Cambios de Polos Magnéticos
El Polo Norte magnético ha cuadruplicado su velocidad de desplazamiento en los últimos años debido, supuestamente, a los movimientos geomagnéticos ocurridos en el centro de la Tierra. En los próximos años, el norte magnético, abandonará Canadá para trasladarse, se presume a la Siberia.
Efectivamente, el "Polo Norte" magnético se está desplazando a una velocidad inusitada y en los primeros meses del 2005 habrá dejado de estar en Canadá para dirigirse a Rusia. Su velocidad de desplazamiento ha aumentado enormemente, pasando de los 10 kilómetros por año en 1970, a los 40 kilómetros anuales de la actualidad. Según Larry Newitt, el motivo de esta aceleración en el desplazamiento del polo magnético se debe a sacudidas geomagnéticas que se producen en el centro de la Tierra.
En la actualidad, el Polo Norte magnético está situado a unos 150 kilómetros al noroeste de la isla Ellef Ringnes, al norte del archipiélago ártico. El polo magnético de la tierra está situado en el lugar donde el campo magnético terrestre es perpendicular a la superficie de la Tierra. Su importancia radica en que su distancia respecto al polo norte geográfico forma un ángulo que permite calcular el declive magnético, esencial para la navegación.
Este campo magnético se origina por las corrientes procedentes de la fusión de metales en el centro de la Tierra y, normalmente se alinea sobre el eje de rotación de nuestro planeta. Así el campo magnético es un fluido conductor de electricidad en constante movimiento. Sobre éste núcleo incandescente, el núcleo externo líquido se agita furioso, éste núcleo exterior sufre también una especie de huracanes o remolinos generados por las fuerzas de Coriolis, producidas por la rotación terrestre. Estos complejos movimientos generan el magnetismo de nuestro planeta. Así, el planeta tal como lo cencebimos, dejará pronto de serlo y será un misterio cuales pueden ser las consedcuencia de ello, ya que la última inversión de los polos se produjo hace 780.000 años y sólo podemos predecir algunos comportamientos. .
La anomalías que sugieren la inversión del campo magnético terrestre se han descubierto al analizar los datos facilitados por los satélites Orsted (lanzado en 1999) y Magsat (1979/80), que según el equipo de responsables de analizar los datos, éstos revelan los comienzos de una nueva inversión de los polos terrestres. Las anomalías, si así podrían llamarse, ya que ésto es un proceso normal, se han detectado principalmente en las latitudes polares y al sur de Sudáfrica, aunque también en menor medida en las profundidades del Océano Pacífico.
Los estudios sobre el comportamiento del campo magnético se llevan a cabo a través de diversos mecanismos de observación, particularmente los observatorios magnéticos que conforman un total de ciento cincuenta ubicados en forma estratégica en los más diversos puntos del planeta, bastante alejados de las fuentes electromagnéticas artificiales.
Estos observatorios han permitido determinar el ritmo de evolución de los campos magnéticos. La investigación se ha completado con campañas de medición realizadas periódicamente a escala regional sobre una red de repetición, lo que ha permitido establecer la actualización de los mapas magnéticos de diferentes regiones del planeta.
Generalmente éstas observaciones del campo magnético terrestre se realizan mediante instrumentos situados en satélites a una altitud aproximada a los setecientos kilómetros, lo que ha posibilitado elaborar mapas del campo magnético a nivel global y regional, ya que desde los satélites se abarcan radios de quinientos kilómetros que no son perceptibles mediante observaciones regionales.
Todos los datos son recopilados en una base de datos que es la que permite obtener las conclusiones aportadas por el equipo de Hulot. Pero a partir del año 2002, el equipo de investigadores del geofísico Gauthier Hulot comparó las lecturas del campo magnético enviadas a la Tierra por los satélites Magsat y Oersted en 1979 y 1980, respectivamente, y revelaron un acentuado debilitamiento del mismo en las regiones del Polo Norte y Sudáfrica.
Por otro lado y casi simultáneamente otro fenómeno ha asombrado a los científicos, ya que el Sol acaba de sufrir un cambio importante. El campo magnético de nuestra estrella se ha invertido. El polo norte magnético del Sol, que se situaba en el hemisferio norte hace sólo unos meses, ahora apunta al sur. Es una situación poco común, pero no inesperada.
Los polos magnéticos del Sol permanecerán como se encuentran ahora, con el polo norte magnético apuntando hacia el hemisferio sur del Sol, hasta el año 2012 cuando se reviertan de nuevo. Esta transición ocurre, hasta donde sabemos, cada 11 años en el apogeo de cada ciclo de manchas solares.
