Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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jueves, 23 de mayo de 2019

EN EL NOMBRE DE DIOS MEXICO-POPOCATEPTL: HISTORIA Y ESCATOLOGIA

EN EL NOMBRE DE DIOS MEXICO-POPOCATEPTL: HISTORIA Y ESCATOLOGIA

EN EL NOMBRE DE DIOS MEXICO-POPOCATEPTL: HISTORIA Y ESCATOLOGIA
POR ERUBIEL CAMACHO PROMOTOR Y CREADOR DEL DIA NACIONAL DE LOS VOLCANES 20 DE JULIO. DIRECTOR DE LA AGENCIA INFORMATIVA ISLAMICA MEXICANA. MEXICOINFORMAISLAM
Aguarda el día en que aparezca en el cielo un humo evidente que envuelva a los hombres. Ese será un día doloroso” sura 44 de la gran humareda, sagrado y noble Corán
La verdad, cuya cuya madre es la historia, emula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir” Miguel de Cervantes Saavedra

Hoy por hoy, la sociedad mexicana y la comunidad mundial se encuentra en vilo, ante las ultimas erupciones estrambolianas y mixtas de nuestro coloso de Anáhuac; el volcán Popocatépetl, el cual amenaza con desbordarse apocalípticamente y ampliar su actividad, ante la impotencia y resignación de grandes sectores de población aledaña, hoy enferma mucha por padecimientos respiratorios debido a la constante emisión de ceniza arrojada desde hace algunas semanas. Esperamos que ojalá pronto cese sus rugidos eruptivos de este peligroso súper volcán y se estabilice esta impredecible montaña humeante, la cual no solo puede afectar a los cerca de 380 mil habitantes de municipios contiguos, sino a los 25 millones de personas de la capital, en un radio de acción de 80 kilómetros alrededor, como fue datado hace cerca de 10 mil años y que consta en depósitos de cenizas de 5 centímetros en Tlatelolco y de 10 cm. en los cimientos del Palacio de Bellas Artes, cuando a principios del siglo XX se hacía la cimentación complicada tipo “Chicago” debido a lo pantanoso del subsuelo, ubicado en las afueras de la ciudad sagrada de México Tenochtitlan, justo afuera junto a la Coatepantli “muro de las serpientes” que la rodeaba, como lo reportaron estudios en estratigrafía de nuestra máxima casa de estudios de la UNAM.
Hay que ser puntuales y verdaderos y no torcer el camino, para tener un conocimiento que nos permita vislumbrar y predecir posibles consecuencias, aparte de lo grave que sería para el cambio climático mundial y catastróficas acciones que conllevaría el despertar eruptivo de gran cantidad de volcanes activos existentes principalmente en el cinturón de fuego del pacifico. El acontecimiento se dará no hay nada que pueda evitarlo, pero si es necesario tratar de mitigar los desastres con acciones preventivas que nos permitan tener planes de movilización, evacuación y de refugios que preservan todo los más preciado de la vida humana y la continuidad de la misma humanidad doliente, preservando lo más que se pueda de germoplasma de flora y de fauna, ante futuras hambrunas y epidemias trágicas, como gripes mortales mismas que han sido advertidas por algunas profecías, debido a la emisión de partículas finas de ceniza emitidas desde la estratósfera por columnas eruptivas de 43 mil kilómetros que afectaría gravemente, aparte de provocar un invierno inducido al cubrir al sol y sus rayos dirigidos la Tierra que nos proveen de energía para la fotosíntesis alimenticia, como lo fue en 1815 por la causa del viejo volcán Tambora en Indonesia que hizo erupción, lo que provoco graves hambrunas, los más severos y crudos inviernos, evitando el calor del verano y las cosechas en algunas partes del globo terráqueo y pausas independentistas como la mexicana. Y que no ha sido nunca casi mencionada.
El Popocatépetl tiene un historial eruptivo según sea documentado de más de 430 mil años de nuestra joven América, Ixachilan (la inmensidad) como le llamaron los primeros habitantes de estas tierras continentales, de las cuales 41 han sido registradas y datadas como erupciones fuertes y de fuego. No es casual que dentro de sus primeros nombres después de su primer nombre monosílabo y onomatopéyico: “PO”, fue bautizado por los Teo chichimecas, quienes hablaban el náhuatl igual que los toltecas y primeros junto a los otomíes en asentarse en la cuenca de México, se le llamo; XIUTEPETL o “cerro de fuego”. Asentado el popo apocope de Popocatépetl y expresión de excrecencia fecal y señal de humo repetido, yace y se encuentra arriba de tres grandes volcanes antiguos o Paleo volcanes predecesores; 1)- el denominado NEXPANTLA o “donde se levantan las cenizas” de las conocidas barrancas de más de 400 mil años, 2)-el VENTORILLO con de cerca de 23 mil años y el 3)- FRAILE de más de 13 mil años. Coincide este último periodo paleo indio, con las primeras migraciones y asentamientos humanos de quienes lidiaron y combatieron a los mamuts y tigres dientes de sable carnívoros, enemigos naturales de espacio y a quienes extinguieron en lucha por la supervivencia.
