Palestina: Los Victimarios Como Víctimas
El régimen de Israel está llevando a cabo una política de exterminio contra la población palestina y promueve un lavado de imagen.
La entidad sionista israelí ejecuta una política de exterminio contra la población palestina, al mismo tiempo que promueve, con la hipocresía que la caracteriza, un lavado de imagen, presionando para que nuestras sociedades se conviertan en creyentes sin cuestionamiento y además custodios de la memoria de un Holocausto convertido en un concepto exclusivo y excluyente.
Para ese sionismo, no hay más muertos que los europeos de creencia judía asesinados por el nacionalsocialismo. No existen los 27 millones de ciudadanos soviéticos asesinados por el mismo régimen, decenas de miles de hombres y mujeres con discapacidad mental, homosexuales, prisioneros de guerra de distintas nacionalidades, gitanos y prisioneros políticos de la propia Alemania. Si acaso nos atrevemos a cuestionar esta apropiación conceptual respecto a exterminios, asesinatos masivos, políticas de invizibilización de otros pueblos, simplemente seremos tratados de antijudíos, antisemitas y por tanto condenados a las penas del infierno, pensadas para los Goyim (los no judíos). O si acaso nos atrevemos a cuestionar su particular visión de lo que significa ocupar y colonizar tierras, que no les pertenecen a esos millones de extranjeros, que han llegado en estos años a Palestina apoderándose de tierras, pero también de su cultura, su gastronomía, vestuario, su historia, sus símbolos, nos acusarán de querer perpetrar otra política de exterminio como lo hizo el Tercer Reich.
Vanessa Hites Michelson. Joven abogada chilena miembro de la comunidad sionista de Chile. Hija del empresario Marcos Hites – dueño de las multitiendas que llevan el apellido familiar - y de la ex Miss Chile Constanza Michelson, en un artículo publicado en el portal de la Radio Universidad de Chile (1) nos trata de enseñar lo que debemos entender como conceptos, según ella, mal utilizados en el proceso de ocupación y colonización que ejerce el sionismo contra Palestina. Para Hites Michelson, así como todos aquellos que han asumido sin más los mitos fundacionales de la entidad infanticida israelí, los críticos del régimen nacionalsionista somos culpables de antisemitismo, aunque en esta situación los únicos semitas son precisamente el pueblo palestino.
La labor pedagógica emprendida por Vanessa Hites, se realiza en función de atribuirle al pueblo palestino una acción inadecuada en la apropiación de conceptos, que en el imaginario sionista son exclusivos y excluyentes de los colonos extranjeros avecindados en Palestina: conceptos como holocausto, genocido, apropiación y despojo cultural surgen de la pluma de la articulista y son lanzados al vuelo con una liviandad, a mi entender, que más sorprender, indigna. Y uso este concepto ya que reafirma la acción sionista respecto a que los procesos de colonización y neo colonización poseen elementos estructurales que se repiten con una regularidad digna de cualquier experimento científico
La Srta. Hites nosdice que “…las discusiones sobre la cultura patrimonial se han centrado en la apropiación en el contexto de la cultura popular dominante. Por ejemplo, la apropiación de diseños nativos americanos en la indumentaria de alta costura o la apropiación de formas musicales de grupos nativos y marginados”. Tal vez la abogada Hites tiene en mente la apropiación gastronómica de la cocina árabe en general y palestina en particular que ha hecho la sociedad israelí y su entidad (fundada el año 1948). La apropiación de la vestimenta palestina como quedó demostrado en los concursos de belleza donde los colores, las formas geométricas y el diseño tan propio del vestuario palestino era ocupado por las candidatas al concurso de Miss Universo celebrado en la palestina histórica ocupada el año 2021, en un claro plan de israelizar ese vestuario propio del pueblo palestino.
