El Daesh se convierte en un problema para Afganistán
Funcionarios talibanes en la provincia de Nangarhar dijeron que 65 miembros del grupo terrorista Daesh se han rendido a sus fuerzas.
Las autoridades dijeron que los terroristas, bajo la mediación de los jefes tribales en las ciudades de Kot y Batikot en la provincia de Nangarhar, depusieron sus armas y se rindieron.
Los talibanes dijeron que estas personas serían severamente castigadas si regresaban al Daesh y tomaban de nuevo las armas contra los talibanes.
En los últimos meses, se han producido varias explosiones, ataques armados y tiroteos en varias provincias, incluida Kabul, de los que se ha atribuido la responsabilidad la rama de Jorasan del Daesh.
Anteriormente, algunos funcionarios talibanes, incluido su portavoz Zabihullah Muyahid, habían enfatizado que el Daesh no era una amenaza seria para Afganistán y que los talibanes por sí solos podían luchar contra el grupo terrorista.
Esto se produce cuando los agentes afganos entrenados por EEUU y los miembros de las antiguas fuerzas especiales se unen al Daesh para protegerse de los talibanes, informó el periódico en línea Southfront.
Según The Wall Street Journal, “Es importante señalar que estos nuevos reclutas aportan a Daesh experiencia crítica en recopilación de inteligencia y técnicas de guerra, lo que potencialmente fortalece la capacidad de la organización extremista para desafiar la supremacía de los talibanes”.
Como prueba, el informe indica que “un oficial del Ejército Nacional Afgano que comandaba el depósito de armas y municiones del ejército de la antigua república en Gardez, la capital de la provincia sudoriental de Paktia, se unió a la rama regional del grupo extremista, y fue abatido hace una semana en un enfrentamiento con los talibanes”, según un ex funcionario afgano que lo conocía.
El ex funcionario dijo que varios otros hombres que conocía, todos ellos miembros de los servicios de inteligencia y del ejército de la ex república afgana, también “se unieron al Daesh después de que los talibanes registraron sus hogares y exigieron que se presentaran ante las nuevas autoridades del país”, continúa el informe.
Es alarmante que entre los que se han unido al Daesh, por temor a ser ejecutados por los talibanes, se encuentran miembros de las fuerzas especiales. En algunos casos, estas fuerzas especiales afganas recibieron un entrenamiento exhaustivo de manos de los SEALS de la Marina de EEUU o los Boinas Verdes.
El WSJ cita los siguientes ejemplos: “Un residente del distrito de Qarabakh, al norte de Kabul, dijo que su primo, un ex miembro de alto rango de las fuerzas especiales afganas, desapareció en septiembre y ahora formaba parte de una célula del Daesh”.
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