Sismo de magnitud 8.6 en
1787 provocó el mayor tsunami en México
El
capítulo registrado hace más de dos siglos sugiere que en las costas de México
o Centroamérica se puede repetir el suceso
Sábado,
20 de julio de 2013 a las 07:10
El tsunami arrastró a los habitantes de las costas a montañas ubicadas a seis kilómetros de las costas de Oaxaca y Guerrero (Getty Images).
Lo más
importante
- El sismo de 8.6 fue provocado por una ruptura de las placas tectónicas frente a las costas de Guerrero y Oaxaca
- Durante los siguiente 141 años no se registraron sismos importantes
- La actividad sismológica fuerte reapareció en 1928, y luego en 1965
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La alerta sísmica amplía su cobertura
(CNNMéxico)
— El mayor
tsunami del que se tenga registro en México arrasó con las costas de Oaxaca y
Guerrero hace más de dos siglos tras un terremoto de magnitud 8.6.
Ni una
ola gigantesca ni un sismo de esas magnitudes se ha registrado desde entonces
en el país, de acuerdo con un estudio publicado por la Sociedad Sismológica de
América.
Pescadores
montados a caballo recogían sus redes el 28 de marzo de 1787 cuando
observaron cómo el agua se alejó rápidamente mar adentro para dejar al
descubierto arena de varios colores, plantas y arbustos marinos, según el
estudio de los investigadores Gerardo Suárez y Paola Albini.
El agua
volvió con tal fuerza que dejó varados a los habitantes de las costas sobre los
árboles de montañas ubicadas a seis kilómetros de las costas, según relatos
mencionados en el estudio, en el cual no se incluyen cifras de muertos.
En
Oaxaca, el mar inundó las costas de Pochutla, ahora llamado Puerto Ángel, al
igual que Tehuantepec, donde “el mar invadió la tierra con sonidos terribles
dejando peces y algas de formas extrañas”.
El muelle
de Acapulco, en Guerrero, uno de los puertos turísticos más populares de la
actualidad, estuvo inundado por 24 horas.
“Este
terremoto parece ser uno de los mayores eventos que han ocurrido a lo largo de
la zona subducción durante los últimos 500 años”, describe el documento que
recoge reportes de la escasa población que habitaba esas costas y de las
ciudades tierra adentro.
Ese
capítulo de la historia sismológica del país “sugiere que un evento de esta
magnitud se puede repetir en las costas de México y Centro América en periodos
muy largos de tiempo”, concluye el estudio Evidencia de un gran sismo
tsunamigénico a lo largo de la zona mexicana de subducción, publicado en
2009.
El sismo
fue de tal magnitud que “provocó importantes daños y el colapso de edificios y
estructuras bien hechas como iglesias, conventos, oficinas de gobierno y
construcciones privadas”, detalla el estudio.
Una
ruptura del suelo marino de aproximadamente 450 kilómetros de largo provocó el
sismo de magnitud 8.6 que generó la ola. Los días posteriores al sismo y al
tsunami (29 y 30 y de marzo y el 3 de abril de 1787) ocurrieron réplicas
de alrededor de 7 grados, pero durante los siguientes 141 años hubo
tranquilidad.
En 1928
se reactivó la actividad sismica con una nueva serie de sismos de fuerte
intensidad (de una magnitud de entre 5 y 6) en Oaxaca. La serie se repitió los
años 1965, 1968, 1978 y 1996 sin provocar grandes daños a ese estado.
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