"El Islam le dio a la mujer derechos que nadie antes le había dado"
AIN.- Así lo aseguró el imám de los musulmanes en Argentina, Sheij Mohamed Ali Gafer, enviado de la Universidad de Al Azhar de Egipto en su última jutbah (predicación de los viernes en la mezquita). Quien se refirió a la óptima del Islam sobre la mujer, en todo sentido.
“Cuando resplandeció la luz del Islam en el mundo trajo una puerta de grandes esperanzas para la mujer y un estilo de vida nuevo. El Islam le devolvió el alto grado como persona y todos sus derechos inherentes, colmándola de reconocimientos, protegiéndola y enalteciéndola al lugar que le corresponde.
Le concedió a la mujer una protección en todos los aspectos de su vida y la colocó en lugar correspondiente en pos de la sociedad y de su resguardo.
El Sagrado Corán explica bien que tanto el hombre como la mujer provienen de un solo ser: ‘¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su esposa e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres’ (4:1), y dice: ‘Él es Quien os creó a partir de un solo ser [Adán], y del cual hizo surgir a su esposa [Eva] para que encontrase en ella sosiego’ (7:189).
La masculinidad y la feminidad se complementan porque provenimos de una sola alma, Allah dice: ‘Juro por el alma y Quien la creó’ (91:7). Quien reflexione en las palabras del Sagrado Corán verá que cuando se refiere a la adoración de Allah, a los tratos civiles y comerciales y a los valores humanos, se dirige al hombre y a la mujer por igual.
El Islam brinda a la mujer el ámbito propicio para que pueda contribuir a erigir una sociedad digna con todos sus derechos y deberes igual que el hombre.
El Sagrado Corán menciona en numerosas oportunidades temas relacionados con la mujer y podemos advertir en las distintas historias su personalidad distinguida y preciada.
La sura ‘Las Mujeres’ comienza dirigiéndose a los hombres y mujeres por igual: ‘¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su esposa e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres’ (4:1). Esta aleya corrobora el principio de igualdad en la vida social, Allah dice: ‘Procedéis unos de otros’ (3:195), y dice: ‘¡Oh, humanos! Os hemos creado a partir de un hombre [Adán] y una mujer [Eva]’ (49:13).
Esto indica la preocupación del Islam por la mujer y por el lugar de privilegio que debe ocupar, es parte del hombre y el hombre de la mujer, provienen de la unión marital entre un hombre y una mujer, y que es imposible la vida con hombres solos, o mujeres solamente. El hombre se debe preocupar por la mujer y ella por el hombre, de esta forma se reproduce y preserva la humanidad.
El Islam quiere que la mujer participe en la sociedad, ella tuvo al hombre en su vientre cuando era un feto, luego le dio a luz, luego pasó noches sin dormir cuidándolo, lo alimentó de su pecho y se preocupó por su educación, entonces podemos decir que la mujer es la educadora, médica, guía, es una verdadera escuela que, según el Islam, puede transmitir la cultura y la tolerancia en su sociedad.
¡Hermanos! Podemos citar algunos de los aportes del Islam a la mujer:
1- Le devolvió la libertad que había perdido.
2- Corrigió los malos entendidos respecto de la mujer y la protegió bajo la sombra de la fe considerándola igual al hombre.
3- Pasó a ser la compañera del hombre en la construcción y aportes de la sociedad.
4- Desató las penosas ataduras para que transitase libremente por la vida.
Por último le decimos a aquellos que opinan que el Islam le resta importancia a la mujer y que paraliza sus posibilidades de progreso como ser humano, elevando la voz con todo orgullo, porque el Islam le dio a la mujer derechos que nadie antes le había dado y que la ennobleció con la posibilidad de ser madre y disponiendo que el Paraíso estuviese a sus pies, la considera una hermana, esposa, o hija, no existiendo libro alguno que le reconociese sus derechos como el Islam.
Le fue preguntado al Profeta (PyB) acerca de quién tenía más derechos de ser tratado mejor en esta vida y respondió ‘Tu madre’ tres veces, ‘Luego tu padre’.
Dijo también (PyB): ‘Quien se arrepiente de sus faltas es como quien no las cometió”, concluyó el imám.
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