Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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sábado, 2 de julio de 2011

EL ARMÓNICO SISTEMA NUMÉRICO DE LOS MAYAS Y EL 2012

EL ARMÓNICO SISTEMA NUMÉRICO DE LOS MAYAS
El sistema numérico Maya se basa en una progresión binaria que se mueve
exponencialmente hacia adelante, utilizando al número 20 como su fundamento. El sistema completo de progresiones armónicas binarias infinitesimales es registrado
con sólo tres notaciones: un punto, para indicar unidades; una barra, que indica cinco
unidades, y una especie de concha, para indicar cero, lugar, o conclusión. Es un
sistema binario porque numéricamente el 20 tiene un valor básico de dos.
Precisamente debido a que es un sistema vigesimal, con base en el 20, la matemática
Maya resume la progresión binaria universal. Así que, mientras que en la primera
posición una unidad es igual a 1; en la segunda, una unidad es igual a 20; en la tercera
400, y así sucesivamente. En la progresión numérica para las trece posiciones el valor
de la unidad -es como sigue.
1
20
400
8.000
160.000
3.200.000
64.000.000
1.280.000.000
25.600.000.000
512.000.000.000.
10.240.000.000.000
204.800.000.000.000
4.096.000.000.000.000
Aunque en esta progresión hemos incluido los ceros, al tratar con los
armónicos, basta con indicar el número base que realmente se refiere a una frecuencia
que puede ser expresada en cualquier octava dada. La progresión binaria universal
propia del sistema de los mayas, le da un poder armónico exponencial no contenido
en el sistema decimal, cuya base es el 10, y que ahora es de uso común.
En el sistema decimal, cuya base es el 1, no importa cuantas veces sea este
multiplicado por sí mismo, siempre es igual a 1, mientras que, en el sistema vigesimal
el dos multiplicado por sí mismo da una progresión binaria infinita. Con mucha
frecuencia se piensa que los mayas usaron este sistema para anotar periodos o ciclos
de tiempo. Pero debido a que el sistema registra una progresión binaria armónica
universal, las notaciones también pueden referirse a la onda armónica binaria por la
cual los fenómenos se manifiestan en el espacio. En otras palabras, la periodicidad de
movimientos en el espacio, es regida por el mismo armónico de onda universal, que
opera de acuerdo a la misma progresión binaria universal. Por supuesto, el armónico
del espacio es esencialmente indiferenciable del armónico del tiempo.
Al adaptar el sistema al planeta tierra, para el propósito de calcular los ciclos
básicos del tiempo, los mayas modificaron el sistema para corresponder más
exactamente a la órbita anual de este planeta alrededor del Sol. Por consiguiente, la
progresión utilizada para indicar los ciclos de tiempo terrestre es la siguiente :
1 : 20: 360 : 7.200 : 144.000 : 2.800.000, etc, en donde la unidad base 1 = 1
día. Esta progresión, significativamente, corresponde a las series de armónicos de
luz, en donde 144 = al armónico de luz, 72 = 1/2 onda de seno, y 288 = al
armónico de luz polar. Incidencialmente 288 es el armónico de luz de la Tierra, y
144 es el armónico de cada polo.
Ya en la cuenta Maya del tiempo modificado, al sustituir en la tercera posición
la unidad base 360 por 400, es idéntica la progresión del armónico de luz, las
llamadas cuentas calendáricas registradas tan profusamente entre los objetos mayas,
toman una nueva dimensión. Estas cuentas pueden interpretarse simultáneamente
como cuentas calendáricas, que comienzan desde una base equivalente, o sea el 13 de
agosto del año 3113 A.C. (= 0. 0. 0. 0. 0. en el sistema de los mayas), o también como
las calibraciones de armónicos de luz.
Mientras que la progresión binaria universal cuenta para valores de 2, incluso
de la octava, la progresión de los armónicos de luz también consta de valores de 3 y
9, siendo 8 y 9 los múltiplos claves del armónico de luz, es decir, 72 = 8 X 9, 144 = 8
X 9 X 2; 360, número de grados de un círculo es igual 40 (8 X 5) X 9.
