La campaña publicitaria que lleva a la pantalla a un suicida y levanta polvareda en Oriente Próximo
"Bombardeemos la violencia con misericordia, el engaño con verdad, el odio con amor. Bombardeemos el extremismo para lograr una vida mejor". Es el estribillo de un polémico anuncio que en pleno mes sagrado de ramadán anima a los telespectadores de Oriente Próximo a plantar cara al reguero de suicidas que siembran de terror una región despedazada por la violencia, los conflictos y las cuitas sectarias.
Detrás de la campaña publicitaria, que presenta a víctimas reales de las arremetidas de los yihadistas, se encuentra Zain, una compañía telefónica de Oriente Próximo con sede en Kuwait. El vídeo, de tres minutos de duración, arranca con las imágenes felices de unos niños jugando al fútbol y un abuelo besando los pies de su nieto mezcladas con los lúgubres fotogramas en los que un kamikaze prepara su cinturón de explosivos.
"Le diré a Dios que has llenado los cementerios con nuestros niños y vaciado los pupitres de nuestras escuelas. Que has provocado disturbios y sumergido a nuestras calles en la oscuridad", exclama una voz infantil. Los siguientes fotogramas muestran al suicida tomando un autobús arrasado por la detonación. "Tú vienes en nombre de la muerte y Dios es el creador de la vida", le espeta un anciano con un bebé acurrucado entre sus brazos.
Es el momento en el que aparece en escena el personaje que ha levantado la polvareda. Un menor de edad, sentado en la silla color naranja de una ambulancia y con el rostro cubierto de polvo, que recuerda a Omran Daqnish, el niño sirio de cinco años que el pasado agosto sobrevivió a un bombardeo gubernamental en el este de Alepo y cuya imagen despertó una ola de solidaridad. "Es una difamación. Zain ha retratado a Omran como si fuera una víctima del Daesh [acrónimo en árabe del autodenominado Estado Islámico]", señala el periodista sirio Hadi al Abdalá en su página de Facebook.
Una retahíla de críticas similares inundan los comentarios del vídeo en YouTube, donde ha recibido hasta ahora cerca de cuatro millones de visionados. Los reproches se dirigen incluso contra el conocido cantante emiratí Husein al Jasmi, que entona la canción que acompaña las imágenes y en las que grandes y pequeños, rodeados de paisajes dominados por la destrucción, persiguen al grito de "Dios es grande" al suicida hasta derrotarlo. "Enfréntate a tu enemigo con paz, no con guerra. Persuade a los otros con benevolencia y no a la fuerza", canturrea el artista.
"Tengan por seguro que cada tema en el que aparece Al Jasmi es una conspiración", escribe un internauta en alusión a la canción que hace tres años el artista popularizó en Egipto en apoyo al actual presidente Abdelfatah al Sisi, urdidor del golpe de Estado que ha hundido al país en la represión más atroz.
El anuncio intercala las imágenes ficticias con la aparición de víctimas reales de atentados firmados por Al Qaeda y el IS (Estado Islámico, por sus siglas en inglés) en Kuwait, Irak, Arabia Saudí o Jordania, mercados en los que está presente la operadora. Así, desfilan por la pantalla un padre que perdió a su hijo en el brutal atentado en una zona comercial de Bagdad registrado el verano pasado, el superviviente de un ataque suicida contra un mezquita chií en Kuwait hace dos años o la novia de una boda convertida en carnicería por la embestida de un kamikaze contra un hotel de Ammán en 2005.
Más allá del error que ha encendido la red, el canto a la convivencia ha despertado elogios entre algunos de los clientes de la empresa. "Es alegre. Un buen premio para este mes sagrado", reconoce un internauta en referencia al ramadán que comenzó el pasado sábado. "Este anuncio publicitario es un alegato contra el sectarismo, el odio y el fanatismo pero los comentarios del vídeo son sectarios y están llenos de odio y fanatismo. ¿Qué os pasa, árabes?", replica otro espectador.
La amenaza yihadista, que ha convertido a sus vecinos musulmanes en sus primeras y principales víctimas, se ha convertido en un tema recurrente en las televisiones árabes. Precisamente hace una semana la cadena saudí MBC, con sede en Dubai, estrenó una de las series más esperadas del ramadán, Cuervos negros, un relato de la vida bajo el yugo del IS en los confines de Siria e Irak que dibuja a los dirigentes del califato como seres siniestros, hipócritas y corruptos.
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