Las 10 palabras de la esposa de AMLO que le arruinaron la fiesta a él y a toda la 4T
Con 19 meses en el poder y la celebración del “2º año del triunfo histórico democrático del pueblo de México”, los mexicanos sabemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador, cada tres meses presenta un informe que le sirve para repetir lo que dice cada mañana. Dice que no es como los de antes y tiene razón. Los de antes solo tenían el 1 de septiembre para dar el informe presidencial. Él necesita cuatro al año, no sea que lo vayamos a extrañar.
El día del informe servía a los presidentes para ocupar la atención de los medios, hoy López Obrador los tiene diario. Pero en la celebración del “2º año del triunfo histórico democrático del pueblo de México” no fue así, su esposa la No primera Dama, Beatriz Gutiérrez Müller, le arrebató la atención de las “benditas redes sociales” donde fue criticada por la respuesta que dio a un ciudadano que le preguntó cuándo atendería personalmente a padres de niños con cáncer, que reclaman falta de medicinas, a lo que la esposa del presidente respondió: “No soy médico, a lo mejor usted sí. Ande, ayúdelos”.
La respuesta fue reprobada, hubo reclamos, apoyo para los padres, indignación, retuits, likes, condenas, insultos, comentarios diversos. Dos horas después, Gutiérrez Müller puso su cuenta en privado y borró su tuit.
La respuesta inmediata de la esposa del presidente puso en evidencia que “es de mecha corta”, intolerante y soberbia. Hace unos días tuvo una reacción similar cuando descalificó al youtuber, Chumel Torres, quien fue suspendido de HBO Latin America. También renunció al Conapred Mónica Maccise, cuando el presidente secundó a su esposa y cuestionó la existencia y función de esta institución. Con su actitud generó una polémica sobre la censura a la libertad de expresión y puso en riesgo la existencia de un órgano contra la discriminación en México.
El tema no es menor, se trata de la esposa del presidente que no aceptó desempeñar la función honorífica de Primera Dama, pero sí hace sentir su presencia en las redes sociales donde suele expresar opiniones de apoyo a su esposo; no solo eso, su influencia en el criterio del presidente es notorio, como el episodio en el que éste solicitó disculpas al rey de España por la conquista y al Papa por la evangelización. El ridículo, 500 años después.
La falta de medicamentos para los niños con cáncer por meses se ha mantenido en la atención de los ciudadanos. La respuesta de Beatriz Gutiérrez Müller fue equivocada para este tema sensible. Contestó con enojo, le faltó empatía y se mostró inconsecuente después de que en defensa de su hijo promovió la etiqueta #ConLosNiñosNo.
No existe en la legislación mexicana el rol de Primera Dama. Beatriz Gutiérrez no acepto el “nombramiento” honorífico. Lo que sí permanece es su relación de esposa del presidente y en consecuencia su cercanía con el hombre que ejerce el poder y que, con el estilo que tiene, todo lo concentra en su persona.
La No primera Dama debería percatarse que sus desplantes tienen consecuencias frente a la sociedad que no observa a Beatriz Gutiérrez Müller, observa y está atenta a lo que hace y dice la Esposa del presidente.
En el pasado, ese del que tanto habla y condena López Obrador, hubo primeras damas de diferentes tipos. Las hubo de ornato, protagónicas, discretas, ambiciosas y hasta frívolas. Seguramente todas tuvieron influencia en su esposo el presidente. Lo que es difícil recordar es la abierta influencia y consecuencias para la política y las personas, como la que ejerce en su esposo, Beatriz Gutiérrez Müller.
El presidente López Obrador se dice respetuoso de las libertades y tolerante ante las críticas, aunque con frecuencia ataca a los que considera sus adversarios. Su esposa, en los meses en los que ha estado a la vista de las redes sociales se ha mostrado autoritaria e intolerante.
Beatriz Gutiérrez Müller, trata de proyectar la imagen de intelectual, pero el hecho de que viva en un Palacio no despierta simpatía y, cuando se equivoca y provoca el enojo de la gente, entonces aparece como una mujer frívola que por su “arranque” opacó el festejo del “2º año del triunfo histórico democrático del pueblo de México”.
Dice YSQ: No te preocupes Bety, son nuestros adversarios. Vamos bien.
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