Maya y 12 mil millones de pesos extras a la Secretaría de la Defensa Nacional para crear la Guardia Nacional (24 veces el recorte a la Cultura).
El presidente y su mayoría en el Congreso aún pueden rectificar y hacer valer su palabra. Pero, mientras no haya un grupo como el de las universidades que alzaron la voz por un supuesto «error mecanográfico», el resto de los rubros permanecerá igual y condenará al 2019 –por lo pronto– a padecer las pifias del Gobierno de México.