Mantén tus intenciones ocultas
Es natural para una persona que cuando escucha las virtudes de una buena acción y sus beneficios o la maldad de una mala acción en un momento en que esa persona puede haber cometido esa mala acción o puede haber fallado en hacer la buena acción, ese La persona expresa inmediatamente su deseo de realizar buenas acciones y el deseo surge en el corazón de uno o la determinación de no hacer las malas o las malas acciones se desarrolla en la mente de esa persona.
En una situación como la descrita anteriormente, es importante y beneficioso que una persona recuerde un punto importante.
Cuando se enfrentan a tal escenario y situación, las personas deciden si actuar o no y muchas personas al mismo tiempo muestran su voluntad con tanta fuerza que exclaman abiertamente que definitivamente harán las buenas obras o que se abstendrán de las malas. en todo momento.
Creo que esto no sucederá. La razón es porque el hombre es débil y muchas veces se ve abrumado por los deseos del yo interior y como dije en el artículo anterior que escribí, las manos de la sinceridad de una persona a veces están atadas por las cadenas de su pereza.
Es natural que muy pocas personas tengan la capacidad y la determinación de hacer lo que dicen, de poner en práctica sus intenciones. Muy a menudo las personas se expresan y dicen lo que quieren hacer, pero muchas veces no pueden hacer lo que desean o piensan.
La pereza refrena los pies de las intenciones y sus fantasmas envuelven a esa persona.
Creo que este no debería ser el caso de que la gente muestre sus intenciones abiertamente a todo el mundo. Un hombre debe estar decidido en su corazón a hacer lo que quiere, pero no debe informar a los demás porque si no cumple su palabra en el futuro, que no ha revelado a otras personas, no perderá el respeto a los ojos. de otras personas, y no habrá arrepentimientos ni vergüenza para él.
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