China pide a EEUU que se ocupe de racismo ‘sistemático’ en su suelo
China ha acusado a las autoridades de EE.UU. de “mentir descaradamente” sobre las minorías étnicas mientras olvidan “sistemáticas discriminaciones” en su suelo.
El portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Zhao Lijian, ha rechazado este martes las recientes declaraciones del secretario estadounidense de Estado, Mike Pompeo, que ha afirmado que el Gobierno de Pekín está intentando reducir el índice de natalidad de los habitantes de la etnia uigur en la región noroccidental de Xinjiang.
El vocero chino ha asegurado, no obstante, que la población musulmana uigur de Xinjiang ha aumentado de 5,55 millones de personas en 1978 a 11,68 millones en 2018, lo que “supone más del doble”, además de representar el 46,8 por ciento del total de la región.
En este sentido, Zhao ha instado a las autoridades norteamericanas a dejar de centrarse en los asuntos internos chinos y enfocarse más en su propio país, donde las minorías étnicas, entre ellas los afrodescendientes, han sido “maltratadas” y “sistemáticamente marginadas” debido a las “sistemáticas discriminaciones” de las propias autoridades de EE.UU.
“Llamamos a los políticos estadounidenses, como el señor Pompeo, a dejar de lado el sesgo y el doble rasero, prestar atención al problema de la discriminación racial en su país, invertir más tiempo y energía en mejorar la situación sobre los derechos humanos en EE.UU. y dejar de denigrar a China”, ha sostenido.
Zhao ha recordado también a Pompeo unos informes que revelan que los afroamericanos contagiados con el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, en EE.UU. mueren más que los blancos, algo que, según el vocero chino, “revela la inequidad racial” en suelo norteamericano.
EE.UU. habla de los derechos humanos mientras se plantean amplias críticas en su contra respecto a los migrantes, las minorías y las injerencias militares en varias partes del mundo, demostrando así su política de doble rasero.
En las últimas semanas, distintas ciudades de EE.UU. han sido escenario de masivas protestas después de que el afroamericano George Floyd muriera a manos de un policía blanco en la ciudad de Mineápolis. Su muerte reavivó la ira del pueblo por los asesinatos de negros cometidos por agentes del orden y reabrió heridas profundas por la desigualdad racial presente en el país norteamericano.
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