Yihadistas leales al ISIS decapitan a un prisionero canadiense
El grupo extremista filipino Abu Sayyaf, que juró lealtad al movimiento terrorista Estado Islámico, publica un video en el que se muestra el momento en que fue decapitado el turista canadiense John Ridsdel.
Gaceta.es
Miércoles, 4. Mayo 2016 - 9:12
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Ridsdel, de 68 años, fue capturado por el grupo extremista Abu Sayyaf en la isla Samai del archipiélago filipino el 21 pasado de septiembre de 2015 junto con otros tres turistas (el también canadiense Robert Hall; la novia filipina de este, Marites Flor; y el noruego Kjartan Sekkingstad, gestor de un complejo hotelero).
Los extremistas filipinos también han publicado un video en el que se ve a Hall pidiendo al Gobierno canadiense que cumpla las demandas de Abu Sayyaf.
El grupo había amenazado con matar a uno de los rehenes si las autoridades no pagaban su rescate antes del 25 de abril.
ADVERTENCIA: LAS SIGUIENTES IMÁGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD
Si usted ya piensa que los países civilizados deben intervenir sobre el terreno en Siria e Irak, no es necesario que lo vea, e incluso nos permitimos aconsejarle que no lo haga.
Nuestra intención no es otra que la de mostrar como la barbarie más brutal, cruel y deshumanizada sigue sin recibir la respuesta que merece, mientras gobiernos y organismos internacionales miran hacia otro lado. En la medida de nuestras modestas posibilidades exigimos que las naciones civilizadas se desplieguen cuanto antes en los territorios del Estado Islámico para exterminar -literalmente- a esas alimañas. Y que se trate con implacable contundencia a los gobiernos, asociaciones o personas que todavía hoy siguen mostrando su apoyo al califato, en alguna ocasión incluso dentro de Europa.
Nuestra intención no es otra que la de mostrar como la barbarie más brutal, cruel y deshumanizada sigue sin recibir la respuesta que merece, mientras gobiernos y organismos internacionales miran hacia otro lado. En la medida de nuestras modestas posibilidades exigimos que las naciones civilizadas se desplieguen cuanto antes en los territorios del Estado Islámico para exterminar -literalmente- a esas alimañas. Y que se trate con implacable contundencia a los gobiernos, asociaciones o personas que todavía hoy siguen mostrando su apoyo al califato, en alguna ocasión incluso dentro de Europa.
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