En lugar de tener una visión limitada al estrecho territorio de Kandahar, los nuevos líderes jóvenes talibanes quieren jugar el "Gran Juego" estratégico.
Sopla una brisa sutil; es demasiado pronto para llamarlo "viento". Pero se ha producido, y se está produciendo, un cambio sorprendente. ¿Es suficiente? Debemos ser cautelosos; sin embargo, los talibanes que conocí, tal como se fusionaron por primera vez- una creación del general Hamid Gul del servicio de inteligencia de Pakistán, no son los talibanes de hoy. Quizás también necesitemos evitar quedarnos encerrados en narrativas rancias. Suhail Shaheen, su portavoz, señaló este punto cuando lamentó la "propaganda lanzada contra nosotros", y con la que dio a entender que el mundo debería admitir que los talibanes han cambiado.
Varios de estos cambios son impresionantes. Los talibanes eran un limitado movimiento revanchista pastún, totalmente envueltos en la rígida ley tribal e influenciado por el intolerante salafismo saudí y el islamismo paquistaní.
¿Qué observamos hoy? Los talibanes están participando en una extensa diplomacia con Irán. Teherán, al parecer, ya no es apóstata o un enemigo ideológico y teológico. Los talibanes ahora buscan integrar a Irán en sus intereses estratégicos más amplios. Y lo que es más extraordinario, los chiítas hazaras afganos, originalmente masacrados y reprimidos terriblemente por los talibanes, ahora son un componente de los talibanes. Además, ahora también hay un "talibán tayiko", mientras que antes, los talibanes eran enemigos jurados de las fuerzas del norte (en su mayoría tayikas) de Ahmad Shah Massoud. Los talibanes de hoy ya no son un simple instrumento de hegemonía pashtún; tal vez hasta un 30% son tayikos, uzbecos o hazara. En otras palabras, el núcleo de inclusión ya no es el mismo.
Lo más significativo es que, en lugar de tener una visión de túnel limitada al estrecho territorio de Kandahar, los nuevos líderes jóvenes talibanes quieren jugar el "Gran Juego" estratégico. Su visión se ha ampliado. Están diciendo como tales, muy enérgicamente a Moscú y Teherán que serán inclusivos e intentarán evitar un gran derramamiento de sangre. De igual modo, miran a Moscú y Teherán como mediadores para una nueva dispensación afgana. Pero hay algo más, Arabia Saudita y Pakistán anteriormente controlaban el grifo del dinero. Ahora es China. Desde hace varios años los Talibanes y China han mantenido relaciones bilaterales.
Sin embargo, debemos mantener los pies en la tierra. Los talibanes no son autónomos. Tanto India como Pakistán ejercen peso en él, y las narco-bandas (el legado de los intentos anteriores mal meditados de la CIA de comprar prominentes caudillos afganos) pueden actuar como saboteadores.
El punto aquí, aparte de las advertencias anteriores es si este cambio es suficiente. ¿Suficiente para qué? - para ver a Estados Unidos fuera de la región. Aquí hay una constelación de intereses marcada e inusual pues todos los actores principales quieren que Estados Unidos se vaya de la región.
No es una ciencia geoestratégica compleja comprender que la retirada de Estados Unidos de Irak y Siria dependerá de lo que suceda ahora en Afganistán. Si luego del 31 de agosto se producen conflictos, la retirada de los estadounidenses de la región se volverá enormemente más problemática en términos de oposición interna de Estados Unidos. Es de interés para los talibanes, tanto como para Rusia, Irán y China, que Afganistán no humille ahora a Biden descendiendo a una (muy posible) guerra civil sangrienta.
Una 'pregunta' difícil, pero como señala Pepe Escobar, personalidades de la OCS, China y Rusia, se unirán el 14 de julio en Dushanbe, por cuatro países de Asia Central, más India y Pakistán, con Afganistán e Irán como observadores.
Wang Yi y Lavrov probablemente le dirán al FM de Ghani, "en términos inequívocos, que debe haber un acuerdo de reconciliación nacional, sin interferencia estadounidense, y que el acuerdo debe incluir el fin de la línea de tráfico de opio-heroína". Los talibanes ya han prometido a Rusia que no permitirán que el yihadismo se contamine. El final del juego apunta a montones de inversiones productivas donde Afganistán se incorpora a la Franja y la Ruta y, más tarde, a la Unión Económica de Eurasia (EAEU).
¿Por qué deberían estar de acuerdo los talibanes? Bueno, pueden ser los facilitadores de una retirada estadounidense más amplia o lo contrario. Pero, si son pacientes, y aceptan esperar hasta que la atención de Estados Unidos haya pasado, podrán permitir que Ghani caiga algunos meses después, a su debido tiempo. Los talibanes podrían afirmar entonces ser la vanguardia de un nuevo islamismo sunita más sofisticado e inclusivo alineado con un importante proyecto de infraestructura de la Franja y la Ruta.
¿Cómo ha sucedido esto? El profesor Rabbani podría estar sonriendo desde su tumba. Parece que los "nuevos" talibanes han tomado la vestimenta política del líder tayiko.
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