Junto con 20 (4 X 5), el otro número clave, si no EL número clave en el
sistema armónico Maya es el 13. Como número primo, el 13 es el coeficiente o
constante del sistema armónico Maya. Así pues, esta es la unidad base que rige el
calendario sagrado o TZOLKIN de 260 unidades que es el producto de los dos
coeficientes del sistema: el 13 y el 20. El ciclo básico del tiempo que rige en la
Tierra, también se computa como un ciclo de trece baktunes.
El baktún es el nombre dado a la quinta posición, y es un periodo de tiempo de
algo poco menos de 400 años, por esto, un ciclo de 13 baktunes es un período un
poco menor de 5.200 años. En la progresión de la cuenta del tiempo modificada, al
baktún se le adjudica un valor unitario de 144.000 que es el valor del armónico de
luz. La progresión de los actuales 13 ciclos baktún del armónico de luz, comenzó en
el año 3113 A.C., y concluirá el 21 de diciembre del año 2012 D.C.
La identidad de los armónicos de luz con los periodos de tiempo es de especial
interés en este examen de las progresiones armónicas de los mayas. El tiempo es la
manifestación en despliegue de un armónico de luz. Una secuencia en el tiempo
terrestre de 13 de esos armónicos, o un gran ciclo de trece baktún, comprende el
periodo de una manifestación particular para pasar por todas sus posibles
permutaciones antes de ascender una octava. Esto significa que, en el esquema
planetario corriente, estaremos saltando una octava a comienzos del próximo siglo.
En la escala solar basada en una progresión de la forma de onda de los números
primos de 1 a 16, el decimotercer tono es el único que produce una matriz de un
sobretono muy elevado que es claramente audible, o sea una ruptura dimensional. El
13 es el número solar, o realmente la onda original de información luminosa. Este
representa los medios para el cambio interdimensional.
Para resumir: lo que se denomina matemática Maya es realmente un sistema
doble de progresiones binarias basadas en un sistema de notación vigesimal. El
sistema primario es la progresión binaria absolutamente universal, 2,4, 8,16,32, 64,
ad infinitum. Debe observarse que esta progresión incluye los números base para la
octava (8), para las propiedades simétricas del cristal (32), y para los codones del
ADN (64). La variante de este sistema es la progresión terrestre, relativa, y temporal,
1 : 20 : 360 : 7.200 : 144.000, etc, utilizada en cálculos de calendarios y que también
corresponde a la progresión de los armónicos de luz.
El sistema matemático de los mayas fue y aun es el sistema más claro y
eficiente para describir armónicos de onda universales que rigen manifestaciones de
todas las matrices del espacio - tiempo. El sistema supone un campo unificado
expresado a través de progresiones armónicas binarias que, siendo intrínsecamente
armónicas, también describen la matriz espacio-tiempo como un campo de
resonancia. Ya que la progresión binaria describe un proceso universal, los sistemas
matemático y de signos también son universales. Aun cuando esta progresión hubiera
sido original de este planeta, el sistema de signos armónicos de los mayas sólo podría
haber sido obtenido mediante la capacidad de una resonancia pura de la mente con el
orden universal.
Sin embargo, siendo un armónico universal puro, el sistema describe
efectivamente los medios para la transmisión universal a través de los poderes
resonantes que actúan como mínimo a la velocidad de la luz.
Un entendimiento completo de los armónicos de onda representados por los
armónicos de la notación Maya, abrirá las puertas a un orden de realidad puramente
resonante, y por esto no-material, que está lejos y más allá de las complejidades de
nuestro orden material corriente, como para ser engañosamente simple.
XAMAN desde el Norte a mano derecha, blanco y puro como la luna en su plena
brillantez.
NOHOL desde el Sur a mano izquierda, amarillo como la luz lustrosa del Sol que
enciende las campanillas.
LIKIN desde el Oriente de donde el Sol parece levantarse rojo como la sangre
y más poderoso que el único gran mar de la Tierra.
CHIKIN desde el Oeste donde el Sol parece ponerse. Negro como la sabiduría y
aún más majestuoso que la noche.
