El día de hoy Google nos sorprendió con un gran doodle con motivo del 142 aniversario de Gerardo Murillo Cornado, uno de los paisajistas más renombrados de México, mejor conocido por muchos como Dr. Atl. Él mismo se autonombró Atl –agua en náhuatl– y posteriormente agregó a su seudónimo el título de Doctor (en Filosofía), a sugerencia de Leopoldo Lugones. Este gran artista oriundo de Guadalajara, Jalisco, es famoso especialmente por sus pinturas dedicadas a los volcanes.
Boca de volcán. 1958.
Tal fue su fascinación por ellos que escalaba frecuentemente el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y presenció el nacimiento del Paricutín el 20 de febrero de 1943; además estudió vulcanología en Italia, plasmando en sus pinturas el Etna y el Stromboli. Cuando regresó a México de Europa impartió clases en la Academia de San Carlos de la Ciudad de México. Entre sus alumnos destacan Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Sin embargo, su vida no estuvo dedicada solamente a la pintura, también incursionó en muchas otras áreas como la escritura, la caricatura, el periodismo, la filosofía, la historia, la ciencia, la política y el arte en general.
Detalle. Autorretrato, 1962
Dr. Atl desarrolló una investigación principalmente pictórica sobre los volcanes alrededor del Valle de México, con especial atención en el nacimiento del Paricutín en 1943. Para transmitir la fuerza de este fenómeno, Murillo sintetizó la fuerza del paisaje y la energía de la naturaleza en formas simples, experimentando con diversos materiales y formatos. Esto lo llevó a inventar una técnica para plasmar la fuerza y aspereza de los entornos propios de los volcanes: el atlcolor, una mezcla de colores secos y resina muy parecidos a los pasteles.
Detalle. Erupción del Paricutín, 1943
Gerardo Murillo murió a los 88 años, el 15 de agosto de 1964, por complicaciones respiratorias. Sus restos reposan en el Panteón de Dolores en México, en la Rotonda de las Personas Ilustres. Si quieren conocer más de su obra y están en la Ciudad en México, dense una vuelta por las salas permanentes del MUNAL.
PUBLICIDAD