Palestina. Habla el periodista al que “Israel” le asesinó este domingo a su hijo, ambos de la cadena Al Jazeera: “Nuestras lágrimas son de humanidad y no de impotencia, miedo y sumisión”
Resumen de Medio Oriente, 7 de enero de 2024.
Horas después del martirio de su hijo mayor, Hamza, el periodista y jefe de la oficina de Al-Jazeera, Wael Al-Dahdouh, regresa al aire para cubrir los crímenes sionistas que tienen lugar en #Gaza.
El 25 de octubre, las FOI atacaron la casa de su familia, lo que provocó el martirio de su esposa y su sobrino, así como de su hijo y su hija: Sham y Mahmoud. Momentos después, volvió al aire, continuando una vez más su cobertura de los crímenes de la ocupación.
El 15 de diciembre, el propio Wael resultó herido después de que las FOI bombardearan la escuela de Haifa en Khan Younis, al sur de Gaza. Su camarógrafo, Samer Abu Daqqah, ascendió al martirio en el bombardeo, después de que las FOI asediaran la escuela e impidieran que los equipos médicos llegaran al lugar, y Samer no pudo moverse durante más de tres horas. Fue la cuarta vez que su tripulación fue atacada deliberadamente.
Wael dirigió su mensaje a las masas para el Año Nuevo dos semanas después: “Esta guerra demencial no ha dejado nada intacto. A pesar de todo, deseamos que este año sea un año de bondad, de dignidad y de victoria”.
Hoy, su hijo mayor, Hamza, fue martirizado junto con su colega periodista Mustafa Thuraya, convirtiéndose en el periodista mártir número 109. Hamza escribió sobre su padre hace dos días: “Eres paciente y esperanzado, padre mío, así que no desesperes de la curación, ni pierdas la esperanza en la misericordia de Dios, y ten la seguridad de que Dios te recompensará bien por tu paciencia”.
Wael, hoy de luto por su hijo, dijo: “No es una parte de mí, Hamza era todo de mí, el alma del alma y todo”.
“Éstas son las lágrimas del dolor y la separación, las lágrimas que nos diferencian de nuestros enemigos: nosotros estamos saturados de humanidad, mientras ellos están saturados de muerte y odio. Por eso lloramos y derramamos lágrimas, es cierto, pero estas Son lágrimas de humanidad, lágrimas de generosidad y nobleza, no lágrimas de impotencia, miedo y sumisión”.
Wael se mantiene erguido, la montaña de Gaza, negándose a ceder, firme en transmitir la injusticia en Gaza al mundo.
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