DrugFacts: El khat
Actualizada en julio del 2013
El khat es una droga estimulante derivada de un arbusto (Catha edulis) nativo del África oriental y del sur de Arabia. Aunque la planta del khat en sí no está listada en la Ley sobre Sustancias Controladas, la catinona, uno de sus componentes químicos que altera la mente, sí está entre las drogas de la Categoría I (sustancia controlada que no está reconocida para uso terapéutico), por lo que el gobierno federal considera su uso ilegal.
Se reporta que al mascar las hojas del khat, se induce un estado de euforia y exaltación, así como sentimientos de mayor agudeza mental y excitación. Los efectos comienzan a disminuir después de 1½ a 3 horas, pero pueden durar hasta 24 horas. Al final de una sesión de khat, el usuario puede experimentar un estado de ánimo depresivo, irritabilidad, pérdida de apetito y dificultad para dormir.
Hay varios efectos físicos adversos que han sido asociados con el uso excesivo o prolongado del khat, incluyendo la caries dental y las enfermedades periodontales; trastornos gastrointestinales como el estreñimiento, úlceras, inflamación del estómago y un riesgo mayor de tumores del tracto gastrointestinal superior; y trastornos cardiovasculares, como latido cardiaco irregular, disminución en el flujo sanguíneo y ataques al corazón.
También existe evidencia epidemiológica consistente de que hay una asociación débil entre el uso crónico del khat y los trastornos mentales. Aunque no existe evidencia de que el khat produzca enfermedades mentales, la práctica de mascar khat puede empeorar los síntomas en aquellas personas con problemas psiquiátricos preexistentes.
No está claro si el khat causa tolerancia, dependencia física, adicción o síntomas del síndrome de abstinencia, pero los usuarios a largo plazo han reportado ligera depresión, pesadillas y temblor a los pocos días de haber dejado de masticarlo.
¿Cómo se consume el khat?
Las hojas del arbusto de khat se suelen masticar y se mantienen en la mejilla, como el tabaco de mascar, para que liberen sus sustancias químicas estimulantes.¿Cómo afecta el khat al cerebro?
Los principales ingredientes psicoactivos en el khat son la catinona y la catina. Estas sustancias químicas son estructuralmente similares a la anfetamina y producen efectos estimulantes parecidos sobre el cerebro y el resto del cuerpo, pero son menos potentes. Al igual que otros estimulantes, la catinona y la catina estimulan la liberación de la hormona del estrés y del neurotransmisor norepinefrina y elevan el nivel del neurotransmisor dopamina en los circuitos cerebrales que regulan el placer y el movimiento.¿Quién consume khat?
Se calcula que unas 10 millones de personas alrededor del mundo mastican khat. Se encuentra comúnmente en la parte suroeste de la Península Arábiga y en el este de África, donde se ha utilizado durante siglos como parte de una tradición cultural establecida. En un estudio a gran escala en Yemen, el 82 por ciento de los hombres y el 43 por ciento de las mujeres reportaron haber consumido khat por lo menos una vez en su vida. Su uso actual entre ciertas comunidades de inmigrantes en los Estados Unidos y en Europa ha causado preocupación entre los profesionales de la salud y los responsables de establecer las políticas. No existen cálculos confiables de la prevalencia en los Estados Unidos.¿Qué otros efectos adversos a la salud tiene el khat?
Además de sus efectos psicológicos, los usuarios de khat también pueden experimentar efectos fisiológicos producidos normalmente por los estimulantes, incluyendo un aumento de la presión arterial y la frecuencia cardiaca.Hay varios efectos físicos adversos que han sido asociados con el uso excesivo o prolongado del khat, incluyendo la caries dental y las enfermedades periodontales; trastornos gastrointestinales como el estreñimiento, úlceras, inflamación del estómago y un riesgo mayor de tumores del tracto gastrointestinal superior; y trastornos cardiovasculares, como latido cardiaco irregular, disminución en el flujo sanguíneo y ataques al corazón.
También existe evidencia epidemiológica consistente de que hay una asociación débil entre el uso crónico del khat y los trastornos mentales. Aunque no existe evidencia de que el khat produzca enfermedades mentales, la práctica de mascar khat puede empeorar los síntomas en aquellas personas con problemas psiquiátricos preexistentes.
No está claro si el khat causa tolerancia, dependencia física, adicción o síntomas del síndrome de abstinencia, pero los usuarios a largo plazo han reportado ligera depresión, pesadillas y temblor a los pocos días de haber dejado de masticarlo.
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