Como parte de la constante utilización de los mitos falsarios sionistas, para tratar de convencer a incautos y creyentes ciegos, sordos y mudos que la historia de aquellos que colonizan palestina hunden sus raíces en tierras del Levante Mediterráneo, cito en contrario, incluso a historiadores israelíes como es el caso de Shlomo Sand quien “demuestra que el mito nacional de Israel hunde sus orígenes en el siglo XIX, no en los tiempos bíblicos en los que muchos historiadores judíos y no judíos reconstruyeron un pueblo imaginado con la finalidad de modelar una futura nación” Shlomo Sand sostiene en su libro “When and how was the land of Israel invented” que “el sionismo robó el término religioso Eretz Israel (tierra de Israel) y lo convirtió en un término geopolítico. La tierra de Israel no es la tierra de los judíos. Se convierte en patria de origen a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, sólo a partir del surgimiento del movimiento sionista”. En un trabajo anterior, “La Invención del pueblo judío” ya Sand había generado enorme polémica al afirmar que no existía un pueblo judío que se hubiese exiliado hacía dos
La Sra. Hites incluso niega el nombre de Palestina y la adjudica una definición que no es la correcta. Habla de un concepto que significaría invasor. “Palestinos” o Phlishtim es una palabra hebrea, derivado de palash, que significa “invasor” nos dice sin referencia alguna tan particular visión. Desde mi conocimiento del tema al nombre Palestina se le puede atribuir dos significados. Uno, derivado del Latín Palaistine referido a la Tierra de los Filisteos y otro que habría sido tomado del griego palaites que significaría luchador. Tal vez su subconsciente le jugó una mala pasada a la Srta. Hites porque precisamente fueron los filisteos quienes denominaron a aquellos que venían desde Mesopotamia, desde el este de las tierras palestinas como Hibrit o hebreos “los que cruzaron el río – que conocemos hoy como nahr al urdum o Jordán, haciendo referencia a su paso desde el este hacia tierras ribereñas del Mar Mediterráneo.
Resulta la muestra más evidente de la manipulación y el uso de la hasbará sionista la serie de imprecisiones, dadas a conocer por la Srta. Hites en que nos señala que “La historia y las disputas actuales han mostrado que la cultura y el patrimonio siempre están en mayor riesgo en tiempos de conflicto. Así, somos testigos de cómo la retórica palestina se apropia de manera desinformada y banal de los discursos y banderas de lucha que corresponden a grupos marginados y oprimidos, apalancándose en ellos para seducir con un revisionismo histórico dentro de su narrativa” Es decir, el clásico discurso victimista con que nuestra humanidad en general y el pueblo palestino en particular, junto a otros pueblos de Asia occidental han tenido que soportar, la presencia de colonos extranjeros que desde fines del siglo XIX comenzaron a instalarse en tierras palestina hasta fundar una entidad que llamaron Israel el 14 de mayo del 1948. La Srta. Hites Michelson se autodenomina como grupo marginado y oprimido negando con ello, 74 años de ocupación y colonización de Palestina a manos de colonos extranjeros: rusos, bielorrusos, ucranianos, polacos, alemanes, ingleses, moldavos, entre otros, convirtiendo en marginados, oprimidos y hasta invisibilizados, al conjunto del pueblo palestino, incluyendo a los millones de refugiados. Es la tergiversación más evidente de una historia de siete décadas de ocupación y colonización.
La retórica de la Srta. Hites refiere que utilizar el término apartheid, que es le guste o no, la política que implementa el régimen infanticida israelí contra el pueblo palestino no tendría rigor jurídico ni académico. Resulta evidente que esta abogada no hará referencia a que la Resolución N° 3379 de diciembre del año 1975 que equipara “al sionismo con el racismo en general y con el apartheid sudafricano en particular, y llamó a su eliminación, entendiéndola como una forma de discriminación racial” no forma parte de su acervo cultural (2) El apartheid es una violación del derecho internacional público, una violación grave de derechos humanos protegidos internacionalmente y un crimen de lesa humanidad, en virtud del derecho penal internacional. El término “apartheid” efectivamente se usó originalmente, para referirse al sistema político de Sudáfrica, que imponía expresamente la segregación racial y la dominación y opresión de un grupo racial por otro. Posteriormente, la hemos adoptado para condenar y criminalizar este tipo de sistemas y prácticas con independencia del lugar donde existan.
