ANGELA
PERALTA EL RUISEÑOR MEXICANO
UN MENSAJE
DE PAZ DE MEXICO AL MUNDO
EN HOMENAJE
AL 171 NATALICIO (6 DE JULIO)
*Erubiel
Ángel Camacho López
“El siglo XXI será religioso o no será” André
Malraux (1901-1976) escritor y político francés
"De nada
presumo, ni aún de aquello por lo cual el mundo me ha dado un nombre que
acaricio, no por orgullo, sino por las lágrimas que me ha costado".A.P.
"¡Ojalá que
estas pobres flores regadas con mi llanto, no sean un pretexto para que se me
ultraje, cuando me parece que con ellas a nadie ofendo!".A.P.
El 1 de septiembre del año 1883, a las 9 de la
noche, la Secretaria de Gobernación recibía un telegrama extenso en donde se
informaba el deceso de la famosa cantante mexicana: Ángela Peralta en el puerto
de Mazatlán. Días después se anunciaba en la Ciudad de México, la cual contaba
con cerca de 220 mil habitantes, grandes homenajes póstumos y un gran duelo
nacional, por parte del gobierno, artistas, poetas, intelectuales, funcionarios
y dependencias oficiales, presididas en ese entonces, por el presidente Manuel González,
sobre el cual pesaba la acusación de ser un “títere” del general Porfirio Díaz.
Justo en ese mismo año empezaría la primera gran crisis económica mundial
decretada desde Wall Street. Su deceso fue el 30 de agosto, cerca de las 10 y
media de la mañana, después de haber cumplido su última voluntad y deseo en su
lecho mortal: el de casarse en in artículo
mortis con su representante y también viudo como ella, el licenciado Julián
Montiel y Duarte. Su deceso fue consecuencia de haber sido contagiada desde su
llegada a Mazatlán, Sinaloa, al Hotel Iturbide, cuarto numero 10, el 22 de agosto, mismo día en que canto a
Capela la canción de la Paloma desde el balcón, que mucho gustaba a la emperatriz
Carlota, por la fiebre Amarilla o el vomito negro, el Zika hoy se le llamaría,
lo que causo la muerte y de casi toda su compañía artística, tenor, músicos
y cerca de 74 miembros de 80 que le acompañaban.
Sobreviviría casualmente también un joven violinista de Guanajuato, que sería
famoso a nivel nacional e internacional, Juventino Rosas (1868-1894) del cual
hablaremos más adelante. Es enterrada ese mismo día a las 5 de la tarde en el panteón
2, mismo que adoptaría su nombre años despues, en un féretro cargado por cuatro
soldados y pocas personas acompañándola en un silencio sepulcral pesado e
imponente. Con su fallecimiento, acababa una leyenda viviente y comenzaba un
mito que aun subyace en la memoria colectiva de nuestro pueblo mexicano, siendo
un referente obligado del siglo XIX y de nuestra historia nacional plagada de
tragedias, guerras, terremotos, revueltas, asonadas, mortíferas epidemias,
hambrunas y múltiples calamidades naturales. Exhumada en 1937, fueron llevados
sus despojos mortales a la Rotonda de los Personajes Ilustres, entre festejos y
festivales en la Ciudad de México, en donde una placa dice EN SU TUMBA: “EL
RUISEÑOR MEXICANO.CANTO COMO NADIE HA CANTADO EN EL MUNDO Y FUE NUESTRA
CONSPICUA EMBAJADORA EN LOS MAS ALTOS EMPORIOS DEL ARTE MUSICAL” NACIO 1845
MURIO EN 1883 : enterrada junto a los poetas, Amado Nervo y Luis G. Urbina
POLVO, POLVO, NADA.
NACIMIENTO E
INFANCIA DE ANGELA PERALTA
Nuestro Ruiseñor era capitalina, chilanga o
mexiqueña, había nacido en la “Real Ciudad de México” en un fatídico año de
1845, ya que en ese entonces habíamos ya casi perdido más de la mitad de
nuestro territorio nacional en guerra contra los “gringos”, cabe aclarar, que este
peyorativo acuñado a los estadounidenses se había creado en México y era
popular entre los habitantes en esos tiempos, ya que por el uniforme verde de
las tropas invasoras, la gente les decía “verde vete” en ingles para que
entendieran su nada grata estancia en el Palacio Nacional ocupado. Registrada
en el libro de bautizo 654, con el nombre de MARIA DE LOS ANGELES MANUELA
TRANQUILINA CIRILA EFRENA PERALTA Y CASTERA. Su casa en el centro de la ciudad,
aun conserva una placa grabada en piedra, donde se asienta su lugar de
nacimiento en Aldaco numero 11. “A la eminente Diva Ángela Peralta quien nació
en este lugar” 1926, a unas cuadras de la calle-andador se sigue conservando
su nombre junto al Palacio de Bellas Artes, por lo que todo acto que se realiza
en ese recinto y calle, es un homenaje a su honor. Su madre durante su embarazo
fue testigo del terrible terremoto de “Santa Teresa” el 9 de abril a las 3 y
media de la tarde, cuando por más de cuatro minutos miles de casas sucumbían
junto al templo de Santa Teresa, junto a la Catedral Mexicana en el Zócalo, el
cual desde ese momento ya no se utilizo nunca para iglesia, siendo destruidos
su famoso “Cristo del Cardonal” que emanaba agua permanentemente y que era de
madera de ahuehuete de un árbol sagrado para los aztecas así como la capilla
“Sixtina Mexicana” pintada en las cúpulas por el reconocido pintor valenciano Xavier
Jimeno.13 años después otro temblor a las 9 y media de la mañana duraba más de
6 minutos con peor intensidad, proveniente también de la temida “Brecha de
Guerrero” calculándose en cerca de 8 grados Richter, siglo de temblores era el
siglo XIX.
Su padre al parecer era un modesto peluquero accidentado,
enfermizo que tenía dos hijos más, Manuel mayor que ella y Elena menor, tenía una clásica madre mexicana apegada y abnegada.