El campo magnético del Sol envuelve a todo el sistema solar en una burbuja llamada la heliosfera. La heliosfera se extiende unas 50 o 100 unidades astronómicas (UA) más allá de la órbita de Plutón. Los cambios en el campo magnético del Sol son llevados fuera de la heliosfera por el viento solar, las perturbaciones tardan alrededor de un año para propagarse desde el Sol hasta las partes externas de la heliosfera.
Debido a que el Sol rota (una vez cada 27 días), los campos magnéticos del Sol serpentean siguiéndola forma de una espiral arquimediana. Muy arriba de los polos, el campo magnético se retuerce, debido a todas las vueltas y retorcimientos, el impacto de la inversión de los campos en la heliosfera es complicado. Las manchas solares son fuentes de nudos magnéticos intensos que serpentean hacia afuera aún si el campo de dipolo se desvanece. La heliosfera no desaparece, cuando los polos se invierten hay muchas complejas estructuras magnéticas que llenan el vacío que queda.
Ahora bien, volviendo a la tierra, ya en la década de los 50 los científicos hallaron evidencias de inversiones previas del campo magnético terrestre, en estudios realizados en el suelo marino, se encontraron trozos de lava que contienen pequeños granos de material magnético, magnetita, orientado en una misma dirección, como si se tratara de múltiples brújulas que quedaron así al enfriarse el material volcánico y solidificarse. A este fenómeno se le llama paleomagnetismo.
Por los años setenta, también, se descubrieron que algunos seres vivos basan su sentido de la orientación en el campo magnético terrestre. encontrando una fuerte correlación entre recientes inversiones del campo magnético y la extinción de pequeñas criaturas marinas conocidas como radiolarios, sin embargo no existe consenso entre la comunidad científica respecto a la relación entre estos vuelcos magnéticos y la extinción de ciertas especies.
Las líneas de fuerza magnética en las proximidades de la superficie terrestre se enroscan y se enmarañan y los polos magnéticos aparecen inesperadamente en lugares poco acostumbrados. El polo sur magnético podría emerger en África, por ejemplo, o el polo norte podría surgir en Tahití. Extraño. Pero aún así, sigue siendo un campo magnético planetario, y sigue protegiéndonos de la radiación espacial y de las tormentas solares.
En conclusión, Algunos investigadores creen que en nuestro planeta hace ya mucho que deberíamos de haber experimentado una inversión del campo magnético, pero nadie sabe exactamente cuando puede ocurrir. Las investigaciones marchan a un ritmo acelerado e incluso fue puesta en órbita en abril del 2004 la sonda espacial Gravitiy Probe B en búsqueda de una fuerza causada por un fenómeno de la naturaleza, que se sospecha existía desde hace mucho tiempo, pero que nunca ha podido ser verificado: el gravitomagnetismo. El gravitomagnetismo es producido por las estrellas y planetas cuando giran, similar al campo magnético producido por una bola de carga eléctrica cuando gira. Al cambiar la carga eléctrica por masa, el magnetismo se convierte en gravitomagnetismo.
En nuestra vida diaria no percibimos el gravitomagnetismo, pero de acuerdo con la teoría de Einstein sobre la Relatividad General, existe y es real. Cuando un planeta,o una estrella o un agujero negro o algo con masa, gira sobre su propio eje, arrastra el espacio y el tiempo a su alrededor, una acción conocida como el "arrastre del marco de referencia". El tejido del espacio-tiempo se retuerce formando un vértice. Einstein dijo que todas las fuerzas gravitacionales corresponden a la curvatura del espacio-tiempo, y "la retorcida" es el gravitomagnetismo. Si las ecuaciones de Einstein son correctas y el gravitomagnetismo es real, los giroscopios en rotación deben oscilar cuando recorran la órbita alrededor de la Tierra.
Parece sorprendente, pero muchos de éstos hallazgos y descubrimientos que parecen actuales ya habían sido estudiados y predichos por los Mayas hace más de mil años. Ellos, al igual que muchas culturas ancestrales sostenían un régimen de creencias basados en éstos procesos planetarios (Itza para los Mayas, Pachacuti para los Aymara, Satya-Yuga para los Vedas) determinados con una asombrosa exactitud. La inversión de la polaridad terrestre ya fue pronosticada en sus códices astronómicos, coincidentemente en el año 2012, más exactamente para el 22 de diciembre del 2012.
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