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BEIRUT, Líbano (AP) — Un alto funcionario estadounidense denunció el lunes a Jezbolá por su participación en la guerra civil de Siria, y dijo que las acciones del grupo miliciano libanés ponen en riesgo el futuro del Líbano.
Los comentarios del subsecretario de Estado William Burns fueron los primeros de una visita oficial de alto rango de Estados Unidos desde que Jezbolá ayudó a las tropas del presidente sirio Bashar Assad a conseguir la victoria en la estratégica ciudad de Qusair, cerca de la frontera con Líbano, el mes pasado.Las tropas sirias aprovecharon esa victoria para arremeter contra áreas controladas por los rebeldes en otras partes de la provincia central de Homs y el norte del país.
"A pesar de su participación en el gobierno libanés, Jezbolá ha decidido poner sus propios intereses y los de sus aliados extranjeros por encima de los del pueblo libanés", dijo Burns a periodistas cuando concluyó una visita de dos días a Líbano.
Agregó que Estados Unidos condenaba "en los términos más enérgicos" las acciones de Jezbolá en Siria, y dijo que "ponen el futuro de Líbano en riesgo".
Los combatientes del poderoso partido chií libanés respaldado por Irán se han unido a las fuerzas de Assad en su batalla para combatir la rebelión, dominada por suníes. El grupo fue fundamental para ayudar a las tropas de Assad a capturar Qusair, y los activistas dicen que los miembros de Jezbolá están combatiendo en varias localidades de Siria.
Assad, sin embargo, rechazó los informes, y dijo en una entrevista reciente que la participación de Jezbolá se limitó a Qusair debido a su proximidad con Líbano.
La participación abierta del grupo en la guerra ha ayudado a ventilar odios sectarios en Líbano y en toda la región.
Líbano está lidiando con un aumento en las tensiones entre musulmanes suníes y chiíes vinculados al conflicto en Siria que comenzó hace más de dos años y ha provocado mortíferos combates entre las sectas rivales en varias ocasiones en las calles de ciudades libanesas.
La semana pasada, las tensiones sectarias arrastraron al débil ejército de Líbano a la refriega. Dieciocho soldados murieron en dos días de enfrentamientos en la ciudad sureña de Sidón entre el ejército y los partidarios de un jeque suní de línea dura, cuya popularidad se ha disparado debido a la frustración de muchos libaneses que resienten la influencia que los chiíes han ganado en el gobierno a través de Jezbolá.
"En una época de tumulto regional e incertidumbre interna, conviene a todos los libaneses ejercer moderación y respeto por la estabilidad y seguridad de Líbano", dijo Burns.
Burns también criticó la decisión del gobierno libanés de aplazar las elecciones parlamentarias programadas para el mes pasado, diciendo que socava la fe del pueblo libanés en su propio gobierno y sacude la confianza de la comunidad internacional en las instituciones del país.
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