Mestiza como el 98 por ciento de los mexicanos, era de origen humilde y le
ayudaba a los mandados a su papa y su mama, la que llegaron a emplearla de
sirvienta con una señora de Puebla a los 8 años, en donde hasta la actualidad
hay un monumento-pináculo en un barrio poblano en su honor. Pero no fue sino
hasta los 9 años de edad en que fue llevada por su maestro el reconocido
director de ópera y jurado del concurso
del Himno Nacional Mexicano, Agustín Balderas, a conocer a la prestigiada
Henriette Sontag, contratada por el Teatro Nacional de México en 1854, para la próxima
temporada de Ópera y cantar el reciente aprobado en concurso convocado por el
presidente Santa Anna “el mocho”; Himno Nacional Mexicano. Hay que recordar que
Enriqueta Sontag o la Condesa Rossi como
también se le llamaba, era una hermosísima señora prusiana nacida en 1806 y que
había cantado por primera vez en la historia junto al gran sordo Beethoven la
novena sinfonía, actual himno de la Unión Europea Compuesta por 28 países, por
lo cual era más que famosa y reconocida como la mejor soprano del mundo. Esta prima donna, accedió a conocerla, no sin
antes soportar con paciencia distintos halagos de la aristocracia de la cual
estaba cansada de que les llevaran a sus hijas a oírlas cantar.
Cuando vio aparecer a la pequeñuela en la sala de
su residencia por única vez en su vida, quedo aturdida por la sorpresa.
Pobremente vestida, chaparra y regordeta, de piernas flacas y torcidas, la niña
tenía una cara ancha, el cutis de un prieto amarillento y picado por huellas de
viruela, la nariz chata, gruesa y una boca enorme. Pero lo menos grato y
desagradable, eran sus ojos saltones. Con una acentuada torpeza de sus
movimientos por el miedo de estar frente a la admirada cantante, el saludo fue
con una total falta de gracia y sin más preámbulos se puso a cantar la Cavatina de la opera Belisario. La expresión
de la gran diva alemana cambio de expresión al reconocer y percibir un timbre
de increíble dulzura y voz potente que su garganta modulaba con una asombrosa
flexibilidad. Entusiasmada y con desbordante ánimo, cuando acababa la niña de
cantar, el abrazo y beso con una enorme ternura
fue su respuesta, aparte de algunos apuntes y ejercicios que puso en sus
manos.
-¿Cómo te llamas, maravilla? Pregunto en un buen español
Enriqueta Sontag
-ÁngelaPeralta… contesto la chiquilla
-Si te llevaran a Italia, llegarías a ser una de
las cantantes más grandes de Europa, dijo antes de retirarse a descansar.
Pronostico
que llegaría a ser una verdad realizada
años después.
Enriqueta Sontag moriría semanas después de haber
viajado al pueblo de Tlalpan y contagiarse de Cólera.
Su muerte fue una conmoción mundial, cientos de
telegramas de todo el orbe lamentaban lo sucedido, gobiernos y artistas estaban
conmovidos por su repentina muerte en tierras mexicanas. A su entierro acudían
miles de personas, se habían declarado oficialmente 3 días de duelo. Solemnes
exequias se realizaron y se decreto luto universal. Una orquesta encabezaba la
procesión, donde funcionarios y diplomáticos
extranjeros se daban cita en el panteón de San Fernando. México tenía una deuda
al mundo que después sería compensada con Ángela Peralta como escribirían los
diarios años después. Sus restos fueron llevados a su natal Dresde, años
después.
VIAJE A EUROPA Y
ESTUDIOS EN ITALIA
Después de arduos estudios musicales con los
mejores músicos de la época, Manuel Barragán, solfeo, Agustín Balderas, canto, piano y composición,
Cenobio Paniagua, piano y composición, abortando su infancia, el miércoles 18
de julio de 1860, la alta sociedad mexicana fue testigo del nacimiento de un
astro en el firmamento musical con la presentación de Ángela Peralta en el Gran
Teatro Nacional, con bombo y platillo se anunciaba y a tambor batiente se
presento con un éxito inigualable a sus
escasos 15 años, naciendo a la fama, una jovencita que produjo un
estremecimiento musical, con el papel de Leonor
de la opera el Trovador de
Verdi, siendo director y pianista su querido maestro Balderas. En esa presentación la critica la catalogo
como una futura gloria nacional, con un triunfo publico indiscutible por su “ejecución
correcta con suma precisión, inspiración y sentimiento “dirían los periódicos.
Siete meses después gracias a un ocasional mecenas
que contribuyo con el pago del viaje, se traslado a Italia para estudiar,
acompañada de su padre y su maestro Balderas. Salió rumbo a España vía Veracruz
en un barco de vapor, travesía que duraba cerca de 40 días.
Desembarcaron en el puerto de Cádiz a la ciudad del mismo nombre, donde su
padre decidió que su hija fuera escuchada por los españoles de la “madre
patria” como se decía a España en esos tiempos. Grande fue su sorpresa ya que
el triunfo fue total. El diario Constitucionalista de Cádiz publico una crónica
que entre otras cosas decía: “….México es tierra capaz de producir voces
admirables…nos ha enviado como regalo y prenda de reconciliación una soprano
que debe bastar para perdonar a México sus desafueros…la señorita Ángela
Peralta va a Italia a completar en Milán y en Roma su educación musical…le
predecimos que su nombre no será conocido por donde quiera que vaya; no la reconocerán
por otro, por el de “El Ruiseñor mexicano”. Ya en Italia se perfecciono en la
ciudad de Turín, con el célebre maestro Francisco Lamperti, quien al escuchar a
su nueva discípula, exclamo: “Sei Angela
di voce e di nome”. (Eres Angélica por voz y por nombre).
SU ESTANCIA EN EUROPA
Sobre sus estudios y presentaciones con éxitos
rotundos la embajadora del arte y cultura mexicana, existe bastante información
en internet, principalmente de sus tres giras en Europa, 1860-1865,1867-1871 y
1872-1874, así como fechas y lugares que
recorrió con presentaciones en los mejores teatros del mundo, incluso debuto en
el teatro cuna de la ópera, con el público más exigente de todos: Scala de
Milán en donde su triunfo fue rotundo. En Turín obtuvo varios contratos para
diferentes ciudades, siendo a los 18 años de edad una completa triunfadora por
su calidad artistica. Sobre sus presentaciones se cuentan varias anécdotas
muchos de ellos trasmitidos de manera oral, algunos de ellos exagerados o de
dudosa veracidad, como cuanto canto en Italia frente el Rey Victos Manuel II en
donde ante gritos de ¡Ángela, Ángela¡ salió cerca de 32 ocasiones a recibir los
aplausos de un público entregado a la jovencita. Incluso se dice que llego a
cantar frente al Papa Pio IX en un relato en donde se dice que cuando estaba
frente al sumo Pontífice en Roma, la gente le presumió a la mejor cantante italiana, a quien después
de realizar su presentación, se le dijo al representante de San Pedro que así
se cantaba en Italia, centro mundial del Bel Canto y crisol de artistas de la
única escuela italianizante musical y operística. Pero cuando canto Ángela Peralta,
el papa se le hinco, le beso las manos, diciendo que así se canta en el paraíso
y que ya podía morir tranquilo porque ya conocía y había escuchado como “cantaban
los ángeles en los dinteles de la gloria”.
