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viernes, 1 de abril de 2011

medicina maya

Dice el Manuscrito de Nah que:

"... se agarre la resina del pom y un ala de guacamaya; que se soasen sus plumas, y las plumas del cardenal o las plumas de... pixix o cualquier otra pluma... Rápido que se zahume, rápido, dentro del caldo del pom... que entonces se tome."


Los mayas alcanzaron profundos conocimientos médicos. Lograron determinar las causas de las enfermedades (etiología); supieron describirlas, clasificarlas según sus síntomas, curarlas e incluso prevenirlas.

La medicina maya prehispánica debe estudiarse en el contexto mágico-religioso en el que su cosmovisión, y el carácter ético con el que debían conducirse, estaban ligados a la búsqueda del equilibrio personal y social, ya que se consideraba que el desequilibrio corporal ocasionado por la enfermedad era consecuencia de un mal comportamiento que conjuraba la fatalidad, o bien de augurios nefastos y catástrofes, con lo que se llegaba a un desorden cósmico. Por lo tanto, la búsqueda de la salud -el equilibrio- no sólo aseguraba la sobrevivencia propia, sino la del entorno.

Los mayas vivían de manera armónica con su medio ambiente, lo que les permitió conocer las propiedades curativas de plantas y animales, elaborar numerosos medicamentos y aplicar tratamientos a diversos males. El proceso de curación era todo un ritual que podía incluir infusiones, cataplasmas, sangrías, oraciones, confesiones públicas, ofrendas, baños purificatorios (como el temazcal, o baño de vapor a base de hierbas), sacrificios y consumo de psicotrópicos. En ocasiones, el paciente y el chamán entraban en trance extático; no se debe perder de vista que hoy en día los curanderos mayas siguen manteniendo vivas diversas prácticas ancestrales, como ésta.

Al igual que la escritura y lectura de códices, también los conocimientos médicos más profundos estaban en manos de los sacerdotes. Dentro de la clase sacerdotal había diferentes jerarquías: en la cúspide estaba el Ahau can -en algunos casos Ah kin- el Señor Serpiente, símbolo del poder. Era una figura muy representativa, prácticamente emblemática; una especie de manifestación del dios solar en el mundo. Seguían, en orden de importancia, los chilames, los profetas-adivinos que sabían interpretar los libros sagrados y los fenómenos astronómicos. A continuación estaban los h'menes o chamanes, que fungían como médicos-hechiceros y estaban muy cerca de la gente: eran propiamente los médicos que atendían al pueblo maya. Por otra parte, los nacomes eran los sacrificadores que extirpaban corazones, y los chaacoob, sus asistentes.

El documento más importante de la literatura médica de la cultura maya es El Ritual de los Bacabes, el cual recupera numerosos conocimientos médicos prehispánicos que lograron conservarse prácticamente sin alteraciones durante el periodo colonial gracias a que se utilizó en ellos un sociolecto privativo de la clase sacerdotal -un lenguaje codificado en el que se apela a las fuerzas cósmicas, se eligen los días favorables para las curas, ritos y tratamientos, y se despliega un amplio conocimiento de botánica y medicina. Cabe destacar que también en los códices Dresde y Madrid se hace una amplia referencia a diversas enfermedades y calamidades perfectamente calendarizadas, todas ellas aparecían ligadas a la presencia de su protectora, la diosa lunar Ixchel: patrona de la medicina, del parto y de la adivinación. Asimismo, en los libros del Chilam Balam (en especial los de Káua, Ixil, Tekax y Nah) se hace referencia a calamidades y curaciones; enfermedades y plantas curativas.

Este conocimiento se recuperó en la época colonial gracias a la labor de misioneros, frailes y cronistas quienes, desde luego, no lo hubieran logrado sin la ayuda de sus informantes mayas. Una figura clave en este sentido es Diego de Landa, porque a pesar de haber mandado quemar durante un gran auto de fe diversos documentos que seguramente hubieran sido áltamente reveladores, logró recopilar, paralelamente, valiosos conocimientos de la cultura maya en su Relación de las cosas de Yucatán, una referencia obligada para quien desea acercarse al estudio de esta cultura. En dicho texto, Landa hace descripciones de suma importancia para comprender, entre muchas otras cosas, el gran desarrollo que alcanzó la medicina maya.

Lee más:

Los mayas y su medio ambiente
Cosmovisión
Religión


Nota:
La mayor parte de esta información ha sido obtenida del Recetario en lengua maya, editado por la UNAM (ver Bibliografía). Para mayores referencias sobre la medicina maya, se recomienda consultarlo.

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