Y para mayor abundamiento y pueda tener en su arsenal de Informes sobre Apartheid invito a la Srta. Hites a leer el último informe de Amnistía internacional de febrero de este año 2022 que señala textualmente “El apartheid israelí contra la población palestina: Cruel sistema de dominación y crimen de lesa humanidad. “Las autoridades israelíes deben rendir cuentas por cometer el crimen de apartheid contra la población palestina”, ha afirmado Amnistía Internacional hoy en un abrumador nuevo informe. La investigación detalla cómo Israel impone un sistema de opresión y dominación a la población palestina en los lugares donde tiene el control de los derechos de ésta. Esto abarca a los palestinos que viven en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados (TPO), y también a la población refugiada desplazada en otros países” (3)
AI en su informe, de 182 páginas se documenta cómo las confiscaciones masivas de tierras y propiedades palestinas, los homicidios ilegítimos, los traslados forzosos, las restricciones a la circulación y la negación de la nacionalidad y la ciudadanía a la población palestina son elementos de un sistema que, según el derecho internacional, equivale a apartheid. Este sistema se mantiene con violaciones de derechos que, concluye Amnistía Internacional, constituyen apartheid como crimen de lesa humanidad según las definiciones del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y la Convención contra el Apartheid. Amnistía Internacional pide a la Corte Penal Internacional (CPI) que considere el crimen de apartheid en su investigación en curso en los TPO y pide a todos los Estados que ejerzan la jurisdicción universal para hacer comparecer ante la justicia a los perpetradores de crímenes de apartheid
La Srta. Hites señala que “En los últimos años, la causa palestina ha utilizado esta etiqueta – la de apartheid - contra Israel, sin ningún rigor jurídico ni académico, lo que constituye una apropiación cultural ofensiva, falsa y un insulto para los millones de sudafricanos negros que han sufrido bajo un régimen de apartheid” El uso del nombre no es lo ofensivo. Lo que constituye un agravio, para millones de seres humanos, es que una entidad use la política del apartheid para someter a millones de seres humanos tal vez la Srta. Hites necesita leer y escuchar las palabras del fallecido Obispo Sudafricano y fiero luchador del Apartheid en su país y contra el apartheid israelí, el Obispo Desmond Tutu. Éste, hizo un llamado desde su condición y creencia de cristiano “La bondad prevalece al final. La búsqueda de la libertad por parte del pueblo de Palestino frente a las políticas de Israel es una causa justa. Es una causa que el pueblo de Israel debe apoyar. Nelson Mandela pronunció aquella célebre frase donde dijo que los sudafricanos no se sentirán libres mientras los palestinos no lo sean. Hubiera podido agregar que la liberación de Palestina liberará a Israel además” (4) Usted es miembro de la comunidad sionista Srta. Hites, pero no le vendría mal escuchar al Obispo Tutu.
La Srta. Hites nos quiere hacer creer que el régimen israelí es una democracia, que la minoría árabe tiene todos los derechos que tienen los usurpadores extranjeros avecindados en la Palestina histórica ocupada. Es evidente, y ya a esta alturas no parece extraño, sino que es parte de la hasbara sionista, que Hites no haga referencia alguna a la ley de estado nación judía establecida en julio del 2018 considerada racista, teocrática y generadora de mayores grados de apartheid “"asegurar el carácter de Israel como el Estado nacional de los judíos con el fin de codificar en una ley básica los valores de Israel como un estado democrático judío” la Knesset (parlamento israelí) aprobó esta ley supremacista, dejando a los ciudadanos de origen palestino – que habitan la Palestina histórica ocupada - como ciudadanos de segunda clase". Además de consolidar un régimen de expolio y robo de tierras palestinas al señalar que “el Estado considera el desarrollo de asentamientos judíos como un valor nacional y actuará para estimular y promover su establecimiento y su consolidación”. Sume a eso la definición del hebreo como lengua oficial quitándole al árabe esa condición (5)
La Srta. Hites señala “Otro ejemplo es la apropiación indebida de los términos “limpieza étnica” y “genocidio” por parte de los propagandistas palestinos. En efecto, las últimas décadas nos han dejado devastadoras campañas de estos crímenes contra la humanidad, tales como la perpetuada por el gobierno turco contra los kurdos, la de Serbia en contra de musulmanes y croatas en Bosnia, la operada por el ejército de Birmania en contra de los Rohingyas y la masacre en contra de los Uigures en China…”. Aquel que no tiene memoria no tiene futuro es lo indicado frente a esta afirmación y que oculta décadas de crímenes cometidos por los colonos extranjeros, tanto de creencia judía como ateos, que han invadido y colonizado Palestina. Y ocupa esta idea de la memoria, pues fue el título de un trabajo del historiador israelí Ilan Pappe quien señaló frente a la creación de la entidad sionista el año 1948 que “ésta se formó en base a la limpieza étnica contra el pueblo palestino a través de la expulsión de cientos de miles de palestinos que debieron dejar sus aldeas, pueblos, ciudades y propiedades a manos del invasor sionista” Invito a la Srta. Hites a que lea esta ponencia brillante y esclarecedora, le ayudará a esclarecerse de verdad abriendo los ojos y ese corazón que nos dice se conmovió en Palestina (6).
