Palestina. En Gaza, producto de los continuos bombardeos y destrucción generada por los sionistas, los bebés están privados de lo básico
Por Abudaker Abed*, Resumen de Medio Oriente, 20 de febrero de 2024.
Khaled es un bebé.
Nacido poco antes de que Israel declarara su guerra genocida en Gaza, ha pasado la mayor parte de su vida en condiciones muy insalubres.
En las primeras etapas de la guerra, su familia tuvo que evacuar su casa en el norte de Gaza.
“Tuvimos que caminar por calles llenas de escombros”, dijo Sahar, la madre de Khaled. “Estábamos bajo bombardeos constantes. Fue absolutamente aterrador”.
Los padres de Khaled no pueden cubrir sus necesidades básicas.
Los pañales son escasos. También lo son las fórmulas infantiles y otros alimentos.
“Ni siquiera tiene suficiente ropa de invierno o mantas para cubrirse durante las noches frías”, dijo Sahar.
Khuloud, pariente de Sahar, tiene un hijo de 1 año. Desplazada y desnutrida, Khuloud no puede producir suficiente leche materna para su hijo.
Su hijo necesita pañales especiales porque, de lo contrario, se le irrita la piel. Encontrarlos es imposible.
“Mire los precios”, dijo Khuloud. “Un paquete de pañales cuesta 50 dólares, 100 gramos de leche para bebé 3 dólares, un paquete de semillas de avena o de trigo 7 dólares, un tarro de miel alrededor de 50 dólares. La lista sigue y sigue.”
“Teniendo en cuenta estos precios, cuidarlo nos costaría alrededor de 200 dólares a la semana”, añadió. “Eso es mucho más de lo que podemos permitirnos”.
“Miserable”
Mahmoud ha huido del campo de refugiados de Beach en la ciudad de Gaza hacia Deir al-Balah en la Zona Media.
Su hijo de 4 años empezó a orinar mientras dormía. Mojar la cama es un síntoma conocido de trauma infantil.
La vida del niño “es realmente miserable”, dijo Mahmoud, que tiene otros siete hijos.
“Está en una edad en la que ya no debería usar pañales”, añadió Mahmoud. “Pero ahora debe hacerlo por la noche”.
Mahmoud es pescador. Es demasiado peligroso para él ejercer su oficio.
Incluso antes de la guerra actual, Israel atacaba con frecuencia a los pescadores.
“Lo he perdido todo en esta guerra”, dijo Mahmoud. “Mi casa, mi trabajo. No me queda nada. Me causa un gran dolor volver todos los días a mi tienda y ver a este niño llorando por leche y pan”.
Mahoma abandonó al-Rimal, un barrio de la ciudad de Gaza, hacia Deir al-Balah. Su esposa está embarazada.
“Estoy extremadamente preocupado por ella y mi próximo hijo”, dijo Muhammad. “Rezamos todos los días para que esta guerra termine”.
“He perdido mi trabajo”, añadió. “Y no sabemos qué le ha pasado a nuestra casa. Simplemente estoy desconcertado y desconcertado”.
*Abubaker Abed es periodista y traductor del campo de refugiados de Deir al-Balah en Gaza.
fuente: The Intifada Electronic
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