Tiendas de campaña de Hezbolá y el miedo de Israel
El movimiento Hezbolá instaló en junio dos tiendas de campaña en las Granjas de Shebaa, anexionadas por Israel tras ocuparlas durante la Guerra de los Seis Días en 1967.
La instalación de estas tiendas de campaña, enfrenta al régimen israelí con un nuevo desafío ante el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá). Estas carpas se instalaron a 30 metros dentro de las zonas fronterizas de Palestina ocupadas por Israel, en las que Hezbolá ha desplegado una unidad élite, llamada ‘Radwan’.
El uso de generadores eléctricos para suministrar electricidad a las tiendas indica que los combatientes de la unidad Radwan están preparados para quedarse mucho tiempo.
Estas tiendas, una de ellas ya retirada, han creado importantes preocupaciones, especialmente entre los colonos israelíes. En este sentido, los parlamentarios israelíes alegan que Hezbolá ha cruzado la “línea azul” (la línea fronteriza trazada por Naciones Unidas entre El Líbano y la Palestina ocupada).
Mientras tanto, algunos medios regionales informaron que Israel envió un mensaje a El Líbano a través de las Naciones Unidas en el cual amenazó con usar la fuerza para desmantelar las tiendas de Hezbolá.
Con todo, el establecimiento de dichas tiendas de campaña en la sensible zona fronteriza por parte de Hezbolá, considerando la inacción del régimen de Tel Aviv al respecto, conlleva tres mensajes relevantes.
Mensajes a Israel
1. El gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu no se ha atrevido a atacar las tiendas de campaña de Hezbolá, porque este régimen considera que no está preparado para una guerra de gran dimensión con el movimiento libanés en la situación actual.
Durante sus enfrentamientos con las facciones palestinas, el régimen de Tel Aviv fue blanco de más de miles de cohetes lanzados desde la asediada Franja de Gaza. Y si quisiera entrar en una gran guerra con Hezbolá, que tiene capacidades militares, de misiles y drones mucho más avanzadas en comparación con los grupos de Resistencia palestinos, está claro que tendría que pagar una factura mucho más alta.
Además, actualmente, este régimen enfrenta serios desafíos en términos políticos, militares y de seguridad internos, causados por las reformas judiciales de Netanyahu, entre otros factores.
2. Al desplegar sus fuerzas en una zona fronteriza sensible con Israel, incluso el uso de generadores de electricidad para proporcionar iluminación a estas fuerzas, indica el aumento de la confianza en sí mismas entre las fuerzas Hezbolá. Un problema que puede conmocionar más a los israelíes.
Por supuesto, esta medida de Hezbolá no debe considerarse un movimiento aislado, sino todo lo contrario. Antes, por ejemplo, en el caso de la presencia de tres drones de este grupo sobre las instalaciones de gas en disputa entre El Líbano y los territorios ocupados por Israel en el Mediterráneo, las huellas de confianza de Hezbolá en sí mismo han sido visibles.
Mientras tanto, el análisis de Hezbolá sobre la débil posición del gabinete de Netanyahu en términos de belicismo también lo ha llevado a adoptar una medida así para proteger los derechos del pueblo libanés.
Las tiendas de campaña de Hezbolá conllevan un doble beneficio para este movimiento y El Líbano. Por un lado, considerando las crecientes debilidades de Israel en la situación actual, tomar tales medidas puede allanar el camino para la liberación de algunos territorios libaneses ocupados por Israel.
Y, por el otro, si Israel quiere iniciar una respuesta militar contra Hezbolá, este grupo tiene la capacidad suficiente para imponer costos mucho más altos a Israel.
3. La reciente acción de Hezbolá ha creado un serio desafío tanto para Israel como para las Naciones Unidas. Israel ha protestado en una carta a las Naciones Unidas contra las acciones de Hezbolá, mientras que el propio régimen ocupa ilegalmente las Granjas de Shebaa y Kafr Shebaa.
Por lo tanto, al generar un nuevo desafío contra Israel, Hezbolá de alguna manera ha puesto a Tel Aviv en una posición especial y ha producido una nueva palanca para poner fin a la ocupación de las tierras libanesas. Una palanca a la que el gabinete de Netanyahu no puede permanecer indiferente ante la creciente presión de la opinión pública y de los colonos israelíes y, sin duda, en algún momento, deberá mostrar una reacción al respecto. Si la reacción israelí es coercitiva, no hay duda de que el nivel de problemas para Netanyahu, su gabinete y todo el régimen israelí se multiplicará.
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