YAXKIN Centro del cielo, el zenit del Sol abriéndose donde la existencialidad
universal suelta su cuerda de plomada, uniendo la Tierra que está abajo,
con los cielos arriba, aunque invisible e irreal, nada se ha ido, el círculo
de la Tierra estaba aquí antes que la Tierra, y aún antes de que el Sol
fuese, desde el lugar mucho más allá, el círculo habló - y aún habla el
lenguaje de la luz.
Columna Mística 225-40N placa Otoño Tierra 40 AH.
 En el original compass.
.
SUPLEMENTOS
SUPLEMENTO A. NÚMEROS DIRECCIONALES
Y NÚMEROS RADIALES.
La riqueza del entendimiento de la reciprocidad radial de los trece números se
amplifica si los números individuales en las series 1-13 (6 13-1), no tienen
simplemente una relación secuencia¡, sino también una relación direccional. En otras
palabras, que el primer número, el 1, represente el Este; el segundo número, el 2, el
Norte; el tercero, el 3, el Oeste; y el cuarto 4, al Sur, y el quinto 5, de nuevo
represente el Oriente, y así sucesivamente. la serie 1 a 13, con notaciones
direccionales ahora sería así:
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
E N O S E N O S E N O S E
Al llegar al 13, la pulsación regresa al 1, mientras los signos direccionales
continúan en donde se detuvieron:
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
N O S E N O S E N O S E N
Para que el 1 se encuentre de nuevo con el E, tendrá que haber 52
permutaciones. (13 números x 4 posiciones direccionales). Digamos también que las
posiciones direccionales tienen su propio ciclo que consta de 5 rotaciones. En otras
palabras, el modelo E-N-O-S, debe girar 5 veces en serie para completar un ciclo para
un total de 20 posiciones - el 20, por supuesto, no es sólo producto de 4 x 5, sino la
suma de 7 y 13, los dos números “místicos” claves en la serie 1 - 13.
Siendo este el caso, una matriz radial es creada, teniendo un total de 260
posibles permutaciones -el Tzolkin - descrito por el giro de los 13 números, cada uno
girando a través de las 20 posiciones direccionales posibles. Si a cada uno de los 13
números se le asigna una cualidad tonal particular, dada la variación por las 20
posiciones, entonces, a través de todas las permutaciones que sean posibles, se hace
factible una rica descripción armónica. la matriz de 260 unidades, podría empezar a
parecer como un teclado multifacético para la composición de la sinfonía galáctica,
¡que es lo que justamente es!.
SUPLEMENTO B. FACTORES Y FRACTALES MAYAS
Para entender los fractales, hay que recordar que: un fractal es una proporción
que permanece constante. Por ejemplo, un segmento de 36 grados de un círculo
siempre será de 36 grados, no importa cuan grande o pequeño sea el círculo.
Además, en este segmento de Circulo hay la información suficiente para
permitirle a uno construir el Circulo completo. El principio del fractal subyace en la
naturaleza holográfica de las cosas: de una fracción de un todo en particular, puede
construirse el todo completo.
El mismo principio se aplica a los sobretonos. Así como un tono de una octava
puede hacerse resonar o sonar en otras octavas, aunque los diferentes tonos de las
octavas vibren en frecuencias diferentes; así también un número o una fracción de un
conjunto de números, puede hacerse sonar en muchos niveles diferentes, produciendo
sobretonos proporcionalmente similares. lncidencialmente, cuando se hace sonar una
escala de 16 tonos, sólo un tono reverbera, una matriz rica en sobretonos: el tono
decimotercero.
Por ejemplo: el 13 es el fractal de 130 (13 X 10), el 144 es el fractal de 1.440
(144 X 10); desde el 13 podemos construir el 130 o viceversa, mientras que del 1.440
podemos sacar el 144. En este caso, los fractales 13 o 144 representan proporciones
que permanecen constantes a través de una serie potencialmente infinita.
Así, una tonalidad fractal puede erigirse con un rango completo de números:
26, 260, 2.600, 26.000, etc.; o 52, 520, 5.200, 52.000, etc. Lo que es importante y lo
que le da el tono a cada uno de los números en una serie fractal no es la cantidad, que
ciertamente el número también indica, sino la clave fractal del número; es decir, 13,
26, 52, etc.; la cual crea el utono” proporcional de la serie. Los ceros agregados a una
serie fractal pueden tomarse como el equivalente de registros más altos de
frecuencias. En relación con los fractales encontramos los factores que son los
números que proporcionan los múltiplos de una cifra dada, por ejemplo, 260 es el
producto de los factores 13 y 20. Al mismo tiempo, 260 es un miembro de la serie
fractal basada en 26. El mismo 26 es el producto de 13 y 2. Todos los fractales son
números factoriales que proporcionan las base para diferentes series de relaciones
proporcionales.
La observación paciente mostrará como los diferentes números se interpenetran
y se permean el uno al otro, como diferentes clases de perfumes. Por Ej.: 144 siempre
se interpretará como 12 x 12, 9 x 16, 18 x 8, 3 x 36, o 72 x 2; mientras que el 52 se
interpretará como factores de 13 x 4, o 26 x 2. incidentalmente, en el sistema Maya
virtualmente todos los fractales claves son ya sea del 13, del 4, o del 9.
Así pues, 260 es un factor de 13 x 20; 64 es un factor de 4 x 16; y 144 es un
factor de 9 x 16.
De esta manera, varios números enteros mayores son considerados más o
menos armónicos de acuerdo a la diversidad de posibilidades factorales y fractales
que ellos representan.
SUPLEMENTO C. ARMÓNICOS DEL CALENDARIO.
El “calendario” de 360 unidades llamado el tun, representa el tercer rango
posicional de la progresión numérica de los mayas que utiliza el factor de 9.
Esta progresión, que de otro modo se origina en los múltiplos de 20, podría
continuar infinitamente, pero para propósitos prácticos consta de nueve órdenes.
Leídos de abajo hacia arriba, con los nombres mayas para los respectivos lugares de
posición y aproximaciones de tiempo, los nueve órdenes son:
9. Alautun = 23.040.000.000 (o 20 kinchiltunes) 63.040.000 + años.
8. Kinchiltun = 1.152.000.000 kin (o 20 calabtunes) 3.152.000 + años.
7. Calabtun = 37.600.000 kin (o 20 pictunes) aproximadamente 157.600 + años.
6. Pictun = 2.880.000 kin (o 20 baktunes) aproximadamente 7.900 + años.
5. Baktún = 144.000 kin (o 20 katunes) aproximadamente 394 + años solares. 4.
4. Katun = 7.200 kin (¢ 20 tunes) aproximadamente 19 + años solares.
3. Tun = 360 kin (¢ 18 (9 X 2) vinales) aproximadamente 1 año solar.
2. Vinal = 20 kin (o 20 días).
1. Kin = 1 kin (o 1 día).
Si esta progresión se moviera exactamente por veintenas, un tun seria el
equivalente de 400 kin, pero en lugar de ello, el factor 9 ha sido introducido en el
orden vinal, que son los períodos de a 20 días. En lugar de 20 vinal sólo hay 18. A
consecuencia de esto 18 x 20 - 360 kin o sea un tun. El resto de la progresión
continúa moviéndose en múltiplos de 20, pero dañada dijéramos, por la urdimbre
producida por la introducción del factor 9 en el segundo orden.
Por eso es que el 9 es el número que más íntimamente está relacionado con el
concepto del tiempo. En cualquier caso, esta progresión, al utilizar la urdimbre del 9,
está en contraste con la cuenta “pura” de los mayas. Mientras que nuestra matemática
posicional es decimal, es decir, avanza por decenas, la cuenta “pura” de los mayas es
vigesimal, porque avanza por veintenas. Mientras que nuestro sistema avanza así: 1,
10,100,1.000, etc., el sistema de los mayas avanza de la siguiente manera:
Novena posición: una unidad es igual a 25.600.000.000 (20 x 1280000000)
Octava posición: una unidad es igual a 1.280.000.000 (20 x 64.000.000)
Séptima posición: una unidad es igual a 64.000.000 (20 x 3.200.000)
Sexta posición: una unidad es igual a 3.200.000 (20 x 160.000)
Quinta posición: una unidad es igual a 160.000 (20 x 8.000)
Cuarta posición: una unidad es igual a 8.000 (20 x 400)
Tercera posición: una unidad es igual a 400 (20 x 20)
Segunda posición: una unidad es igual a 20 (20 x 1)
Primera posición: una unidad es igual a 1 (1 x 1)
Se observar que los primeros números fractales de la progresión “pura” de los
mayas 2, 4, 8, 16, 32, 64, etc - representan la progresión binaria que resulta de
duplicar la última suma, es decir, 2 +2 = 4, 4+4 = 8, 8+8 = 16, etc. Esta progresión es
la razón fundamental de las matemáticas de permutaciones del ADN y del 1 Ching.
Pero para regresar al “calendario” y a sus números, como ya se observó, en los
calendarios de 260 y 360 unidades, vemos los números claves 4, 9, y 13. El 4 es el
número que significa medida; el 9 es el número que significa periodicidad o
consumación. El 13 es el número que significa el movimiento inmanente en todas las
cosas. La diferencia entre 9 y 13, es de hecho 4. Mientras que el 7, o sea el punto
medio entre el 1 y el 13, es el término místico abierto, que penetra todas las cosas; el
5, que es la diferencia entre 4 y 9, es el número del centro, entendido como el punto
desde el cual se pueden medir las cosas, es decir, las cuatro direcciones, las
estaciones, etc. Es por ser 5 igual a 4, el número de la medida, más 1, el número de la
unidad.
El significado de cualquier número depende parcialmente de los factores de los
que el sea la suma; 2 (1 + 1) es el número que significa polaridad, mientras que 3 (2 +
l), representa el principio del ritmo. 6 (3 X 2 6 3 + 3) es el número de la totalidad
rítmica, mientras que 8 (4 + 4), o “medida” doblada, es el número de la octava, el
número clave, resonante y armónico. El 10 (9 + 1) representa el principio de
manifestación; el 11, el principio de disonancia; y el 12, el principio de la realidad
dinámica.
SUPLEMENTO D. NÚMEROS ARMÓNICOS
El principio del número armónico, como ya lo enunciamos en el suplemento B,
consiste en que los números enteros y grandes son considerados más o menos
armónicos, de acuerdo a las posibilidades de factores y fractales que ellos
representan. Un ejemplo lo es el número 936.000 que representa el punto medio del
Gran Ciclo. Señalando, como lo hace, el paso de seis y un medio de ciclos de 144.000
kin o días cada uno, el número 6.10.0.0.0 señala al armónico 936, o sea el paso de
936.000 (6.5 X 144.000) días o kin desde la iniciación del ciclo en el año 3113 A.C.
Además, el número 936.000 da cuenta del fractal clave 26 como 936.000 =
2.600 tun de 360 días cada uno.
Numerológicamente, la fecha 936.000 kin (9 + 3 + 6 = 18 = 1 + 8) es igual a 9,
como lo son todos los factores de 9. En todo caso, el número armónico más grande
es, 13 66 560:
13 66 560 dividido por 360 = 3796 Tun (tun = 360 kin).
13 66 560 dividido por 365 = 3744 Haab (365 kin = Haab, o año solar).
La diferencia entre 3796 Tun y 3744 Haab = 52 (13 X 4). 52 = un “ciclo
calendario” de 52 años - solares sincronizados con 73 ciclos del calendario sagrado
que constan de 260 días cada uno.
13 66 560 dividido por 72 = 18980, que es el número de días en un “ciclo
calendario” de 52 años.
Un ciclo calendario de 52 años es = a 52 X 365 6 260 X 73.
13 66 560 dividido por 73 = 18720 = 52 X 360 6 260 X 72.
13 66 560 dividido por 9, que es el número de los señores del tiempo=15 18 40.
151.840 kin dividido por 365 = 416 años solares inexactos (Haab).