Sobre sus estancias en Europa de Ángela se quedara
en el tintero mucha información, solo
nos limitaremos a destacar, sus actuaciones en los mejores teatros de Egipto,
Lisboa, Bolonia, nombrándola de la Sociedad Filarmónica de esa ciudad. Entre
tanto en nuestra nación seguía una lucha intestina fuerte entre liberales y
monárquicos, por lo cual gobernaba Maximiliano de Habsburgo, traído por los
conservadores en el llamado segundo imperio mexicano entre otros por el general
Juan Nepomuceno Almonte, hijo del prócer José María Morelos, niño guerrillero
de Cuautla, Morelos y combatiente contra el ejército norteamericano en la
batalla de la “Angostura”. Maximiliano quien quería ser el sucesor de
Moctezuma, busco en su imperio promover
entre los pobladores el gusto por la Opera, la cual gustaba mucho a su
incondicional y niño héroe mexicano a los 14 años y el ex presidente más joven
y honesto que ha tenido México, Miguel Miramón, por lo que Maximiliano mando
construir el Teatro Imperial ya que a la gente le gustaba y era algo conocedora
y admiradora de la opera. Sabedores de sus éxitos de la Peralta en Europa, le
enviaron un contrato que ella acepto de inmediato, llegando después de Paris,
Francia, en donde actuó para la aristocracia, de donde se embarco en un vapor
francés llegando a Veracruz el 19 de noviembre de 1965.
SU RETORNO A
MEXICO
Ángela Peralta ya insigne triunfadora en los
mejores lugares del mundo donde había puesto en alto el nombre de nuestra
patria y había cautivado al público europeo, llego a la ciudad de México entre
las más grandes demostraciones de júbilo de nuestra compatriotas ya que había
dado a conocer a nuestra nación, aunque no gustaba mucho por no conocerla de la
música culta, pero asistió con una ganar locas por vitorear libremente a México
oprimido por la administración franco imperialista. La crónica de su llegada y
recepción apoteótica más allá de Mexicazingo, llego a Iztapalapa a las seis de
la tarde, donde dejo la diligencia y tomo una carreta tirada por cuatro
caballos que la condujo a la garita de San Antonio Abad, allí desde una
improvisada tribuna, se leyeron discursos, versos y le fue ofrecida una hermosa
corona por los alumnos de la Academia de San Carlos, se tocaron dianas por
parte de la banda del Batallón de Policía y el himno nacional. Después se
organizo una comitiva de varios jinetes con hachas encendidas, miles de
personas escoltaban el carruaje, entre lluvias de flores arrojadas por familias
desde los balcones, todas las clases sociales participaban en este evento hasta
pasada las 8 de la noche saludaban su entrada con pañuelos las señoras. Ángela
lloraba de emoción y ya casi se desmayaba del entusiasmo, cuentan los relatos.
NOMBRAMIENTO PARA
ANGELA
Maximiliano la nombro “Cantarina de la Cámara
Imperial” y le regalo un aderezo de diamantes parecidos a los que le habían
regalado en Francia unos condes y que ambicionaban varios aristócratas, por lo
que Ignacio M. Altamirano declaro: “Toda la frescura de los laureles que Ángela
Peralta había traído de Europa, se marchitan tristemente, vergonzosamente, ante
la aceptación de ese nombramiento de una corte Bufa y oprobiosa”. Peso a todo
eso sus triunfos eran definitivos, estrenando obras y cantando como la opera
mexicana ILDEGONDA de Melesio Morales. El público llenaba totalmente los
teatros en donde se presentaba y era común regalos, flores, versos y una
compañía hasta su casa entre partidarios que quitaban los caballos de los carros
del carruaje para llevar la carreta entre sus brazos y vítores. Poco antes de
salir para Puebla contrajo matrimonio con su primo poeta y escritor literato,
Eugenio Castera, el cual le regalo una cadena de plata y un Cristo negro que llevara
siempre hasta su muerte. Con el tiempo su esposo le pegaría y perdería la razón
tristemente. Enloqueciendo de esquizofrenia, moriría en un hospital de dementes
en Paris años después.
El 6 de enero de 1866 en el puerto de Veracruz
dios su última función de opera en donde
la gente gritaba de emoción vivas a Peralta, México y gritos y consignas contra
el imperio de Maximiliano que la Peralta apoyo en forma patriótica. Al día
siguiente retorno a Europa pasando por la Habana en donde se presento en varias
funciones al público de esa ciudad. Canto después en Nueva York y se embarco a
Europa a fin de de 1867 en donde residió en Madrid y actuó con enorme éxito
durante cuatro meses muchos de sus presentaciones fueron en Barcelona.
Cuando acabo el imperio efímero de Maximiliano
liquidado en Querétaro, la sociedad mexicana tenía miedo, se resintió la zozobra política, los espectáculos
liricos se acabaron, la gente pensaba que la opera no volvería a triunfar, por
esos años el esposo de la Peralta agravaba su estado de salud, por lo que
Ángela decide regresar. En esos tiempos
se estreno la opera mexicana GUATIMOTZIN de Aniceto Ortega el “Chopin mexicano”
(eminente medico estudiado en Paris, músico de talento extraordinario). El 28
de julio de 1872 Ángela forma su propia compañía autoempleandose, compitiendo
con las operas italianas y se convierte
en empresaria destacada. Después de la muerte de Benito Juárez empezarían a
resurgir los espectáculos operísticos.
Si bien el ambiente social era asfixiante, ya que
el clero era censor y controlaba toda actividad intelectual, social y
artística, muchos artistas sobresalieron pero se morían de hambre, el caso del
genio Juventino Rosas, autor del famoso y tocado por varios años como inicio de
todas las fiestas, el Vals “Sobre las
Olas”, el cual algunos lo descalifican negándoles su autoría, creador
incomprendido y sin recursos económicos muere en Cuba a causa del alcoholismo,
caso similar y de tragedias son como el
del gran compositor “el indio de Tecamac”, Felipe Villanueva, quien también muere
joven victima Alcohol, ya no digamos del quien compuso los versos de nuestro
Himno Nacional, Luis González Bocanegra, el cual muere perseguido por
políticos, además nadie le pago como había sido convenido en el concurso de
Santa Anna, por la composición de nuestro glorioso himno.
SURGE OTRO AMOR
En 1877 surgió en la vida de la Peralta un
incipiente poeta y abogado de profesión, viudo igual que ella por prematura
muerte de su cónyuge, el licenciado
Julián Montiel y Duarte, amigo de Justo Sierra, quien había publicado sin éxito
un libro de poemas, el cual le dedico unos versos en una tertulia: “Muchas, muchísimas flores y luces
indeficientes para coronar las frentes de ese par de ruiseñores”. Este
personaje se hace su representante artístico y apoderado, el cual le publica
unas composiciones propias de Ángela, pero con el tiempo se hace su enamorado
algo que no era bien visto en la sociedad debido a que las “viudas negras” en
el decimonónico siglo, tenían que resignarse a una vida triste y de duelo permanente,
vestir siempre de negro y con un velo negro tapando toda la cara, sumidas en el resignación eterna. Condenadas a
quedarse en casa velando por su ex marido y prohibido volverse a casar, ya que el divorcio era un grave pecado, hasta
la fecha en todos los dogmas de la iglesia católica se mantiene esta creencia,
se tenía que tener un sentimiento de culpa que llevar a cuestas permeando toda su existencia triste.
Durante las tres temporadas que visita Europa,
siempre los escenarios europeos codiciaban su presencia, Rusia gustaba de sus
cantos, Francia la reconocía pero la critica era muy aguda por su aspecto
regordete, pero en su patria, a raíz de que la veían con su representante, era
condenada en los chismes y corillos fáciles
de la sociedad mexicana en donde el analfabetismo alcanzaba un 90 por ciento de
la población y la banalidad era la forma de vida junto con la frivolidad y
trivialidad, la estigmatización social
era impulsada desde los pulpitos eclesiásticos, si eran disolutas y no tenían “buen
proceder”, ya que la vida religiosa regia la vida junto a los campanarios, los ángelus, la señal de la cruz en las
manos, hincarse cuando el campanario daba la señal de llamar a misa en donde
quiera que estuvieran, donde hombres estaban de un lado y las mujeres cubiertas
las cabezas estaban del otro lado sin asientos en las iglesias. Era el siglo
XIX de una vida atormentada, las gentes, víctimas de esos destinos, de una
época sombría oscura y fatalista, sociedad plena de prejuicios morales,
murmuradoras gentes difamadoras, con clandestinas ofensas, por eso las
vicisitudes y los sinuosos caminos de la vida, hacían difícil trascender a la
historia por las reglas absurdas impuestas, tabus preconcebidos, por un
accidente ocasional tormentoso y fortuito existencial, ya que la muerte era
inevitable y el sufrimiento no era opcional.
Los mexicanos que antaño la vanagloriaban con
afecto, admiración y estimación, la
condenaban por ignorancia, ya que andaba
decían las lenguas viperinas con sarcasmo grotesco como una “mujer de la calle”,
la boicoteaban, reprochaban, repudiaban, envidiaban, cuando otrora época le
habían puesto su nombre con letras de oro al Teatro Nacional, que cargaban su
carruaje desmontando sus caballos en sus presentaciones, tanto en la llegada
como en la despedida, montando un busto de bronce en la entrada del Teatro
Nacional, hecho por el escultor José Días, ahora la rechazaban, si a esto le
añadimos, como los periódicos propalaban noticias malévolas sobre la vida
privada de Ángela, los juaristas no perdían ocasión para atacarla, si a esto le
añadimos el asesinato de un extranjero y llevado su cadáver al teatro Nacional
donde hacia sus representaciones, hicieron que La Peralta suspendiera toda sus
funciones en México, por lo que planeo una gira en provincia, sentenciando lo
cual hizo cabalmente ya que nunca más cantaría en la ciudad de México.
Su ultima actuación en la capital seria el 18 de
noviembre del 1882 en un festival benéfico, ya que ella gustaba cantar en
eventos para la beneficencia pública, donde las ganancias iban a dar a los
pobres, ya que ella personalmente se dirigía casa por casa a vender boletos,
regalar tamales y atole, junto con juguetes a las clases más desprotegidas. De
allí se dirigió a una gira por provincia de la cual nunca regresaría,
inaugurando el Teatro Degollado en Guadalajara, antes llamado Juan Ruiz de
Alarcón, pasando por San Miguel de
Allende en Guanajuato, donde hasta la fecha el principal teatro de ese lugar
lleva su nombre. Clasificada como gloria nacional es asimismo junto a la “Decima Musa” y novohispana Sor Juana Inés de la Cruz,
quien también tuvo un final trágico similar: victima de las epidemias en el
pináculo y culmen de su exitosa trayectoria y cenit creativo, destacando su
profunda madurez estética ajena a la mediocridad,
sin parangón en la historia, siendo reconocidas estas brillantes genios adelantadas a la época y que se hacen
inmortales, llegando a ser las mejores
joyas artísticas del país, tesoros nacionales pero con los bemoles del drama,
carga fatalista y nefasta de la eterna maldición femenina de Casandra, la profeta muda agorera y
pitonisa.
¿Pero quien fue este célebre personaje ídolo e
icono cuyos restos y despojos mortales reposan en la “Rotonda de los Personajes
Ilustres” que jamás de los jamases le han hecho un homenaje digno a su memoria? El pueblo capitalino llego a quererla y
adorarla con sumo orgullo patrio y después denostada, gracias a calificativos y
difamaciones de una elite social cerrada, fue repudiada de manera injusta,
denigrada, condenada, finalmente boicoteada y saboteada por arguendes y
remilgos sociales de una sociedad moralina intolerante que imponía paradigmas
religiosos de pensamientos medievales, sociedad cerrada, políticos masones
decadentes, atrasados, que nunca perdono a esta artista libre, rebelde a las
cadenas y prejuicios morales primitivos de esta era decimonónica, influida por el apogeo de la corriente romántica
ponderadora de la fatalidad fúnebre, la melancolía, soledad y el destino por
encima de la voluntad. Niña prodigio. Ángela Peralta, cantante soprano,
pianista, compositora, arpista, poetisa, empresaria de personalidad fuerte,
admirada por la aristocracia mundial, triunfadora siempre en los escenarios,
dio a conocer a nuestra incipiente nación como embajadora de arte y cultura
conquistando Europa, hablando con fluidez el francés e italiano, educada en el
bel canto fue un fenómeno musical, nadie cantaba como ella, su canto erizaba la
piel, con un agudo que flautistas, arrojaban su flauta a no dar su tono,
transportaba a otras dimensiones a quien la escuchaba, bautizada por los poetas
en España como el “Ruiseñor Mexicano “murió a los 38 años de edad en Mazatlán,
Sinaloa, donde existe para la posteridad un teatro que lleva su nombre. México
tiene una deuda histórica con ella, urge reivindicarla siempre.
