Los ángeles
Los ángeles son creados de «luz», no la luz que conocemos, sino la luz en su forma más sutil y refinada
Representación medieval de los ángelesLa creencia en el reino invisible de la existencia y en los seres que lo habitan es otro de los fundamentos de la fe islámica. Debido a que nuestros poderes sensoriales son limitados, no es de sabios negar por completo la existencia de reinos más allá de nuestros sentidos. Asimismo, sabemos tan poco acerca de la existencia que lo que sabemos es considerablemente menor que lo que no sabemos. Nuestra comprensión de la naturaleza del Universo se halla en su infancia y no podemos afirmar saber lo que ocurrirá en el futuro. Nuestras ciencias todavía no han rebasado su «niñez», y el futuro será testigo de deslumbrantes descubrimientos y desarrollos científicos. Los conceptos islámicos de creación, revelación, Misión Profética, los eventos que acaecen en el Mundo, la devoción, la vida espiritual, la muerte, la Resurrección, y la posición central de la humanidad en el cosmos no pueden ser entendidos sin hacer referencia a los ángeles.
El Majestuoso Creador de este enorme palacio de creación emplea a cuatro tipos o clases de obreros: ángeles y otros seres espirituales; cosas inanimadas y creaciones vegetales, las cuales son siervos importantes de Dios que trabajan desinteresadamente; animales, que sirven inconscientemente a cambio de un pequeño estipendio de comida y placeres; además de la humanidad, la cual trabaja consciente de los propósitos del Creador Majestuoso. Los humanos se cultivan intelectualmente en todo momento, siempre dispuestos a aprender de todo, y vigilan a los sirvientes de los rangos inferiores (como los animales, las plantas, etc.) y a cambio serán recompensados aquí y en el Más Allá.
Los ángeles son creados de «luz», no la luz que conocemos, sino la luz en su forma más sutil y refinada, la cual denominamos nur. La palabra en lengua árabe para ángel es malak. Según la etimología de la palabra de la cual derivó, malak significa «mensajero», «ayudante», «enviado», «superintendente», y «poderoso». El significado de la raíz también implica descenso desde un lugar elevado. A los ángeles les es concedido un poder de voluntad parcial pero, a diferencia de la humanidad, no son puestos a prueba. Sus posiciones, a los ojos de Dios, nunca cambian. Los ángeles son siervos de Dios que erigen relaciones entre el mundo metafísico y el material, acarrean los mandatos de Dios, dirigen los actos y las vidas de los seres (con permiso de Dios), y representan sus alabanzas en sus propios reinos.
Esos seres nunca son ascendidos de rango o posición por lo que hacen, ya que cada uno tiene un rango fijo, determinado, y recibe una alegría particular por el trabajo en sí mismo, así como un radiante esplendor como consecuencia de la devoción. Es decir, su recompensa se encuentra en su servicio. Del mismo modo que nosotros somos alimentados y obtenemos sensaciones placenteras del aire y el agua, así como de la luz y la comida, los ángeles son alimentados y reciben placer de las luces de la remembranza, el conocimiento y la glorificación del Todopoderoso, la devoción, y el amor hacia Dios. Y ya que son creados de luz en su forma más refinada y sutil, la luz los mantiene. Incluso las esencias fragantes, las cuales se encuentran cercanas a la luz, son un tipo de alimento que ellos disfrutan.
A los ángeles se les dota de un éxtasis tan excelso que no podemos siquiera intentar comprenderlo, un don como consecuencia de realizar sus trabajos bajo la orden del Único a Quien ellos alaban, sus acciones por gloria a Él, un privilegio como consecuencia de prestar su servicio en Su Nombre, su supervisión a través de Su vista, su honor ganado por la conexión con Él, su «refrigerio» encontrado en el estudio de las dimensiones material e inmaterial de Su Reino, y su satisfacción al observar las manifestaciones de Su Gracia y Majestuosidad. Además, sólo ellos pueden percibir este arrobamiento.
Los ángeles nunca cometen pecados ni muestran desobediencia, y ya que no albergan almas que les ordenen el mal para resistirse a Dios Todopoderoso, tienen puestos fijos, no son promovidos a rangos más altos, ni reducidos a los más bajos. También están libres de las cualidades morales negativas como la envidia, el rencor, la enemistad, y de las codicias y apetitos animales que se encuentran en la humanidad y los genios.
El sexo de los ángeles es indefinido; no comen, no beben, ni sienten hambre, sed o cansancio. Aunque no reciben recompensas a cambio de su veneración, emanan un placer especial llevando a cabo las órdenes de Dios y sienten regocijo al estar cerca de Él. No son promovidos en su rango pero reciben alguna clase de placer espiritual de su veneración. La alabanza, la devoción, la recitación de los Nombres de Dios y la glorificación son su alimento; también son alimentados con la luz y la dulce fragancia.
Ciertas funciones son asignadas a los ángeles. Aparte de aquellos delegados con la función de representar y supervisar a varias especies sobre la Tierra así como presentar su devoción a Dios, existen cuatro Arcángeles y otros ángeles con un grado de cercanía especial a Dios. Yibril (Gabriel) es el principal mensajero de Dios. Mikail (Miguel) está a cargo de la lluvia, el crecimiento de las plantas y es el guardián de los lugares sagrados. Israfil (Rafael) tiene como cometido tocar el cuerno que anunciará el Día de la Resurrección. Por su parte, Azrail toma el alma de las personas en el momento de su muerte.
Como se ha señalado, los ángeles son de diferentes clases. Además de aquellos que están delegados para representar y supervisar a la especie de la creación sobre la Tierra y presentar ante Dios su devoción, hay cuatro Arcángeles, y los ángeles llevando el Trono de Dios. También están los grupos de Ángeles llamados Malá–i A´la (el «Consejo Más Notable»), Nadiyy-i A´la (la «Asamblea Más Ensalzada») y Rafiq-i A´la (la «Compañía Más Excelsa»). Hay ángeles señalados para el Paraíso y el Infierno.
Los ángeles que registran los actos de los hombres son llamados Kiramun Katibun (los «Nobles Escribas o “Registradores”»), y como queda declarado en un hadiz, hay trescientos sesenta ángeles responsables para la vida de cada creyente. Lo protegen, especialmente durante su infancia y la vejez, rezan por él y le piden a Dios su perdón. También hay ángeles que vienen en ayuda de los creyentes en la guerra, asisten a las asambleas de alabanza y glorificación de Dios y a los encuentros celebrados para hacer estudios por Dios y así como por el bien de la gente.
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