Una política que ha continuado hasta el día de hoy y que debe ser llamado como limpieza étnica porque es lo que realiza el ente sionista contra el pueblo palestino. Dejo a consideración del lector esta definición “¿Qué es la limpieza étnica? En general, se entiende como "limpieza étnica" la expulsión de un territorio de una población "indeseable", basada en discriminación religiosa, política o étnica; o a partir de consideraciones de orden ideológico o estratégico; o bien por una combinación de estos elementos” (7). Me surge la duda, respecto a que si la Srta. Hites, ante una entidad como la sionista, habrá constatado, que allí se habla de diversidad, pero excluye de derechos civiles a la población no judía, que declara a su capital Tel Aviv como ciudad Gay Friendly mientras a pocos kilómetros se erige un muro de segregación, apartheid y odio que aprisiona a la población de Cisjordania o establece un bloqueo brutal contra dos millones de palestinos en la Franja de Gaza.
La joven jurisconsulta, miembro de la comunidad sionista chilena, nos da a conocer una serie de incoherencias históricas, la utilización de mitos fundacionales, el tratar de justificar la creencia de una entidad que la denomina democrática y es simplemente un régimen criminal, infanticida, dotado de un eje rector ideológico que representa un peligro para nuestros pueblos. Un ente agresor en Asia occidental, que se viste del ropaje del avance tecnológico, del uso avanzado del agua tratando de ocultar el robo de los acuíferos palestinos, de la ocupación de los Altos del Golán y con ello el control de este recurso para la zona. Ocultar el peligro para la vida privada de miles de millones de seres humanos sometidos a los sistemas de espionaje, que la industria bélica israelí ha dotado a cuanto gobierno dictatorial y monarquías feudales utilizan para vigilar a sus pueblos y vecinos.
Hites Michelson, que presidió la federación de estudiantes judíos, nos lleva por el camino de las emociones y nos dice, en entrevista dada al Diario El Mercurio, el año 2017 (8) que “judíos y palestinos son hermanos”. Refiriendo, además, que incluso piensa que se va a casar con un “paisano” pero además nos entrega otra sorpresa al confesar el impacto que le causó viajar a Palestina "La última vez fui invitada por una familia palestina a comer a su casa en un campo de refugiados, en Cisjordania…Fue una experiencia maravillosa, que me abrió el alma y el corazón". La verdad que me cuesta creer tal apertura cardiaca pues, entonces, más que lamentarse de la “apropiación indebida de conceptos por parte de activistas pro-palestinos” debería ella usar definiciones como el de limpieza étnica, apropiación, discriminación, usurpación, expolio.
Sostengo mi incredulidad pues supongo que ese viaje a Cisjordania, en específico a un campo de refugiados le permitió visualizar, en toda su extensión: el muro de apartheid que, con 720 kilómetros de largo, que divide aldeas, pueblos, ciudades, campos de cultivos y familias palestinas. Tal vez utilizó las carreteras exclusivas para los colonos sionistas que usurpan Cisjordania, pudo apreciar el campo de concentración más grande del mundo que es Palestina. Dimensionar lo que significa, tras 74 años de ocupación y colonialismo que miles de seres humanos deban pasar por sistemas de entrada y salida de sus tierras como si fuesen ganado. Me imagino que habrá visto, al menos una de los miles de casas palestinas demolidas hasta los cimientos por la soldadesca sionista. Estará enterada que día a día se asesina a un hombre, mujer o niños palestino. Mi impresión frente a tal muestra de humanidad d ela Srta. Hites es que no basta comer en casa de una familia palestina con una anteojera, sin mirar al lado, sin hacerse participe de la condena a la política de exterminio a la que es sometida la población palestina. La verdad Srta. Hites, creo que usted no aprendió nada en Palestina.
La Srta. Hites-Michelson nos dice al término de su artículo, que le preocupa “particularmente la narrativa grotesca de algunos activistas palestinos, que intentan apropiarse del término “Holocausto”, equiparando una disputa internacional a una de las masacres más oscuras de nuestra humanidad. El Holocausto fue un plan sistemático y sofisticado de exterminio de más de 6.000.000 de judíos. La apropiación trivial de este concepto, como un esfuerzo por relativizar la vivencia de los judíos de uno de los episodios más trágicos de su historia, es una táctica no solo inapropiada, sino que abiertamente inmoral “.
