El presidente Obrador lo puede negar tres veces; puede decir que tiene otros datos, puede inventar otras 30 mil mentiras pero… al final de cuentas nada modificará la necrológica realidad de su gobierno.
 ¿Y cuál es esa realidad?
Que el de López Obrador es un gobierno muerto, solo a la espera de la “cristiana sepultura”.
 ¿Lo dudan?
1.- Es un gobierno muerto porque el propio presidente le dio el disparo de muerte al llevar al fracaso total el crecimiento económico, el PIB, que por los caprichos lopistas fue empujado al peor de los mundos, al umbral del cero por ciento de crecimiento, sólo en el primer año de gestión.
Y es que AMLO tenía todo para arrancar uno de los mejores gobiernos de la historia en México –en materia económica y política–, pero gracias a su terquedad senil, llevó a la quiebra la economía en sólo 10 meses.
2.- El de López es un gobierno muerto porque no logrará sobrevivir a ninguna de las cuatro pandemias que atacan al mundo; la pandemia del Covid-19; la pandemia económica, la del petróleo y, sobre todo, esa pandemia virtuosa del surgimiento de una sociedad nueva, a nivel global, que reclama la recuperación del poder.
 3.- Está muerto el gobierno de AMLO porque sustenta su propuesta social no el crecimiento económico y tampoco en la creación de empleos. No, la propuesta de AMLO se basa en la grosera dádiva clientelar que ofende u denigra a los que menos tienen.
 Y es que, por pura casualidad, la recesión global y el decrecimiento de la economía mexicana cancelará los programas clientelares de AMLO. Es decir, no habrá dinero para regalar, lo que obligará al presidente a saquear no sólo las Afores sino el dinero de las pensiones, lo que provocará la mayor crisis social de la historia.
4.- Está muerto el gobierno de Obrador porque la pandemia petrolera ya mató al más caprichoso de los proyectos estrella de AMLO; la Refinería de Dos Bocas, que se pretendía construir en Tabasco.
Y está muerta esa refinería imaginaria porque el futuro del petróleo en todo el mundo se fue hasta el fondo de los yacimiento de crudo; está en los peores momentos de su historia, en los precios más bajos y, sobre todo, porque en tal escenario resulta insalvable la tragedia petrolera global.
¿A quién se le ocurre construir hoy una refinería, cuando el precio del petróleo se vende a un dólar y su extracción cuesta 30 veces más, cuando  está en el precio más bajo de su historia; cuando México debe pagar a quienes decidan llevarse el petróleo.
5.- Está muerto el gobierno de López porque a causa de la recesión global, que produjo la pandemia global y que hizo crisis de manera global en la industria turística –de la que México era líder global–, resulta inviable la construcción del Tren Maya; ocurrencia de AMLO que sin recursos públicos no será posible
 6.- Y está muerto el gobierno de AMLO porque la industria aérea, igual que la turística, están muertas. ¿A quien le importa hoy una terminal aérea cuando están en quiebra las líneas aéreas?
 7.- Está muerto en gobierno de AMLO porque el desempleo será uno de los mas escandalosos de la historia, en los meses y años por venir, frente a un gobierno que prometió que “primero los pobres”.
 8.- Y es que los pobres, la clientela de AMLO, la fuente de su legitimidad, será el primer sector social que pedirá que Obrador deje el poder.
  ¿Por qué?
 Porque AMLO ya es un experto en la multiplicación no de los panes y menos de los peces, sino de los pobres.
Hoy y mañana, los pobres en México se multiplicarán al grado de ser los primeros en exigir la renuncia de AMLO.
¿Lo dudan?
Se los dije