Don Justo Sierra le compuso unos versos.
“Vuelve tu canto al oriente, tu patria no tiene olvido, Ángela Peralta
de Castera Lleva su nombre en tu mente y la corona en su frente y el corazón en
su nido” Manuel Acuña le compuso un gran poema a esta gran diva
Sobre Ángela podríamos hablar mucho pero no es
nuestra intención, la podríamos definir como un “Dramatis Personae” usando esta
locución latina, en un afán acorde con el culteranismo afrancesado de esa
época, en que esta gran artista surgió y declino como un ave fénix. William
Shaspeare decía hace más de 450 años, “Si no hay tragedia no hay drama y sin
drama la vida sería un aburrimiento inenarrable, añadiendo también en la obra
de Macbeth, acto V, escena V, citamos: “La vida no es más que una sombra que
pasa, un pobre cómico que se pavonea y agita una hora sobre la escena y después
no se le oye mas…un cuento narrado por un idiota con un gran aparato y que nada
significa”
Sobre su acentuada supuesta fealdad, de que había
que oírla pero no verla, es parte de la ingratitud mexicana, quien solo
reconoce a sus héroes cuando están muertos o murieron trágicamente. Era una
soprano ligera de un timbre inigualable, manejaba toda una amplia coloratura
musical, triple, soprano, llevando a sus oyentes a esferas de melodías angelicales,
era un gorjear de jilguero con trinos y arpegios agradable a los tímpanos, “Era fea, pero resplandeciente a su hermosura
interior a través de su voz de Oro” decían algunos cronistas quienes reconocían
que llevaban al éxtasis a sus oyentes que se encandilaba divinamente,
llevándolos a orbitas insospechadas y agradables estados de ánimo. Su canora
garganta hacia soñar despiertos a sus receptores acústicos. Sobresalió como
artista en un siglo donde decía Ignacio M. Altamirano, “En México, triste es
decirlo pero es cierto, los artistas son parias, no tenemos ni bastante población,
ni bastante cultura para poder ofrecer a un artista, un porvenir capaz de
hacerle grata la vida”
Es de destacar que en el siglo XIX no había casi
carreteras, abundaban los salteadores de caminos y la vida “no valía nada”
porque según cuentan algunas narraciones, el carácter del mexicano era
violento, su imagen era similar a la estampa del “valiente” del juego de la
Lotería, porque siempre andaba con un puñal escondido mismo que mostraba con
suma facilidad, tanto para amenazar o matar por cualquier cosa o discusión, ya
no digamos de la Universidad Pontificia creado desde 1553, por el virrey Luis
de Velasco, quien murió en la indigencia, esta fue suprimida por Benito Juárez
y Clausurada en definitiva por Maximiliano, por ser un recinto clerical decadente,
en donde solo se giraba sobre una teología absurda, sin posibilidad de realizar
estudios realmente humanistas. La clausura duro hasta 1910, cuando Justo Sierra
fue fundador de la nueva universidad que hasta que obtuvo su autonomía en 1829 y
su laicidad.
En 1866 el poeta Luis G. Ortiz (1832-1894) le
dedico una poesía para Ángela que se hizo famosa y que hoy la calificaríamos de
bastante cursi: “Bondadoso quiso radiante el cielo, dones que ramos en la
tierra existen, ciño en tu frente la piedad su velo y el genio hermoso y el
amor te asisten, virtud y caridad en dulce anhelo, con sus galas lindísimas te
visten y te ciñe la fama y lo pregona de gloria y virtud doble corona”.
En el nombre de Dios creyendo en los ángeles como
lo pudo haber sido Ángela Peralta, jurando por el que sostiene el cielo sin
ningún pilar, así se puede ver, destacando lo harto difícil y complicado que
resulta abordar algo del “Ruiseñor Mexicano” porque su existencia devela
visiones emblemáticas de una de una parte de la memoria colectiva mexicana
perdida, simbolismo y significado, pervivencia de un mito cultural, con un
enfoque y óptica abarcadora y revisionista, la misma que debe de hacernos
reflexionar y comprender las fugacidades humanas, temas sepulcrales,
melancólicos de soledad, propios del romanticismo artístico y el positivismo
político, como moda contestataria y vehículo de transformación y metamorfosis,
para así encontrar cimientos de las ideas y caminos vinculantes con un siglo
XXI desafiante, para entender al artista que tiene a su disposición el tesoro
de la ensoñación e introspección para soñar despiertos, con un amplio sentido
de vida para la paz interior, ponderando en este contexto la importancia
ejemplar de Ángela Peralta, de su percepción creativa con valores espirituales
intrínsecos con su biografía, mas en estos momentos existentes de profunda
crisis mundial polarizada y multipolar, por lo que urge reivindicar su obra de
estrella fulgurante que nunca se apaga, nuestra heroína mexicana.
Por eso primero que nada hay que desmitificar la
historia oficial plagada de mentiras, llena de falacias, conjeturas, lagunas y
amnesias mentales, engaños preconcebidos con el fin de seguirnos mintiendo,
olvidando el sentido patriótico de pertenencia nacionalista verdadera ,
contándonos mitos y leyendas absurdas, repetidas miles de veces para hacernos
parecer verdad, datos falsos triviales, cimentados en supuestos héroes e
historiadores veraces, ya que con esto se pretende hacer de los mexicanos seres
desmemoriados, castrados y serviles a ideologías dominantes, consumistas e
imperialistas adoradoras del becerro de oro, rendidos al yugo imperial
occidental-judeo-cristiano. Sumisos a los gobernantes títeres de los poderes
absurdos.
Formando personas acéfalas carentes de criterio,
totalmente acríticas y domesticadas, uncidas al carril globalista, enajenante y
despojador, humanos zombis, llevados al despeñadero autodestructivo. La
autentica historia patria nos debe de servir para ya no repetir los errores.
Basta de estupideces encuadernadas llamados “Libros Históricos”. Forjar la
mexicanidad verdadera debe de ser nuestra misión con identidad y conocimiento
de la idiosincrasia nativa altiva y autosuficiente de autonomía y
autorrealización plena.