No Srta. Hites-Michelson la defensa del pueblo palestino no habla de holocausto, habla de exterminio, de limpieza étnica, de ocupación, colonialismo, crímenes de lesa humanidad, violación del IV Convenio de Ginebra. Asesinatos selectivos, detenciones administrativas, 5 mil presos palestinos (entre ellos 220 niños menores de 16 años y 40 mujeres). Tortura, desapariciones, masacres. Esos son conceptos que usa la resistencia palestina y que aquellos que defienden al pueblo palestino. Tal vez, nuevamente sea conveniente que lea algo más que los textos de la hasbará sionista y acuda a Norman Finkelstein. Estadounidense, cuya madre y padre fueron víctimas de campos de concentración en la segunda guerra mundial, en Majdanek y Auschwitz. Es autor de un libro que creo es indispensable lo lea para tener una visión muy distinta a aquella que mueve sus palabras. Finkelstein no es ni un negacionista ni un “judío que odia a los judíos” ni un conspiranoide. Es un académico de excelencia que escribió un libro fundamental a la hora de entender el comercio tejido en torno a los crímenes cometidos por el nacionalsocialismo y en específico contra aquellos europeos de creencia judía: “la industria del holocausto” es el libro de Finkelstein y que ha demostrado ser un arma ideológica indispensable.
Finkelstein, sometido hoy al escarnio y persecución del sionismo por su honestidad ha develado que la memoria del holocausto no comenzó a adquirir la importancia de la que goza hoy hasta después de la Guerra del año 1967, que permitió contar desde allí con la incondicionalidad de Washington, que comenzó a considerar a Israel como un importante aliado en Oriente Medio. Para Finkelstein “El despliegue del holocausto ha permitido que una de las potencias militares más temibles del mundo dotado de armas nucleares con un espantoso historial en el campo de los derechos humanos, se haya convertido en sí misma en un régimen “víctima”. Esta engañosa victimización produce considerables dividendos; en concreto, la inmunidad a la crítica, aun cuando esté más que justificada. Debo añadir que quienes disfrutan de dicha inmunidad no está libres de la corrupción moral que suele ir aparejada”
El propio Norman Finkelstein lo confiesa respecto a por qué a sus padres les extrañaba tanto que lo enfureciera la falsificación y la explotación del genocidio nazi “el motivo más evidente de mi ira es que esta manipulación se haya empleado para justificar la política criminal del estado de Israel y el apoyo estadounidense a la misma. Pero también tengo un motivo personal. El recuerdo de la persecución de mi familia no me es en absoluto indiferente. La actual campaña lanzada por la industria del Holocausto, para obtener dinero de Europa mediante un chantaje realizado en nombre de las “víctimas del Holocausto necesitadas, ha rebajado la categoría moral del martirio de mis padres a las de un casino de Monte Carlo”. Duro testimonio Srta. Hites Michelson, que la invito a leer. Así, al cumplir el papel de defensora de la entidad sionista, que está en su pleno derecho, podrá también derramar alguna lágrima por los crímenes que comete la entidad a la cual tanto admira y así, como no, brindar su apoyo a esas martirizados del terror nazi pero también pasará por sus mentes que podrían hacerlo por aquellos que hoy, como es el pueblo palestino, son sometidos a crímenes de lesa humanidad por los mismos que hoy los convocan a usar “adecuadamente” los términos, para favorecer así la imagen de aquellos, que otrora víctimas, han devenido en victimarias.
Invito a la Srta. Hites a llevar a la práctica aquello que declaró ante El Mercurio el año 2017 en su viaje a Palestina "La última vez fui invitada por una familia palestina a comer a su casa en un campo de refugiados, en Cisjordania…Fue una experiencia maravillosa, que me abrió el alma y el corazón". ¿Qué pasó en estos cinco años Srta. Hites Michelson, para que ese corazón mostrara, en el artículo publicado en el portal de la Radio Universidad de Chile, que se endureció como piedra y sus palabras vaya en la línea de personajes como Avigdor Lieberman, Ayelet Shaked, Benjamín Netanyahu y Benny Gantz?. Invito a la abogada Vanessa Hites a leer y recordar las palabras de Shulamit Aloni militante del movimiento sionista-socialista Hashomer Hatzair que renunció a cualquier vínculo con el régimen israelí por disentir con la unión Estado-religión. En una extensa entrevista concedida en abril de 2004 al periódico Yediot Aharonot Shulami expresó: “En este país hay gente que dice ‘no quiero saber, no leo los periódicos’ […]. Nosotros no aceptamos que los alemanes dijeran ‘no sabíamos’. Eso nos enfureció. Ellos sencillamente no querían saber. Estaban detrás de su führer y admiraban a su ejército. Entre nosotros pasa lo mismo. La gente no sabe y no quiere saber…Me horroriza nuestro desplome moral. Me horroriza nuestra arrogancia y la facilidad con la que matamos y asesinamos a palestinos. No puedo hallar descanso cuando veo el muro que estamos levantando. Robamos la tierra a gentes que viven en este lugar desde hace siglos y nos persuadimos de que somos nosotros las víctimas” (9).
Artículo Para SegundoPaso ConoSur
Permitida su reproducción citando la fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario