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sábado, 10 de agosto de 2013

Súplicas según el orden de los más hermosos Nombres de Dios

Súplicas según el orden de los más hermosos Nombres de Dios

Presentamos a continuación una traducción del tratado de Ibn ʻAbbād de Ronda junto a la edición del texto árabe de Paul Nwyia

10/08/2013 - Autor: Ibn Abbad de Ronda - Fuente: hikamilahiyya.wordpress
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Ronda, pueblo del que es originario Ibn ʻAbbād
Abū ʻAbd Allāh Muḥammad b. Abī Isḥāq b. ʻAbbād al-Rundī (733/1333–792/1390) fue probablemente el maestro sufí más importante del s. VIII/XIV en el norte de África.1 Natural de la ciudad de Ronda en el sur de la Península Ibérica donde su padre ejercía de encargado de la prédica en la mezquita, todavía joven emigró con su familia a Fez debido al avance cristiano en la Península. A la edad de siete años, todavía en Ronda, completó la memorización del Corán y comenzó el estudio de la jurisprudencia malikī. Continuó sus estudios de jurisprudencia en Tlemcen con al-Šarīf al-Tilimsānī y más tarde en Fez, donde además de jurisprudencia, estudió uṣūl al-dīn y hadiz con maestros como al-Ābilī, al-Maqqarī, al-ʻImrānī y al-Fištālī. Probablemente alguno de estos maestros debió de iniciarle también en el Sufismo, tenido en gran estima entre los ulemas marroquíes de la época, así como en el estudio de obras sufíes como el Qūt al-Qulūb de Abū Ṭālib al-Makkī y el Iḥyà de al-Gazālī. Abandonó los estudios de las ciencias legales y se dedicó al ascetismo y la vida retirada. Tras los desórdenes que siguieron a la muerte en Fez del Sultán Abū ʻInān en 1358, Ibn ʻAbbād abandonó Fez y se dirigió a Salé como discípulo de Ibn ʻAšīr, el mayor maestro sufí de la época, de carácter sobrio y famoso por su énfasis en el examen de consciencia. Con Ibn ʻAšīr, Ibn ʻAbbād estudió los métodos de diversas tariqas, decantándose finalmente por la Tariqa Šāḏiliyya. Tras la muerte de su maestro, visitó al maestro Abū Marwān ʻAbd al-Malik en Tánger y volvió a Fez. Allí redactó su tratado más famoso, su Tanbīh, un comentario a los Ḥikam de Ibn ʻAṭāʼ Allāh de Alejandría con el que contribuyó a difundir los Ḥikam de Ibn ʻAṭāʼ Allāh en Marruecos. Algún tiempo después, volvió a Salé desde donde mantuvo correspondencia con sus compañeros de Fez. Esta correspondencia recogida en dos colecciones de cartas – la colección mayor2 con 38 cartas y la menor3 con 16 – constituye su segundo gran legado escrito. Fue probablemente poco después de redactar su correspondencia menor cuando compuso las Súplicas según el orden de los más hermosos Nombres de Dios. En 1375 es nombrado imām y encargado de la prédica en la gran mezquita de los Qarawiyyīn de Fez – la institución religiosa del Magreb más importante en la época – ocupando este puesto hasta su muerte.
Ibn ʻAbbād es uno de los mayores exponentes del Sufismo sobrio en el que las locuciones teopáticas están ausentes y las exposiciones metafísicas quedan en muy segundo término. El Sufismo de Ibn ʻAbbād se entronca con el de las primeras generaciones de sufíes centradas en la alquimia ascética del alma y la observancia de las cualidades que debe ir adoptando el murīd en su vía de retorno.
Las Súplicas según el orden de los más hermosos Nombres de Dios (al-Adʻiya al-murattaba ʻalà al-asmāʼ al-ḥusnà) conforman un pequeño tratado con el que Ibn ʻAbbād responde a la pregunta de un compañero de Fez en torno al modo de suplicar a Dios mediante Sus Nombres. Este tratado, editado por el Paul Nwyia,4 contiene, además de las súplicas, una pequeña introducción y un epílogo. En la introducción, Ibn ʻAbbād recuerda la aleya en la que se invita a suplicar a Dios mediante Sus Nombres, así como la tradición en la que se señala que Sus más hermosos Nombres son 99 y la necesidad de recitarlos sucesivamente para entrar en el Paraíso. Ibn ʻAbbād señala a continuación que para la redacción de las súplicas se ha inspirado en las directrices de Abū Ṭālib al-Makkī en su Qūt al-qulūb. La segunda parte del tratado está constituida por el conjunto de súplicas dirigidas a Dios a través de Sus más hermosos Nombres. Ibn ʻAbbād sigue la lista de Nombres transmitida por al-Walīd b. Muslim (m. 195/810) siendo ésta la más habitual en la Tradición Islámica. La única variación apreciable es la inclusión del Nombre al-ʻĀdil en lugar de al-ʻAdl, lo que puede deberse a una variante en la transmisión manuscrita de las Súplicas. El epílogo del tratado consiste en una serie de consejos para que las súplicas sean aceptadas en los que la actitud del suplicante es particularmente importante.
Las Súplicas de Ibn ʻAbbād tuvieron una notable difusión en el contexto morisco, pues fueron traducidas al aljamiado al menos en dos ocasiones diferentes, si bien los autores de las traducciones nos son desconocidos.5 Pedro Longás Bartabás editó en 1915 una versión adaptada de la traducción completa aljamiada de esta oración con el título de “Letanía de los Nombres de Dios”.6 Recientemente Xavier Casassas ha publicado una nueva edición de las traducciones aljamiadas en la que corrige la edición de Longás.7
Las Súplicas de Ibn ʻAbbād han sido erróneamente atribuidas a Ibn ʻArabī con el título de al-Nūr al-asnà bi-munāŷāti Allāh bi-Asmāʼi-Hi al-ḥusnà,8 si bien el texto de al-Nūr al-asnà presenta numerosas variantes respecto a las Súplicas de Ibn ʻAbbād. Tras comparar ambas versiones, la causa de las variantes se debe, en la mayoría de los casos, a una deficiente transmisión del texto base de la edición del al-Nūr al-asnà,9 si bien en algún caso el texto del al-Nūr al-asnà ayuda a aclarar alguna dificultad en la edición de Nwyia. En la actualidad, el al-Nūr al-asnà – es decir, las Súplicas según el orden de los más hermosos Nombres de Dios de Ibn ʻAbbād al-Rundī – está teniendo una notable difusión en Internet, si bien en la mayoría de los casos se cita como una súplica anónima y no se menciona la atribución – errónea por otra parte – a Ibn ʻArabī.
La presente traducción pretende ser un eslabón más en la tradición iniciada por los traductores anónimos moriscos de las Súplicas de Ibn ʻAbbād.

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