El "Partido Islámico de Turkestan" promete a las fuerzas del régimen y a los rusos convertir el río Assi en un río de sangre y convertir a Sahl al-Ghab en un cementerio para ellos.
Ante la constada invasión rusa de Siria.
El "Partido Islámico de Turkestan" promete a las fuerzas del régimen y a los rusos convertir el río Assi en un río de sangre y convertir a Sahl al-Ghab en un cementerio para ellos.
17/07/2019
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos vigiló los bombardeos de misiles llevados a cabo por facciones islámicas y el "Partido Islámico Turkestani" el miércoles por la noche, donde atacaron el campo de Joureen y sus alrededores y el Castillo de Mirza cerca de al-Jubb al-Ahmar, en el que las fuerzas del 5º regimiento Ruso 5. Los cuerpos están posicionados, además de apuntar a áreas en Sahl al-Ghab y Muhradah Power Station, esto ocurre después de la llegada de refuerzos militares para las fuerzas del régimen y los milicianos leales al campo de Joureen en el campo occidental de Hama, que es tomado por el régimen y los milicianos leales a ellos como base para operaciones militares en el campo de Hama, y estos refuerzos están compuestos por tanques, artillería pesada y decenas de autos cargados de soldados, mientras que el líder del "Partido Islámico Turkestani" prometió que las fuerzas asaditas y de los rusos padecerán verdaderas masacres contra ellos en los próximos días a través de una grabación de audio del Observatorio Sirio obtuvieron una copia del mismo, donde dijo: “con el permiso del Uno, el Qahhar, el Aziz, el Jabbar; Convertiremos el río Assi del agua en un río de sangre,
Rusia niega que sus tropas estén combatiendo en el noroeste de Siria
A pesar de todas las evidencias en contrario Rusia niega que sus tropas estén combatiendo en el noroeste de Siria
Se niega lo evidente.
MOSCU (Reuters) - Rusia negó el jueves las acusaciones de los rebeldes sirios de que las fuerzas especiales o terrestres rusas estaban luchando en la campaña por la región de Idlib, controlada por los rebeldes, informó la agencia de noticias RIA.
Comandantes rebeldes de alto rango dijeron el miércoles que Rusia ha enviado fuerzas especiales en los últimos días para luchar junto a las tropas del ejército sirio que luchan por obtener ganancias en un asalto de más de dos meses en el noroeste de Siria para tomar el último bastión de la oposición.
"Rusia no ha tenido y no tiene fuerzas terrestres en Siria", dijo el ministerio de defensa.
AMMAN (Reuters) - Rusia ha enviado fuerzas especiales en los últimos días para luchar junto a las tropas del ejército sirio que luchan por obtener ganancias en un asalto de más de dos meses en el noroeste de Siria para apoderarse del último bastión de la oposición, dijeron comandantes rebeldes de alto rango.
Dijeron que aunque los oficiales y las tropas rusas habían estado detrás de las líneas del frente dirigiendo las operaciones, usando francotiradores y disparando misiles antitanques, esta fue la primera vez que Moscú envió tropas de tierra al campo de batalla en la campaña que comenzó a fines de abril.
"Estas fuerzas rusas especiales ahora están presentes en el campo de batalla. Los rusos están interviniendo directamente ahora ", dijo el capitán Naji Mustafa, portavoz de la coalición de facciones rebeldes respaldada por Turquía y apoyada por Turquía.
Las fuerzas terrestres rusas entraron en batalla con las fuerzas gubernamentales para apoderarse de las colinas estratégicas de Humaymat en el norte de Hama, que cayeron en manos de los rebeldes la semana pasada, recuperándolas después de los intentos sucesivos anteriores del ejército.
"Cuando las fuerzas de (el presidente sirio Bashar) al-Assad no avanzaron, Rusia intervino directamente ... después de bombardear el área con más de 200 incursiones", dijo Mustafa.
Funcionarios del ministerio de defensa ruso no estuvieron disponibles de inmediato para hacer comentarios.
Más de dos meses de operaciones respaldadas por Rusia en la provincia de Idlib y sus alrededores han rendido poco o nada para Rusia y su aliado, el presidente Bashar al Assad.
Es un caso raro de una campaña militar que no ha favorecido a Rusia desde que intervino en 2015.
"Rusia no solo fracasó, sino que ha estado expuesta a la derrota", dijo Mustafa.
El jefe de un importante grupo rebelde dijo que el despliegue de Moscú de un número no revelado de fuerzas terrestres se produjo solo después de que las tropas sirias de élite conocidas como las Fuerzas del Tigre y las milicias aliadas no pudieran hacer "ninguna ganancia territorial significativa".
"El ejército sirio se encontró en una crisis y se vio obligado a pedir tropas rusas en el campo de batalla", dijo Jamil al-Saleh, el jefe del grupo rebelde Jaish al Izza.
Al Saleh se hizo eco de las opiniones de la oposición de que los rusos y sus aliados que habían ganado todas las batallas con la oposición desde que Moscú intervino en Siria habían calculado mal la fuerza y la motivación de los rebeldes.
