UACM: aulas vacías y pocos titulados
Desde el 2001, UACM ha tenido un total de 51 mil 333 alumnos, de los cuales sólo 699 son titulados, es decir, 1.36 por ciento han obtenido su cédula profesional; de posgrado sólo 152 estudiantes han egresado con título.
CIUDAD DE MÉXICO. Son las siete de la noche en el campus de San Lorenzo Tezonco de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), el semestre no ha terminado, pero las aulas están vacías. En este plantel de Iztapalapa, la tercera delegación con mayor pobreza en el Distrito Federal, los estudiantes tendrían que prepararse para los exámenes finales –conocidos como certificaciones–, pero no hay casi nadie.
En el pasillo que conduce a la cafetería y las aulas, algunos jóvenes –otros lucen mayores– fuman marihuana y venden “dulces” a otros estudiantes. La vigilancia del plantel hace una ronda revisando los cubículos de los profesores, pasa junto a ellos, pero no les dice nada. Para las autoridades, parece algo normal.
A casi 15 años de su creación, la UACM ha tenido pocos resultados. La institución ha otorgado un título de licenciatura sólo al 1 por ciento de sus egresados; se registran altos índices de ausentismo –según maestros y autoridades– y los alumnos consumen drogas y bebidas alcohólicas dentro de los campus.
,En el pasillo que conduce a la cafetería y las aulas, algunos jóvenes –otros lucen mayores– fuman marihuana y venden “dulces” a otros estudiantes. La vigilancia del plantel hace una ronda revisando los cubículos de los profesores, pasa junto a ellos, pero no les dice nada. Para las autoridades, parece algo normal.
A casi 15 años de su creación, la UACM ha tenido pocos resultados. La institución ha otorgado un título de licenciatura sólo al 1 por ciento de sus egresados; se registran altos índices de ausentismo –según maestros y autoridades– y los alumnos consumen drogas y bebidas alcohólicas dentro de los campus.
Para el profesor Ignacio Barragán, “los estudiantes no responden al modelo de estudios, hay un desfase ahí, que requiere replanificación urgente del modelo de estudios de la UACM, el modelo no funciona y por eso los salones están vacíos. El alumno se confía en la certificación, que se hace al último, y por eso hemos sufrido un problema de alcoholismo, porque prefieren la fiesta que el salón.
Diego Armando Sada Flores, estudiante de 29 años, dice que “es molesto, porque salen desde las siete u ocho y ya saben el punto de reunión, se pueden juntar hasta cien o 200 personas. Comienzan a tomar y después se están peleando”.
Pocos egresados
La UACM recibió un presupuesto para el 2015 de mil 21 millones de pesos, además de 150 millones provenientes de la administración federal.
Desde el 2001, la escuela ha tenido un total de 51 mil 333 alumnos, de los cuales sólo 699 son titulados, es decir, 1.36 por ciento han obtenido su cédula profesional. De posgrado, la Universidad de la Ciudad de México contabiliza 152 egresados con título.
Una revisión a la bolsa de trabajo tampoco es alentadora. Los salarios para un egresado de la UACM van de los tres mil a los cinco mil pesos mensuales.
En contraste los trabajadores de la Universidad tienen salarios por arriba del promedio. El rector es quien más gana: 91 mil 801 pesos; mientras los coordinadores reciben 49 mil pesos y un profesor, 44 mil.
Según la nómina de trabajadores y profesores, cuya copia consultó El Financiero, el gasto en docencia, personal de apoyo y administrativo asciende a 53 millones 911 mil pesos cada mes.
No marchan al ritmo
Hugo Aboites, Rector de la UACM, explica en entrevista que ya se trabaja para revertir esta situación con nuevas modalidades de titulación, estudios sobre las causas de alcoholismo y drogas en los estudiantes y una investigación de los porqués del ausentismo.
Sobre el tema de las adicciones apunta que “la cuestión del alcoholismo es una peste nacional. Las instituciones de educación superior sufrimos el problema de las adicciones, ni el Insituto Politécnico Nacional, ni la UAM, están exentas”.
Del ausentismo apunta que “tenemos dificultades para hacer la contabilidad del ausentismo, porque los jóvenes se pueden ausentar de sus clases y (aun así) presentar un examen de certificación al final del ciclo escolar. Entonces es muy difícil medir… No es una institución que esté preocupada por la idea de conservar a todos los estudiantes marchando al mismo paso, como regimientos en la terminología del ejército romano, como esta idea de militarización”.
,Diego Armando Sada Flores, estudiante de 29 años, dice que “es molesto, porque salen desde las siete u ocho y ya saben el punto de reunión, se pueden juntar hasta cien o 200 personas. Comienzan a tomar y después se están peleando”.
Pocos egresados
La UACM recibió un presupuesto para el 2015 de mil 21 millones de pesos, además de 150 millones provenientes de la administración federal.
Desde el 2001, la escuela ha tenido un total de 51 mil 333 alumnos, de los cuales sólo 699 son titulados, es decir, 1.36 por ciento han obtenido su cédula profesional. De posgrado, la Universidad de la Ciudad de México contabiliza 152 egresados con título.
Una revisión a la bolsa de trabajo tampoco es alentadora. Los salarios para un egresado de la UACM van de los tres mil a los cinco mil pesos mensuales.
En contraste los trabajadores de la Universidad tienen salarios por arriba del promedio. El rector es quien más gana: 91 mil 801 pesos; mientras los coordinadores reciben 49 mil pesos y un profesor, 44 mil.
Según la nómina de trabajadores y profesores, cuya copia consultó El Financiero, el gasto en docencia, personal de apoyo y administrativo asciende a 53 millones 911 mil pesos cada mes.
No marchan al ritmo
Hugo Aboites, Rector de la UACM, explica en entrevista que ya se trabaja para revertir esta situación con nuevas modalidades de titulación, estudios sobre las causas de alcoholismo y drogas en los estudiantes y una investigación de los porqués del ausentismo.
Sobre el tema de las adicciones apunta que “la cuestión del alcoholismo es una peste nacional. Las instituciones de educación superior sufrimos el problema de las adicciones, ni el Insituto Politécnico Nacional, ni la UAM, están exentas”.
Del ausentismo apunta que “tenemos dificultades para hacer la contabilidad del ausentismo, porque los jóvenes se pueden ausentar de sus clases y (aun así) presentar un examen de certificación al final del ciclo escolar. Entonces es muy difícil medir… No es una institución que esté preocupada por la idea de conservar a todos los estudiantes marchando al mismo paso, como regimientos en la terminología del ejército romano, como esta idea de militarización”.
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