La noche más distinguida
La sura Al-Qadr habla de la gran noche prometida que todo el universo marca de alegría y oración, la Noche del Poder
06/08/2013 - Autor: Sayyid Qutb - Fuente: In the shade of the Quran
La Noche del Destino o Noche del Poder, un acontecimiento sin parangón
"CIERTAMENTE, hemos hecho descender esta escritura divina en la Noche del Destino. (1) ¿Y qué puede hacerte concebir lo que es esa Noche del Destino? (2) La Noche del Destino es mejor que mil meses: (3) los ángeles descienden en ella en huestes, portando la inspiración divina con la venia de su Sustentador; contra todo lo malo que pueda ocurrir (4) da indemnidad, hasta que despunta el alba". (5) (Al-Qadr 97:1-5)
Esta sura habla de la gran noche prometida que todo el universo marca de alegría y oración. Es la noche de la perfecta comunión entre este mundo y el Ser Supremo. Esa noche marcó el inicio de la revelación del Corán a Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) un evento sin precedentes en la historia de la humanidad por su esplendor y la importancia que tiene para la vida de la humanidad en su conjunto. Su grandeza va mucho más allá de la percepción humana.
Las declaraciones del Corán que se refieren a este gran acontecimiento irradian con la clara y brillante luz de Allah. “Ciertamente, hemos hecho descender esta escritura divina en la Noche del Destino” (Al-Qadr 97:1). También están la luz de los ángeles y el espíritu moviéndose entre la tierra y la compañía del Ser Supremo. “Los ángeles descienden en ella en huestes, portando la inspiración divina con la venia de su Sustentador; contra todo lo malo que pueda ocurrir” (Al-Qadr 97:4).
Además, también se encuentra la luz del alba, que la sura representa como perfectamente armoniosa con la luz del Corán y de los ángeles, así como con el espíritu de la paz: "Da indemnidad, hasta que despunta el alba". (Al-Qadr 97:5)
La noche en cuestión aquí es la misma noche a la que se refiere en la sura Ad-Dukhan: "En esa noche se esclareció, sabiamente, la distinción entre todas las cosas buenas y malas (4) por mandato Nuestro: pues, realmente, hemos estado enviando siempre Nuestros mensajes de guía (5) como misericordia de tu Sustentador para los hombres. Ciertamente, sólo Él todo lo oye, es omnisciente, (6) el Sustentador de los cielos y la tierra y de todo lo que hay entre ellos --¡si tan sólo pudierais comprenderlo con certeza interior!" (Ad-Dukhan 44: 3-7).
Se establece claramente que se trata de una noche durante el mes de Ramadán, como se dice en la sura al-Baqara: “El mes de Ramadán, en el que se hizo descender por vez primera el Qur’an como guía para la humanidad y una prueba evidente de esa guía, y el criterio por el que discernir lo verdadero de lo falso” (Al-Baqarah 2:185).
Esto significa que la Noche del Poder marcó el inicio de la revelación del Corán al Profeta y su misión de transmitirlo a la humanidad.
Ibn Ishaq relató que la primera revelación, consistente en la apertura de la sura Al-`Alaq, se llevó a cabo durante el mes de Ramadán, cuando el Mensajero de Allah (la paz sea con él) estaba en retiro de devoción en la cueva de Hira'.
Algunos hadices especifican la llegada de esta noche: algunos subrayan que es el 27 de Ramadán, otros el 21, algunos otros señalan que es uno de los últimos diez días y algunos simplemente dicen que es durante el Ramadán.
Su nombre, Laylat al-Qadr, o la Noche del Poder, puede tomarse en el sentido de planificación deliberada, gestión y organización, o puede significar valor, posición y rango. Ambos significados son relevantes para el significativo y universal evento de la revelación del Corán y la revelación del mensaje al Profeta. De hecho, es el evento más grande e importante que el universo jamás haya presenciado. Es el evento que explica de manera más clara cómo la vida del ser humano se beneficia de la planificación, gestión y organización de Al-lah.
Esta noche es mejor que mil meses. La cifra aquí y en otros pasajes del Sagrado Corán no significa un número preciso. Simplemente denota algo muy elevado. Muchos miles de meses y años han pasado sin abandonar una fracción de los cambios y resultados producidos durante aquella feliz y noche bendita.
Esta noche es demasiado sublime para la propia percepción humana:
“¿Y qué puede hacerte concebir lo que es esa Noche del Destino?”(Al-Qadr 97: 2).
No hay ninguna razón para otorgar valor alguno a cualquiera de las leyendas que circulan sobre esta noche. Es especial porque Allah la eligió para la revelación del Corán, para que su luz pudiera propagarse por todo el universo, y la paz divina pudiera extenderse en la vida y conciencia humanas.
Esa noche es grande por lo que el Corán señala: una creencia, un fundamento para los valores y normas y un código global de conducta moral y social, todo lo cual promueve la paz en el alma humana y en el mundo en general.
Es grande por el descenso de los ángeles, y Yibril, en particular, que, con permiso de su Señor, porta el mensaje del Corán. Ellos llenan todo el espacio entre el cielo y la tierra en una espléndida y universal celebración, vívidamente retratada en esta sura.
Cuando miramos hoy en retrospectiva, después del paso de numerosas generaciones, en esa noche gloriosa y feliz, imaginamos la increíble celebración de la que el mundo fue testigo entonces, y reflexionamos sobre la esencia de la revelación y de sus profundos efectos sobre la vida y los valores humanos, y así apreciamos la grandeza de este acontecimiento. Entonces podemos entender, en cierta medida, por qué se hace la referencia coránica a esta noche de una manera particularmente ambigua: “¿Y qué puede hacerte concebir lo que es esa Noche del Destino?”(Al-Qadr 97: 2).
En esa noche todo asunto de importancia fue hecho claro y distinto, se establecieron nuevos valores y normas; se determinaron el destino de las naciones, y los valores y normas fueron ordenados.
La humanidad, entre la ignorancia y la desgracia, puede pasar por alto el valor y la importancia de la Noche del Poder. Cuando la humanidad la ignora, pierde el signo más feliz y más bello de la gracia que Dios le ha concedido. También sufre la pérdida de la verdadera felicidad y la paz entregada por medio del Islam, es decir, la paz de la conciencia, la familia y la sociedad. Lo que gana, por el contrario, de la civilización material es la inadecuada compensación por su pérdida espiritual.
La humanidad es miserable, a pesar de los altos niveles de producción y los mejores medios de vida. La espléndida luz que una vez iluminó su alma ha sido apagada, y la felicidad que lo llevó a lo alto de la compañía Suprema ha sido destruida, la paz que se desbordó en los corazones y mentes de la gente ha desaparecido. Nada puede compensar la felicidad del alma humana, la luz celestial y la elevación a los rangos más altos.
Nosotros, los creyentes en el Islam, hemos sido encomendados a no olvidar ni descuidar este evento. El Profeta nos ha enseñado una manera fácil y agradable de conmemorarlo, para que nuestras almas estén siempre en íntima comunión con él y con el evento universal del que fue testigo. Él nos ha instado a pasar esta noche de cada año en devoción y dikr. El profeta dijo:
"Busca la Noche de Poder en las últimas diez noches de Ramadán." (Al-Bujari y Muslim.) También dijo: "El que permanezca la Noche de Poder en adoración, con un motivo puro de fe y devoción, hallará todas sus faltas pasadas perdonadas. "(Al-Bujari y Muslim).
El Islam no es una mera formalidad. Por lo tanto, el Profeta especifica que la consagración de esa noche debería estar motivada por la fe y el amor a Allah. Esto haría su consagración una evidencia de su plena conciencia de la impronta de lo que aconteció esa noche.
La educación islámica y los principios que esta promueve, vinculan la adoración con la fe e instaruran el amor por la verdad en nuestros corazones y conciencias. Mediante este camino, la adoración se considera un medio para mantener la plena conciencia de esta verdad, su plena claridad y firme arraigo en nuestras mentes, corazones y almas.
Este camino ha demostrado ser el mejor para la reactivación de esta verdad y para que ésta tenga una influencia constante en el comportamiento de las personas. La comprensión teórica de esta verdad no puede, por sí sola y sin culto, establecer o darle el impulso necesario para su funcionamiento en la vida del individuo o de la sociedad. Este vínculo entre el aniversario de la Noche de Poder y su consagración en la fe y la devoción es una parte de la creencia exitosa y sencilla del Islam.
Extraído con ligeras modificaciones del libro: A la sombra del Corán
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