"En vista del tamaño de la artillería y el bombardeo aéreo, los rusos y el régimen esperaban apoderarse de grandes áreas", dijo Al Saleh.
Los rebeldes contactados por Reuters dijeron que el suministro de armas, incluidos los misiles antitanque guiados por Turquía, no solo había convertido en una batalla costosa para los rusos y sus aliados, sino que también había rechazado los ataques terrestres.
El asalto liderado por los rusos no solo ha dejado decenas de aldeas y pueblos en ruinas, sino que, según la ONU, ha obligado a más de 300,000 civiles a huir a la seguridad de las áreas más cercanas a la frontera con Turquía.
Otro oficial rebelde dijo que las fuerzas chiítas respaldadas por Irán que hasta ahora se habían abstenido de unirse al asalto liderado por los rusos ahora estaban ingresando al campo de batalla.
"Los iraníes han traído refuerzos y ahora están luchando en varios frentes", dijo Mohammad Rashid, portavoz de Jaish al-Nasr, un grupo rebelde respaldado por Turquía que lucha contra el ejército sirio.
"Rusia no ha tenido y no tiene fuerzas terrestres en Siria", dijo el ministerio de defensa.
Rebeldes sirios dicen que Moscú despliega fuerzas terrestres en la campaña Idlib
AMMAN (Reuters) - Rusia ha enviado fuerzas especiales en los últimos días para luchar junto a las tropas del ejército sirio que luchan por obtener ganancias en un asalto de más de dos meses en el noroeste de Siria para apoderarse del último bastión de la oposición, dijeron comandantes rebeldes de alto rango.
Dijeron que aunque los oficiales y las tropas rusas habían estado detrás de las líneas del frente dirigiendo las operaciones, usando francotiradores y disparando misiles antitanques, esta fue la primera vez que Moscú envió tropas de tierra al campo de batalla en la campaña que comenzó a fines de abril.
"Estas fuerzas rusas especiales ahora están presentes en el campo de batalla. Los rusos están interviniendo directamente ahora ", dijo el capitán Naji Mustafa, portavoz de la coalición de facciones rebeldes respaldada por Turquía y apoyada por Turquía.
Las fuerzas terrestres rusas entraron en batalla con las fuerzas gubernamentales para apoderarse de las colinas estratégicas de Humaymat en el norte de Hama, que cayeron en manos de los rebeldes la semana pasada, recuperándolas después de los intentos sucesivos anteriores del ejército.
"Cuando las fuerzas de (el presidente sirio Bashar) al-Assad no avanzaron, Rusia intervino directamente ... después de bombardear el área con más de 200 incursiones", dijo Mustafa.
Funcionarios del ministerio de defensa ruso no estuvieron disponibles de inmediato para hacer comentarios.
Más de dos meses de operaciones respaldadas por Rusia en la provincia de Idlib y sus alrededores han rendido poco o nada para Rusia y su aliado, el presidente Bashar al Assad.
Es un caso raro de una campaña militar que no ha favorecido a Rusia desde que intervino en 2015.
"Rusia no solo fracasó, sino que ha estado expuesta a la derrota", dijo Mustafa.
El jefe de un importante grupo rebelde dijo que el despliegue de Moscú de un número no revelado de fuerzas terrestres se produjo solo después de que las tropas sirias de élite conocidas como las Fuerzas del Tigre y las milicias aliadas no pudieran hacer "ninguna ganancia territorial significativa".
"El ejército sirio se encontró en una crisis y se vio obligado a pedir tropas rusas en el campo de batalla", dijo Jamil al-Saleh, el jefe del grupo rebelde Jaish al Izza.
Al Saleh se hizo eco de las opiniones de la oposición de que los rusos y sus aliados que habían ganado todas las batallas con la oposición desde que Moscú intervino en Siria habían calculado mal la fuerza y la motivación de los rebeldes.
"En vista del tamaño de la artillería y el bombardeo aéreo, los rusos y el régimen esperaban apoderarse de grandes áreas", dijo Al Saleh.
Los rebeldes contactados por Reuters dijeron que el suministro de armas, incluidos los misiles antitanque guiados por Turquía, no solo había convertido en una batalla costosa para los rusos y sus aliados, sino que también había rechazado los ataques terrestres.
El asalto liderado por los rusos no solo ha dejado decenas de aldeas y pueblos en ruinas, sino que, según la ONU, ha obligado a más de 300,000 civiles a huir a la seguridad de las áreas más cercanas a la frontera con Turquía.
Otro oficial rebelde dijo que las fuerzas chiítas respaldadas por Irán que hasta ahora se habían abstenido de unirse al asalto liderado por los rusos ahora estaban ingresando al campo de batalla.
"Los iraníes han traído refuerzos y ahora están luchando en varios frentes", dijo Mohammad Rashid, portavoz de Jaish al-Nasr, un grupo rebelde respaldado por Turquía que lucha contra el ejército sirio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario