Controversia indígena: dar o no a López Obrador el bastón de mando
A la par de los reproches a gobernadores indígenas falsos, representantes de pueblos originarios del país chocaron en torno a la entrega del bastón de mando a políticos.
Hipólito Arriaga, aquí con el exlíder del CEN del PRI, y quien se ostenta como Gobernador Indígena Nacional.
[ Daniel Blancas Madrigal / Segunda Parte ]
A la par de los reproches a gobernadores indígenas falsos, representantes de pueblos originarios del país chocaron en torno a la entrega del bastón de mando a políticos.
Andrés Manuel López ha anunciado la recepción, ya como Presidente, de una vara de mando indígena, como parte de los rituales sabatinos programados en el Zócalo de la CDMX.
“No estamos de acuerdo. A un extraño nuestro, como AMLO, no podemos entregarle un bastón, porque no es indígena”, aseguró Abundio Marcos Prado, coordinador general del Movimiento Indígena Purépecha de Michoacán.
“Un bastón se le entrega sólo a un indígena para que asuma toda la responsabilidad y sea el jerarca mayor. El pueblo purépecha no puede dárselo a nadie que no sea representante genuino y, menos, si no hay consenso en la comunidad”.
—¿Qué hay de fondo entonces? —se le preguntó.
—Se quieren poner a las órdenes del Presidente y buscan espacios en el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, que tampoco apoyamos. Como Movimiento Indígena Nacional hemos dicho que debiera ser una Secretaría de Pueblos Indígenas, para que tenga autonomía jurídica y recursos propios. En su momento hablaremos con López Obrador para expresarle nuestro desacuerdo con proyectos como el Tren Maya, cuyos intereses no están enfocados a los pueblos, sino al despojo territorial.
En la misma sintonía se expresó Ernesto Arguelles, coordinador de Enlace de la Tribu Yaqui: “Los bastones se están usando para los parientes, para la gente de fuera, como decimos nosotros. Se le entrega a la persona con la que quieres quedar bien, para que lo luzca como trofeo de guerra, bajo la ley del hombre blanco o yori y no nuestra.
—¿Asistirán a la ceremonia?
—Estuvimos discutiéndolo. La tribu Yaqui, conforme a sus normas internas, no dio a sus integrantes un permiso formal. Asistirán algunas personas, pero no como autoridades tradicionales. Se les propuso que no fueran, para no ser utilizados; si lo hacen, no van como parte de la agenda de lucha de nuestro pueblo.
La investigadora Araceli Burguete, de la Unidad Sureste del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), se refirió al dilema con una anécdota: “Un día pregunté a una autoridad tradicional de Chiapas por qué entregaban bastones de mando a los políticos y si no consideraba que, por cada bastón entregado, le restaban a la poquita autonomía que tienen. Y me respondió: los que les damos a los políticos son puros bastones chinos… Estamos hablando entonces de un performance, un espectáculo, porque los verdaderos bastones no salen y están resguardados en iglesias y centros ceremoniales. Es un show al que se montan todos los que tienen algo que vender”.
En otra óptica, Joel Aquino, líder indígena de la Sierra Norte de Oaxaca, explicó: “¿Quién recibe la vara de mando? El ciudadano que ha tenido la capacidad intelectual y moral de servir a su comunidad desinteresadamente, habiendo desempeñado desde cargos muy simples, hasta culminar con la parte más alta de la pirámide, significa entrega total a la comunidad”.
—¿Su cosmovisión contempla la entrega de bastones a mandatarios?
—No, pero la excepción será Andrés Manuel. A otros no, porque se folclorizaría. Quien percibe salarios por parte del Estado no tiene derecho a recibirlo, sólo quien está dispuesto a sacrificarse.
—AMLO sí recibirá salario…
—Pero ha acompañado a las comunidades en su resistencia política y la esperanza es que, con él, sí seamos reconocidos como sujetos de derecho público y no nos sigan tratando con la punta del pie.
A diferencia de indígenas de Veracruz, quienes aseguraron que el bastón provendría de su región huasteca, Aquino apuntó: “Vendrá de Oaxaca, de la comunidad zapoteca, ya está acordado. Cuando se pactó la entrega, también se planeó una audiencia de por lo menos una hora para plantearle al Presidente la problemática de todos los pueblos indígenas.
—¿La habrá?
—La estamos pidiendo, pero no sabemos si se concederá. Es indispensable entregar la vara y que haya diálogo, sólo así se podrá avanzar, de lo contrario volveríamos a lo mismo de siempre. La vara descansa sobre un principio filosófico: mandar obedeciendo.
Margarito Ruiz, maya-tojolabal del Consejo Indígena de Chiapas, expresó: “La mayoría de los pueblos indígenas votamos por Andrés Manuel, lo vemos como aliado, y la entrega del bastón es muestra de confianza y esperanza”.
Y Julio Atenco, representante de la Coordinadora Regional de Organizaciones Indígenas de la Sierra de Zongolica, describió: “Consideramos válido consagrar el bastón a la Guadalupana o a Tonantzin, bajo la concepción mexica, para que, al entregárselo a AMLO, tenga la bendición de la madre de Dios o de la madre tierra, y su gobierno sea exitoso. Él, a cambio, tendrá que comprometerse con los pueblos a gobernar con justicia y equidad, y debe saber que no es un juego”…
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