Conforme evolucionaba y se desarrollaba el cerro cónico humeante según la taxonomía indígena, fue llamado por los aztecas o aztin, el ATEPETOLOHUETL o “cerro viejo donde brota el agua” símil como en estos momentos se encuentra en donde expulsa grandes cantidades de gases, material incandescente y “agua de fuego”, “lluvia de fuego” se le llama y nombra en el calendario del tonalpohualli o “libro de los destinos “a los volcanes quienes con grandes terremotos y erupciones eclipsaran el final del Quinto Sol en el que vivimos. Según esta datado en la expresión calendárica del llamado “calendario azteca “o “piedra del Sol” que se encuentra en el Museo de Antropología de la CDMX y que también registra el historiador, Chimalpain junto con otros textos en las leyendas de los soles. Parecido también al símbolo Tecpal o pedernal a quienes algunos asemejan por su forma pisiforme a la conocida como “bomba volcánica” que arrojan desde sus chimeneas a grandes distancias los volcanes.
Posteriormente el Popo fue llamado XALLIQUEHUAC o “arenas que se levantan”, por la constante emisión de cenizas y gases con flujos piro clásticos, más adelante se le llamo y ya está registrado en la historiografía como el POPOCATZIN o “venerable humeador” por el respeto que representaba y la expresión “tzin” dada a todo aquello digno de veneración, realizándole grandes fiestas calendáricas como la fiesta del “Tepeilhuitl” o “gran fiesta de los volcanes” realizada generalmente en septiembre o variaba según por el calendario lunar que manejaban, donde se sacrificaban infantes, según consta en tradiciones orales y documentos pos hispánicos, mismos que tenían dos remolinos en la cabeza, enfermos, nerviosos,  llorones, que los padres ofrecían como “pago de deuda” o que iban a sufrir y tener una vida muy corta como se lo auguraban los agoreros indígenas a las familias. Hay estudio de altares en el Popo y en el Iztaccíhuatl realizados por arqueólogos de alta montaña, donde se verifica este hecho por las osamentas óseas encontradas en rituales específicos de estos lugares.
Posteriormente su nombre que se le asentó fue el de el POPOCATEPTL o “cerro humeante” con la llegada de Fernando (Hernán) Cortes, quien en octubre de 1519 según se cuenta, cuando pasaba por el paso que lleva su nombre, se hinco ante actividad eruptiva del popo que ve en esos momentos activo, como esta en la lámina y consta en el códice llamado “Florentino” de Sahagún, en donde es recibido en bienvenida por pueblos chalcas, huejotzingas y texcocanos calificados de traidores por la historia no oficial. En los códices, Telleriano Remensis, Vaticano Ríos y Huamantla, también el Popo se le menciona ideográficamente. Ya en 1994 año en que empezó a reactivarse sus emisiones fumarolicas, desdeñado años atrás a raíz de su aparente inactividad desde finales de los cuarenta, se le ha venido llamando “DON GOYO”. Este nombre acuñado por “volcaneros” o “tiemperos” de esa bioregión, así como por la población en general, algunos se lo atribuyen a un “granizero”  de Santiago Xalitzintla cerca del volcán o a un  “trabajador del tiempo” que ha sufrido el “bautizo” de un rayo y se ha convertido en curandero o “chaman”, formando parte de una cofradía de personas que son contratadas para “cortar granizo” que afecta sembradíos y que además visita las cuevas y altares sagrados donde coloca flores y cruces, aunado a que visita en peregrinación secreta la llamada “piedra del conejo”.
Otra hipótesis de porque se le llama “Don Goyo” es por el místico Gregorio López, quien vivió en Atlixco y que era muy querido por los nativos y es quien por sus consejos al virrey Luis de Velasco hijo, es por el que se crea el parque de la Alameda Central, por lo que una calle lleva su apellido. Además de que está enterrado en la catedral metropolitana en la capilla de las “reliquias “y fue autor de libros, uno de ellos llamado; “Tratado de Apocalipsis”. A su entierro el 20 de julio se despobló la ciudad para asistir a su entierro, ya que era muy querido por indios, autoridades, religiosos y pueblo en general. Fue promovida su beatificación que nunca concluyo por la burocracia eclesiástica. Su invocación por el arzobispado fue vital en la inundación de cinco años de 1629 en la ciudad de México.
Finalmente diremos que el Popocatépetl representa escatológicamente una era y un ciclo, que no ha sido ahondado ni tratado por ningún investigador serio, ya que, así como al estudiar el horizonte cultural mesoamericano lo aceptamos por definición de un antropólogo extranjero,  como etapas de periodos con características sui generis arquitectónicas, artísticas, rituales,  etc., de procesos históricos generacionales,  nombrados como el preclásico formativo, el clásico, epiclásico y el post clásico, ya que no existe una continuidad lineal histórica y la transición cronológica que no está muy estudiada, como porque sus asentamientos construidos de los cuales unos están encimados por encima de otros, así como sus posibles causas que podrían ser por erupciones volcánicas del Popocatépetl?. ¿Igual sucede con los Mayas quienes tienen una fecha de inicio en su cuenta calendárica de 3 mil antes de Cristo, coincidente con una anterior erupción volcánica y posterior desaparición y declive en el epiclasico, de 600 a 800 después de Cristo, justo con otra erupción volcánica posiblemente de volcán Tacana, Chinchonal o el Popocatépetl? Ahí la dejamos. Pero Dios sabe más.
Correo; erubielcamacho43@yahoo.com.mx  cel. 55 29885624 abril del 2019

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