AP
Más de 300 terroristas del Estado Islámico rodeados en una pequeña área en el este de Siria se niegan a rendirse ante las fuerzas sirias respaldadas por Estados Unidos y están tratando de negociar una salida, dijeron activistas sirios y una persona cercana a las negociaciones el lunes.
El desarrollo se produce en medio de la última parada del grupo del Estado Islámico en la aldea de Baghouz, donde los milicianos se esconden entre cientos de civiles e impiden que se vayan. Es probable que también demore más la declaración sobre la derrota territorial de ISIS que las fuerzas sirias respaldadas por Estados Unidos esperaban hacer la semana pasada.
Una persona familiarizada con las negociaciones dijo que los militantes están pidiendo un corredor a la provincia noroccidental de Idlib, controlada por los rebeldes, y exigen que se les permita salir junto con los civiles evacuados. Habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar sobre las conversaciones, que calificó de indirectas.
No estaba claro cómo se resolvería el enfrentamiento actual.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos con sede en Gran Bretaña, un grupo activista que vigila la guerra civil en Siria, dijo que otra solicitud de ISIS para ser evacuado al vecino Irak también fue rechazada.
CNN, citando a un oficial militar de alto rango, informó el lunes que al menos 1.000 combatientes que huyeron de Siria en los últimos seis meses en el oeste de Irak pudieron haberse ido con al menos $ 200 millones en efectivo.
Desde un autoproclamado califato que una vez se extendió por gran parte de Siria e Irak, el grupo del Estado Islámico ha sido reducido a un terreno en Baghouz, en la provincia de Deir el-Zour, en la frontera compartida de los países.
En ese pequeño paraje a orillas del río Éufrates, los combatientes se encuentran escondidos en lo que los funcionarios de la SDF describieron como un pequeño pueblo de tiendas de campaña, sobre una red de túneles y cuevas con civiles, algunos de ellos posiblemente rehenes.
El SDF y la coalición han luchado para arrancarlos de las aldeas y ciudades en las orillas orientales del Éufrates desde septiembre.
La captura del último territorio de ISIS en Siria o Irak marcaría el final de una campaña global de cuatro años para aplastar el califato del grupo extremista. Ha sido una batalla larga y destructiva. En declive desde 2016, el grupo fue despojado de su autodeclarada capital de Raqqa, en Siria, en el verano de 2017, dejando atrás una ciudad destruida cuyos residentes todavía están luchando por regresar.
El DeirEzzor 24, un colectivo activista en el este de Siria, dijo que varios camiones cargados con alimentos entraron en las áreas controladas por el Estado Islámco en Baghouz en Deir el-Zour el lunes por la mañana. El grupo también informó que ISIS liberó a 10 combatientes del SDF el domingo sin decir si los suministros de los alimentos fueron a cambio de la liberación.
DeirEzzor 24 dijo que la tregua alcanzada entre el IS y la SDF la semana pasada se había extendido por cinco días más hasta el domingo.
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