13 66 560 dividido por 260 = 5256 ciclos de calendario sagrado o Tzolkin.
13 66 560 dividido por 584, (el número aparente de días del ciclo de Venus) =
2340 años venusinos.
13 66 560 dividido por 780 (el número aparente de días en el ciclo de Marte) =
1752 años marcianos.
13 66 560 dividido por 2920 días = 468 ciclos solares venusinos.
2920 dividido por 365 = 8; 2920 dividido por 584 = 5.
13 66 560 dividido por 37 960 = 36 ciclos de 104 años; 104 años corresponden
a la conjunción de los ciclos de Venus, del calendario sagrado y solar.
13 66 560 dividido por 52 = 26 280 6 72 años solares inexactos.
13 66 560 dividido por 12 = 1 13 880 6 312 años solares inexactos.
13 66 560 dividido por 13 = 10 51 20 6 288 años solares inexactos.
13 66 560 dividido por 8 = 17 08 20, 6 468 años solares inexactos.
Mientras investigamos más adelante y en detalle en cuanto al significado de
algunos de estos ciclos ya mencionados - el calendario circular y los ciclos de Venus
en particular aquí basta meramente con observar la sorprendente capacidad-del
armónico 136656 para albergar tantos diferentes factores y cifras cíclicas.
Si tomamos el número 13 66 560 como el número de días desde el punto de
inicio del año 3113 A.C., llegamos al 9.9.16.0.0 o sea el año 631 D.C.. En esta fecha
es el equivalente de 3796 ciclos tun de 360 días, o 3744 haab o ciclos solares de 365
días. La diferencia entre 3796 tun y 3744 ciclos solares desde la fecha 3113 A.C., es
52. Si agregamos 52 años, el número de años de un “ciclo calendario”, a la fecha
9.9.16.0.0, año 631 D.C., llegamos a la fecha 9.12.8.13.0., o sea al año 683 D.C.
El número de días transcurridos desde el año 3113 A.C., el inicio del gran ciclo
hasta el 683 D.C., Es 13 85 540, o sea el equivalente aproximado de 3796 años
solares porque no están incluidos los días extras de los años bisiestos. El número
1385540 también corresponde a 73 ciclos de 52 años del calendario. 73 es el
número de ciclos Tzolkin de 260 días que sincroniza con 52 años solares para incluir
una vuelta del calendario (52 x 365 = 260 X 73). Así pues, el año 683 D.C.
correspondería a un tono fractal de una octava superior en el curso del calendario.
De otro lado, 13 66 560oseael año 631 D.C.,también corresponde a 73 ciclos tun de
52 x 360 unidades. ¡Causa poco asombro el hecho de que Pacal Votan hubiese estado
asociado con el magnífico número 13 66 560!
Finalmente, 13 66 560 corresponde con la culminación del trigésimo sexto
ciclo solar-venusino (cada uno de 104 años - 104 x 36 = 3744 años solares) desde el
inicio del Gran Ciclo en el año 3113 A.C. En cuanto estrella matutina y vespertina,
Venus es el planeta que está especialmente asociado con Quetzalcóatl-KukuIkán.
Porque Quetzalcóatl era tanto el Señor de la Aurora, el Portador de luz, y la
Estrella Matutina, como el Guía de los Muertos preside sobre los misterios de la
muerte, la estrella vespertina.
SUPLEMENTO E. EL CICLO DE 52 AÑOS Y EL CALENDARIO
CIRCULAR DIARIO
El Tzolkin, entendido como el Calendario Sagrado de 260 días, cuando se le
combina con el calendario solar de 365 días aproximados o Haab, da origen a un
ciclo de 52 años. Es decir, la coincidencia del día uno del Calendario Sagrado y el día
uno del calendario solar sucede sólo una vez cada 18.980 días, aproximadamente 52
años. Mientras los 260 días se repiten incesantemente, los 365 días del Haab están
divididos en 18 Vinal de 20 días cada uno con un VAYEB de 5 días, período de
limpieza que precede el inicio de otro año. Así pues, una fecha tradicional Maya
siempre incluye una fecha del ciclo de 260 días, como también una del Habb, por
ejemplo: 2 K 13 ZOTZ, 13 AHAU 1 POP, etc.