Con la vida efímera de Ángela Peralta de carácter férreo,
culta, historiadora, investigadora, con
excelso conocimiento de geografía y política, se nos permite ver metas humanas,
un puente de luz sobre luz, en el túnel oscuro de la vida, por su fructífera
excelsitud artística, energía, disciplina, auto sacrificio, profesionalismo,
estoica, sencilla, delicada de placentera digestión vivencial, hecha en México,
añadiendo además su imponente y heroica resiliencia : esa gran capacidad de
superar las circunstancias adversas y desfavorables, proyectándose para el
tiempo futuro como un faro iluminador de Amor y entrega incondicional.
Precisando la fuerte personalidad que emanaba, suma de carácter y temperamento enérgico,
telúrico y volcánico, como la orografía de nuestro país. Tuvo la osadía de
luchar contra la corriente avasalladora y mediocre. Esta artista prolífica, con
su existencia breve y pasajera, jamás paso inadvertida, marcando inicialmente
la lucha por la dignidad nacional mexicana, post independencia, que ya emergía
como una potencia cultural, modelando la identidad nacional ajena a la
mediocridad como estándar de pensamiento, construyendo un pujante nacionalismo
mexicano único en el mundo y que busca la paz mundial, aportando enriquecimiento
al desarrollo humano universal.
México tiene una enorme y gran deuda con Ángela
Peralta, nuestra gran cantante de voz dotada de un fa sostenido, un timbre
limpio como su nombre. Maestra de solfeo. Soprano (suprema) estimulo y ejemplo
digno para generaciones actuales y futuras. Un homenaje vivo para Ángela
Peralta, el “Ruiseñor Mexicano” es reivindicarla siempre, homenajearla es hacer
un acto justiciero de desagravio a su persona, la estigma que sufrió de una
intolerancia oprobiosa, el calificativo discriminador, apabullante y
humillante, todo por ser siempre rebelde al desamor, a la incomprensión
inquisitorial que acuso falsamente su vida personal, juzgada con ideas
preconcebidas por ser sensible y siempre adelantada al momento, ya que nunca
hizo daño, sino al contrario nos dio placer infinito, nos llevaba a otras
dimensiones cuando su voz se escuchaba, con sinfonías de esferas capturadoras
de felicidad. Su existencia jamás paso inadvertida en circunstancias
desfavorables. Ya basta de cargar cruces ajenas, estas deben de ser rotas para
quitar peso y volar dejando lo bajo, atrasado y sucio. La finalidad es pasarla
bien o al menos tratar, ya que Dios es bello y ama lo bello como fue la esencia
de Ángela, buscando lo fácil no lo difícil.
“No hay amor sin tus amores, sin ti no quiero
vivir lejos de ti”
“Busco la
luz de tus ojos
tus
caricias y ternura
y me llena
de amargura
la soledad en que vivo
ven mi tesoro y reclina
tu frente sobre mi seno
de amor y amargura lleno
por ti mi bien lo haremos
Con estos versos escritos de manera directa y
sencilla, sin empleo de metáfora alguna, esta composición resume la misión profética de su vida, cantándola además
de manera majestuosa y magistral única, para que no se olvide y pase a la
posteridad como realmente lo fue.
En esos ayeres todas las aves de la abundante
avifauna mexicana, eran muy amplias y apreciadas por la gente. Pajareros o
vendedores de aves, eran un oficio muy reconocido, este gremio pasaba por las
calles ofreciendo su mercancía con jaulas de carrizo, privilegiando a los
pequeños pajaritos coloridos que trinaban y cantaban en los patios de las casas:
Era un gusto común para cualquier familia tener en sus patios o puertas de las
entradas de las casas, jaulas con pájaros aprisionados que les cantaban desde
la mañana los cuales apreciaban, añadiendo que con su música se modifica y
altera los estados de ánimo, mueven estados de ánimo y armonía, disipa la
tensión y evoca relajamiento con sonidos gratos.
Seres nacidos de la luz son sin duda alguna todos los ángeles existentes
en el universo, siendo siervos incondicionales de nuestro sustentador, así como
también actúan como emisarios celestiales, ejércitos cuyas misiones y ordenes
son encargados por el altísimo omnisciente. Ángela Peralta fue seguramente un
ángel caído, una mujer fuera de la común un fenómeno artístico de los que nacen
pocos en cada siglo, sin comparación alguna, con un don divino, lástima que no
hay registros, nunca se pudo grabar su voz, no existe semejanza lo que le
permitió alcanzar con su arte sonoro, llegar a las alturas casi paradisiacas
inefables del cielo, porque con su potente voz y registro tonal de finos agudos,
los cuales nunca han sido igualados, potente voz privilegiada de rareza
musical, dotada de fuerza magnética y dulzura angelical, era culpable con su
canto cautivar a un público que la escuchaba hechizado, transportándolos a los
cielos. María Callas la única diva del siglo XX, vino a México para conocer
donde había nacido, la diva mexicana del siglo XIX. Tuvimos otras grandes
sopranos mexicanas triunfadoras como Irma González y Fanny Anitua que
deleitaban con sus cantos a públicos extranjeros, pero nunca enloquecían a la
gente con su gran tesitura de timbre cálido y registro tonal y conmovedor de
almas como el de Ángela Peralta.
Gran parte del olvido para Ángela, es por la
ingratitud de la idiosincrasia mexicana, la tendencia al estereotipo mental, la
desinformación y la demonización oficial y sobre todo, por los cronistas como Ramos Arizpe y Francisco Sosa, quienes se
encargaron de señalarla con epítetos populares ingratos y tormentosos, producto
de la auto denigración del mexicano y el complejo de inferioridad de
mentalidades colonizadas.
Ángela escribió en 1881 en una pared con un carbón en una pared de un
cuarto donde Maximiliano pasó su última noche en el convento de la Cruz antes
de ser fusilado: “! Pobre Maximiliano ¡El mundo entero te llora, pero el
destino fue inflexible. Moriste como hombre grande y fuiste digno, hijo de
Carlo Magno. El Emperador murió pero el hombre vivirá siempre en la memoria de los
hombres de corazón, recibe pues un recuerdo pequeño, quien te consagra, quien
te vive agradecida y nunca olvidara que lo distinguiste con tu cariño”.
Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía,
y el alma, un ave que remonta el vuelo. Juan de Dios Peza (México 1852 - 1910)
Conclusión:
Dentro de la historia musical mexicana algunos
etnomusicólogos registran que la canción de las mañanitas, “que cantaba el rey
David” como la más antigua canción que se sigue cantando, pero existe otra
todavía más añeja, siendo además una advertencia para generaciones futuras, nos
referimos la cantada en la infancia en algunos lugares. Entonada a todos los
bebes dice así: “Duérmete niño, duérmete
ya que viene el COCO y te comerá”. Si se analiza este soneto infantil, el
cual cantaban las nanas indígenas a sus hijos o a los niños que cuidaban,
cantándoles para dormir, pero a los infantes el decirles el COCO no es más que
decir el apocope de la palabra náhuatl cocoliztle o pequeña peste, lo cual eran
las epidemias que mataba a la población, desde la llegada de la viruela, por
parte del ejercito de Hernán Cortes y que diezmo a la población indígena y fue
el causante de la derrota del señorío Mexica, por parte de los hispanos. Diez
millones de nativos jamás pudieron con no más de 1000 soldados, unos cuantos
caballos y cañones gracias a las pestes y epidemias que acabaron con el “invicto”
Cuitlahuac.
Hoy por hoy el virus del ZIKA que amenaza al mundo
entero, el cual fue genéticamente modificado para diezmar poblaciones tropicales, la cual es una mutación de la Fiebre Amarilla inoculada por el vector del mosquito tigre: Aedes aegypti Es un virus semejante filogenéticamente a los
del dengue, chikunguña
y la fiebre amarilla. Se descubrió por primera
vez en el bosque de Zika en Uganda, en 1947.
Esta peste o enfermedad fue el que antaño provoco la muerte de Ángela Peralta y
miles de mexicanos, llamado también “Niquel” por el color que adquirían los
enfermos en esas épocas. Es por eso que el nombre de Ángela revive en estos
tiempos en que las guerras y pestes, H1N!, Ebola, SIDA y otros flagelos acaba
con el mundo. Pero Ángela seguirá
viviendo. Más allá no hay nada. Solo Dios sabe más.
Si a tu ventana llega
una Paloma,
trátala con cariño
que es mi persona.
Cuéntale tus amores,
bien de mi vida,
corónala de flores
que es cosa mía.
¡Ay! ¡Chinita que sí!
¡Ay! ¡Qué dame tu amor!
¡Ay! Que vente conmigo,
chinita, a donde vivo yo!
Ángela
Peralta “El Ruiseñor Mexicano un mensaje X la Paz de México al Mundo”
“Va con ella el alma entera
Y el laurel, humilde don…
Sencilla ofrenda…sencilla…
Tu sabes. Ave viajera
Que es un mundo de corazón.
Vuelve tu canto al oriente,
Tu patria, no tiene olvido,
Ángela Peralta de Castera
Lleva su nombre en tu mente
Y la corona en su frente
Y el corazón en su nido”
Don Justo Sierra
“…Yo os comparo señora con
esa sierra nevada que aunque el humo tiene cerca ella está siempre blanca”
Sor Juana Inés de la Cruz
Decima musa
“De nada presumo, ni aun
de aquello por lo cual el mundo me ha dado un nombre que acaricio, no por
orgullo, sino por las lagrimas que me han costado”” ¡Ojala que estas pobres
flores regadas con mi llanto, no sean un pretexto para que se me ultraje cuando
me parece que con ellas a nadie ofendo!”
"Les larmes"
(Lágrimas):
Lágrimas que caéis sobre la tierra,
subiendo del corazón bajo los párpados,
vuestra fuente es un dulce misterio.
¿De dónde venís? ¿Dónde está, pues, la mano vigorosa
Que manda vuestro caudal doloroso siempre sobre todos?
Lágrimas de temor y de esperanza;
lágrimas de alegría y de sufrimiento;
lágrimas de esposo, de amigo, de hermano,
lagrimas de niño, lágrimas de madres;
de odio, de cólera; lágrimas que corréis, corred solitarias.
Caed, caed lágrimas de amor.
Lágrimas que corréis devoradoras, caed,
seguid vuestras pendientes.
Haced surcos en las almas ardientes.
Lágrimas de amor que nos quemáis
y que encontráis encanto en nuestros dolores, corred;
puesto que Dios quiere lágrimas, llorad, llorad, lágrimas, corred.
Lágrimas que caéis sobre la tierra,
subiendo del corazón bajo los párpados,
vuestra fuente es un dulce misterio.
¿De dónde venís? ¿Dónde está, pues, la mano vigorosa
Que manda vuestro caudal doloroso siempre sobre todos?
Lágrimas de temor y de esperanza;
lágrimas de alegría y de sufrimiento;
lágrimas de esposo, de amigo, de hermano,
lagrimas de niño, lágrimas de madres;
de odio, de cólera; lágrimas que corréis, corred solitarias.
Caed, caed lágrimas de amor.
Lágrimas que corréis devoradoras, caed,
seguid vuestras pendientes.
Haced surcos en las almas ardientes.
Lágrimas de amor que nos quemáis
y que encontráis encanto en nuestros dolores, corred;
puesto que Dios quiere lágrimas, llorad, llorad, lágrimas, corred.
Ángela Peralta
“Aquila not capit muscas”
Las águilas no están para cazar moscas”
“Cammina scheletro cammina che la vita
comienciare domani ”
Guido Verona
Al “Ruiseñor Mexicano”
(Ángela Peralta)
Hubo una selva y un nido
y en ese nido un jilguero
que alegre y estremecido,
tras de un ensueño querido
cruzó por el mundo entero.
Que de su paso en las huellas
sembró sus notas mejores,
y que recogió con ellas
al ir por el cielo, estrellas,
y al ir por el mundo; flores.
Del nido y de la enramada
ninguno la historia sabe;
porque la tierra admirada
dejó esa historia olvidada
por escribir la del ave.
La historia de la que un día
al remontarse en su vuelo,
fue para la patria mía
la estrella de más valía
de todas las de su cielo.
La de aquella a quien el hombre
robara el nombre galano
que no hay a quien no le asombre
para cambiarlo en el nombre
de Ruiseñor Mexicano.
Y de la que al ver perdido
su nido de flores hecho,
halló en su suelo querido
en vez de las de su nido
las flores de nuestro pecho.
Su historia... que el pueblo ardiente
en su homenaje más justo
viene a adorar reverente
con el laurel esplendente
que hoy ciñe sobre su busto.
Sobre esa piedra bendita
que grande entre las primeras
es la página en que escrita
leerán tu gloria infinita
las edades venideras.
Y que unida a la memoria
de tus hechos soberanos,
se alzará como una historia
hablándoles de tu gloria
a todos los mexicanos.
Hoy al mirar tus destellos
resplandecer de ese modo
bien puede decirse de ellos
que el nombre tuyo es de aquellos,
que nunca muere del todo.
Autor Manuel Acuña
Manuel Acuña Narro (1849
- 1873) Médico y poeta, nació en la ciudad de Saltillo, Coahuila, el 27 de
agosto de 1849.
“Si el
libro
Y el
Ruiseñor
No
dicen
Lo
mismo
Escucha
Al Ruiseñor”
Dicho
Sufí
“…Y el
rosal gritó al ruiseñor que se apretase más contra las espinas.
-Acércatele más, solitario ruiseñor -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada.
Entonces el ruiseñor se apretó aún más contra las espinas, y las espinas tocaron su corazón y él sintió en su interior un cruel tormento de dolor.
Cuanto más profundo era su dolor, más impetuoso salía su canto, porque cantaba el amor sublimado por la muerte, el amor que no termina en la tumba…
-Acércatele más, solitario ruiseñor -le decía-, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada.
Entonces el ruiseñor se apretó aún más contra las espinas, y las espinas tocaron su corazón y él sintió en su interior un cruel tormento de dolor.
Cuanto más profundo era su dolor, más impetuoso salía su canto, porque cantaba el amor sublimado por la muerte, el amor que no termina en la tumba…
”El Ruiseñor y la Rosa Oscar Wilde
“
Ahora presento un vals para canto, compuesto por nuestra célebre Ángela Peralta, e interpretado por la mezzosoprano mexicana Verónica Alexanderson, proveniente del "Álbum Musical de Ángela Peralta", impreso en 1875 y grabado en el 2003. Como puede apreciarse, es una pieza muy bella, con mucha coloratura, muy del gusto de Peralta.
Y por supuesto, la letra en español:
Loin de toi.
Lejos de ti, llorando a cada hora
Doliente del alma y herido el corazón,
Vago por el mundo como vaga una flor,
Siempre llena de aroma y llena de amor.
Te vi un día como un sol nuevo,
Que alejando todo dolor, con tu calor quemaste el corazón,
Corazón que sólo palpita
Por ti de amor.
Hasta que yo sienta el amor en el pecho,
Morirá contenta quien tanto amó.
Ah, ven, mío, ven.
Del Álbum Musical de Ángela Peralta, México, 1875. Verónica Alexanderson, mezzo-soprano
Jozef Olechowski, piano.
Ahora presento un vals para canto, compuesto por nuestra célebre Ángela Peralta, e interpretado por la mezzosoprano mexicana Verónica Alexanderson, proveniente del "Álbum Musical de Ángela Peralta", impreso en 1875 y grabado en el 2003. Como puede apreciarse, es una pieza muy bella, con mucha coloratura, muy del gusto de Peralta.
Y por supuesto, la letra en español:
Loin de toi.
Lejos de ti, llorando a cada hora
Doliente del alma y herido el corazón,
Vago por el mundo como vaga una flor,
Siempre llena de aroma y llena de amor.
Te vi un día como un sol nuevo,
Que alejando todo dolor, con tu calor quemaste el corazón,
Corazón que sólo palpita
Por ti de amor.
Hasta que yo sienta el amor en el pecho,
Morirá contenta quien tanto amó.
Ah, ven, mío, ven.
Del Álbum Musical de Ángela Peralta, México, 1875. Verónica Alexanderson, mezzo-soprano
Jozef Olechowski, piano.
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Ángela Peralta - Les
larmes (Lágrimas) Romanza- Singer: Verónica Alexanderson, mezzosoprano.
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Subido el 11 ago. 2009
Desafortunadamente,
nunca conoceremos la voz de Ángela Peralta; sin embargo, nos legó su
"Álbum Musical de Ángela Peralta, publicado en 1875, en México, del cual
se proviene esta romanza para canto "Les larmes" (lágrimas). Anunque
las coloraturas no aparecen en esta pieza (a diferencia del vals para canto
"Loin de toi") si nos encontramos ante un profundo sentimiento de los
seres humanos: las lágrimas.
Now, this romanza for chant, "Les larmes" ("The tears"), composed for Angela Peralta (1845-1883) and sung by mexican mezzosoprano Veronica Alexanderson, in this recording (2003) of "Angela Peralta's Musical Album", printed in Mexico, in 1875.
Disfruten de esta romanza, interpretada por la mezzosoprano mexicana Verónica Alexanderson. Les dejo el texto en español.
"Les larmes" (Lágrimas):
Lágrimas que caéis sobre la tierra,
subiendo del corazón bajo los párpados,
vuestra fuente es un dulce misterio.
¿De dónde venís? ¿dónde está, pues, la mano vigorosa
Que manda vuestro caudal doloroso siempre sobre todos?
Lágrimas de temor y de esperanza;
lágrimas de alegría y de sufrimiento;
lágrimas de esposo, de amigo, de hermano,
lagrimas de niño, lágrimas de madres;
de odio, de cólera; lágrimas que corréis, corred solitarias.
Caed, caed lágrimas de amor.
Lágrimas que corréis devoradoras, caed,
seguid vuestras pendientes.
Haced surcos en las almas ardientes.
Lágrimas de amor que nos quemáis
y que encontráis encanto en nuestros dolores, corred;
puesto que Dios quiere lágrimas, llorad, llorad, lágrimas, corred.
Now, this romanza for chant, "Les larmes" ("The tears"), composed for Angela Peralta (1845-1883) and sung by mexican mezzosoprano Veronica Alexanderson, in this recording (2003) of "Angela Peralta's Musical Album", printed in Mexico, in 1875.
Disfruten de esta romanza, interpretada por la mezzosoprano mexicana Verónica Alexanderson. Les dejo el texto en español.
"Les larmes" (Lágrimas):
Lágrimas que caéis sobre la tierra,
subiendo del corazón bajo los párpados,
vuestra fuente es un dulce misterio.
¿De dónde venís? ¿dónde está, pues, la mano vigorosa
Que manda vuestro caudal doloroso siempre sobre todos?
Lágrimas de temor y de esperanza;
lágrimas de alegría y de sufrimiento;
lágrimas de esposo, de amigo, de hermano,
lagrimas de niño, lágrimas de madres;
de odio, de cólera; lágrimas que corréis, corred solitarias.
Caed, caed lágrimas de amor.
Lágrimas que corréis devoradoras, caed,
seguid vuestras pendientes.
Haced surcos en las almas ardientes.
Lágrimas de amor que nos quemáis
y que encontráis encanto en nuestros dolores, corred;
puesto que Dios quiere lágrimas, llorad, llorad, lágrimas, corred.
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