Este año conmemoramos el centenario del aniversario luctuoso de Amado Nervo. Siempre he pensado que el mejor homenaje que podemos hacer a un autor es leer su obra. Entre sus muchas joyas literarias, escribió este poema sobre esa terrible parálisis que sentimos cuando nos sentimos atraídos por alguien y no atinamos a acércanos a ella. Estas torpezas en el amor son frecuentes así que el poema al que atinadamente el bardo de Tepic, como se le conoce también a Nervo, tituló Cobardía, queda como anillo al dedo en estas fechas en la que queremos, pero tememos, el flechazo de cupido
Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza! 
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul! 
¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza 
de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul… 

Pasó con su madre. Volvió la cabeza: 
¡me clavó muy hondo su mirada azul! 

Quedé como en éxtasis… Con febril premura, 
«¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par. 
…Pero tuve miedo de amar con locura, 
de abrir mis heridas, que suelen sangrar, 
¡y no obstante toda mi sed de ternura, 
cerrando los ojos, la dejé pasar!
Confieso que cuando leí el poema por primera en escuela secundaria, me pareció cursi y superficial. Hoy, lo veo como un triste retrato de la realidad. ¿Cuántas veces hemos cerrado los ojos ante una oportunidad? El poeta tiene la certeza que el que ama está condenado a sufrir y prefiere cerrar los ojos antes de que sus “heridas vuelvan a sangrar por amor”. Cobardía a amar… necesidad de huir en silencio del amor. Amado Nervo no está solo. Hay muchos que prefieren la soledad que el dolor que puede provocar una relación.
Si bien el tema del poema es el miedo a sufrir por amor, tristemente esta nociva parálisis no se limita al amor. Sí. Muchas veces el alma te grita una cosa, mientras que la mente te dice otra y el miedo gana la batalla. Este miedo a sufrir, a ser puestos en ridículo, a ser rechazados etcétera, nos impide arriesgarnos a realizar nuestras metas, apostar por nuestros sueños, pedir un aumento, buscar un empleo, confrontar a un amigo para no perder la amistad, declarar nuestro amor o lo que ustedes quieran, gusten y manden, como decía mi abuela Dora. 
Ignoro si finalmente Nervo logró sobreponerse al miedo y buscó a la mujer del cabello rubio. Me gustaría pensar que sí. Al llamar a su comportamiento “cobarde”, él reconoce que debió de haberse atrevido. Finalmente, el cerrar los ojos y dejar marchar a alguien que nos atrae, como bien sabemos todos, no solo duele, sino que viene acompañado de la tortura de los “hubiera”. Mañana es San Valentín, Día del amor y la amistad, de corazón deseo a todos que el miedo nos gane la batalla y les propongo el siguiente reto: Atrevámonos a no cerrar los ojos ni dejar pasar las oportunidades, mañana que es San Valentín y los días que siguen ¿cómo cambiaria tu vida si pudieras hacerlo?  
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