El 52 (13 x 4, 26 x 2), 1/5 del Módulo Armónico de 260 unidades, es
claramente un número clave Maya; este también aparece en el gran sello de los
Estados Unidos de América (13 flechas, 13 estrellas, 13 franjas, 13 ramas de olivo).
Obviamente, el ciclo de 52 años es un fractal del Gran Ciclo de 5.200 tun,
aproximadamente 100 ciclos de 52 años constituyen un Gran Ciclo.
Entre los mayas del último período, y especialmente entre los aztecas, los
ciclos de 52 años tuvieron una importancia suprema. En la época de la conquista, los
ciclos de 52 años se contaron desde el día 1 caña, el año 1 caña, que vino a ser la
fecha en que Cortés desembarcó en Méjico. Esta fecha marcó el final de 13 ciclos de
52 años celestiales, y el inicio de nueve ciclos de 52 años infernales o de tormento
que se completan el 16 de agosto de 1987. Una parte del atractivo de los ciclos de 52
años y la coordinación de los 260 días del Tzolkin con los 365 días del Haab, consiste
en que el punto de inicio de cada uno de los 52 años solares inexactos en este ciclo,
sólo puede caer en uno de los cuatro Signos Sagrados en una serie que resume la
rotación direccional en el sentido contrario a las manecillas del reloj.
Estos signos y sus series son: MULUC (Oriente); IX (Norte); CAUAC
(Occidente); y KAN (Sur). Generalmente, el año Maya empieza en la fecha
equivalente al 26 de julio, 26 de julio de 1986, que era la fecha 7 MULUC; el 26 de
julio de 1987 es la fecha 8 IX; el 26 de julio de 19.88 es la fecha 9 CAUAC, etc.
En los años bisiesto hay seis Vayeb en lugar de cinco. El Vayeb siempre cae en
los 5 días anteriores a O POP. El primer día del Haab siempre es O POP; es decir, el
26 de julio siempre es O POP. El primer día de un Vinal siempre es 0 y el último es
19.
Los 18 Vinal más el Vayeb y sus signos glíficos son presentados a
continuación. De esta información, junto con las concordancias del signo para el día
planetario dadas, es fácil construir un calendario o libro diario, y dada la información
del Capítulo 4, empezar a trabajar todos los días con la “astrología” cotidiana de los
mayas.
CONCORDANCIA DE LOS SIGNOS DE 20 DÍAS Y LOS PLANETAS
IMIX - Neptuno solar
IK - Urano solar
AKBAL - Saturno solar
KAN - Júpiter solar
CHICCHAN - Cinturón A solar
CIMI - Marte solar
MANIK - Tierra solar
LAMAT - Venus solar
MULUC - Mercurio solar
OC - Mercurio galáctico
CHUEN - Venus galáctica
EB - Tierra galáctica
BEN - Marte galáctico
IX - Cinturón A galáctico
MEN Júpiter galáctico
CIB Saturno galáctico
CABAN - Urano galáctico
ETZNAB - Neptuno galáctico
CAUAC - Plutón galáctico
AHAU - Plutón solar
LISTA DE LOS AÑOS DE 1986 A 2012 D.C.
1986: 7 MULUC
1987: 8 IX
1988: 9 CAUAC
1989: 10 KAN
1990: 11 MULUC
1991: 12 IX
13 AHAU Katun
1992: 13 CAUAC
1993: 1 KAN
1994: 2 MULUC
1995: 3 IX
1996: 4 CAUAC
1997:5 KAN
1998: 6 MULUC
1999: 7 IX
2000: 8CAUAC
2001: 9 KAN
2002: 10 MULUC
2003: 11 IX
2004: 12 CAUAC
2005: 13 KAN
2006: 1 MULUC
2007: 2 IX
2008: 3 CAUAC
2009: 4 KAN
2010: 5 MULUC
2011: 6 IX
2012: 7CAUAC
SINCRONIZACIÓN GALÁCTICA

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