Se prepara para volver a Oaxaca con más de lo mismo, con su sistema caciquil
El PRI ha sido
despiadado conmigo y con los migrantes, asegura Solalinde
Dice que estorba en el estado
porque soy una conciencia implacable que denuncia todo lo malo
Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 28 de septiembre de 2014, p. 8
Domingo 28 de septiembre de 2014, p. 8
Al sacerdote Alejandro Solalinde lo han intentado secuestrar, quemar vivo, asesinar y, recientemente, encarcelar. El fundador del albergue Hermanos en el Camino identifica plenamente a su poderoso enemigo: “El PRI ha sido despiadado conmigo y con los migrantes en general. No me cabe la menor duda que detrás de todo esto está ese partido. El plan del tricolorcontra mí está ligado al plan nacional contra los mexicanos”.
Detrás del montaje orquestado por priístas de Oaxaca le han inventado un supuesto delito, lo han difamado y amenazado: “He sido una conciencia critica contra el PRI, también contra el PRD y de quien sea, porque soy parejo, pero el Revolucionario Institucional me ha hecho mucho daño.
El PRI se está preparando para volver a Oaxaca con más de lo mismo, con su sistema caciquil, reprimiendo a personas como yo, minando mi autoridad moral para, en un momento dado, ante la opinión pública, darme un golpe final, señala.
El más reciente ataque sucedió hace unos días. Agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) agredieron a defensores de derechos humanos que trabajaban con el albergue. De hecho, señala que las agresiones se incrementaron 90 por ciento, a partir del Programa Frontera Sur (PFS), y se han registrado 57 casos de personas víctimas de robo, extorsión, violación y lesiones.
Los migrantes están en peligro, insiste Solalinde, y llama a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), a Amnistía Internacional (AI) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a que vigilen las acciones de los agentes de migración del PFS para evitar nuevas agresiones.
Plan premeditado
El sacerdote vive en el albergue ubicado en Ixtepec, Oaxaca, un edificio humilde, pero limpio y muy bien organizado. Desde temprano en la cocina, atendida por los propios migrantes, la mayoría de ellos centroamericanos, se empieza a preparar el desayuno.
Las áreas de dormitorios para mujeres y hombres están separadas. Y todos siguen el ritmo del lugar que los acoge solidariamente. Solalinde prepara su misa diaria y les expresa su amor, se sienta a platicar con ellos, les da consejos, les ofrece información primordial para que continúen su camino hacia Estados Unidos.
En las semanas recientes el clérigo ha estado presionado por las amenazas de políticos priístas:
No es que yo no quiera a ese partido. Estoy preocupado por lo que ha sido y es el PRI en Oaxaca. Lo he vivido en carne propia.
Desde que decidió, hace siete años, fundar este albergue ha sufrido el embate de ese partido:
El primero fue Felipe Girón Villalba, presidente municipal de Ixtepec, que ordenó golpearme y meterme a la cárcel. Al siguiente año, el alcalde Gabino Guzmán Palomec ya no mandó a nadie, él mismo fue a intentar quemar el albergue con su síndico municipal Erasmo Carrasco Carrasquedo, quien puso sus patrullas atrás, para que no corriéramos, y el presidente municipal, frente al albergue, con personas armadas con palos y gasolina, quería quemar el albergue conmigo adentro.
Solalinde no tiene dudas: “Toda la gestión del PRI fue un infierno de persecución contra mí, contra el albergue, con difamaciones. En ese periodo se juntaron seis amenazas de muerte. Tuve que salir, por petición de mis superiores; me tuve que ir dos meses para dar tiempo a que mejoraran las condiciones de seguridad y vida en Oaxaca.
–¿Y se logró?
–No, pero yo tengo que seguir en esta misión.
Migrantes, un negocio
Los niños corretean por el patio del albergue. Se acercan a Solalinde, lo abrazan, lo besan. Él les da la bendición a todos. Sale con los migrantes a recorrer las vías para esperar a los que vienen en el tren conocido como La Bestia.
Las vías están a unos pocos metros de la parte trasera del albergue y por tanto el lugar ha sido blanco de ataques tanto de funcionarios como de policías e integrantes del crimen organizado.
“El albergue es como un jardín, pero sobre un yacimiento petrolero. El jardín no les interesa, mucho menos el jardinero, pero van a hacer lo que sea para poder sacar el petróleo, que es la explotación del migrante. Hay intereses económicos de mucha corrupción y muchos intereses políticos. Yo les estorbo en Oaxaca porque soy una conciencia implacable denunciando todo lo malo que hay allí. Como no, si tengo 30 años en el estado y me duele mucho lo que ha pasado.
Me duele la suerte de los campesinos, la suerte de los indígenas; las cárceles en este momento son una porquería, una podredumbre, son lo más horrible. Este sistema, que todo lo toca con la corrupción, con el saqueo del erario, con el cinismo, va a seguir.
El sacerote recuerda el acoso durante el gobierno del priísta Ulises Ruiz, y cómo resistió la persecución:
Ulises Ruiz estaba detrás de un meganegocio con los migrantes. Sus dos presidentes municipales en Ixtepec querían hacer un negocio con la llegada de los inmigrantes a través de secuestros, extorsiones y de todo. Pero les estorbe; fui y soy un estorbo para el PRI. No lo he permitido, ni lo voy a permitir, a costa de que me hagan tantas cosas, incluso me iban a matar.
Añade: “Enfrenté a Ulises Ruiz, no en lo personal, porque yo no tengo el disgusto de conocerlo, pero en Washington mandó a una personera y allí en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el 20 de marzo de 2010, le dice al relator:
El señor gobernador Ulises Ruiz lo único que pide es que desaparezca el albergue o en su defecto que se ponga al otro lado del puente.
En ese momento Solalinde intervino haciendo preguntas claves:
¿Por qué se va a quitar? ¿Acaso estorba para los negocios que quiere hacer el señor gobernador para explotar a los migrantes, para secuestrarlos y hacerles de todo? Señora, dígale al señor gobernador que sobre mi cadáver va a pasar. Yo le expliqué al relator Rodrigo Escobar la zona despiadada de explotación y esclavitud y trata que querían formar. Por eso se puso peor la situación. Ahora Ixtepec ha cambiado de partido. Está el PRD, ya no nos ataca, y ha tenido buena voluntad en acercarse a nosotros.
La última embestida que ha recibido Solalinde tiene que ver con una venganza de funcionarios priístas. Cuenta que el cacique priísta José Raymundo Fabián, del Bajo Mixe, quien asegura los votos para el PRI e hizo ganar al diputado Samuel Gurrión, se puso de acuerdo para inventarle supuestos delitos.
El diputado se ha lanzado con todo contra mí, diciendo que yo era tratante de menores, traficante de personas y exige a las autoridades y a la Iglesia católica que me investiguen. El cacique me acusa de ser el autor intelectual de un secuestro a su persona. ¡Imagínese!
La cárcel es una posibilidad, dice de manera resignada, particularmente porque en los meses recientes se ha convertido en presos políticos al yaqui Mario Luna y al doctor José Manuel Mireles, cuya defensa de este último generó más amenazas.
Al día siguiente que encarcelan a Mireles surgieron más amenazas. Cuando a Mireles lo meten a la cárcel sembrándole armas y droga con la táctica que ya sabemos, inmediatamente empieza en ese momento esta campaña de desprestigio en mi contra. No es casualidad. Entendí la porquería que es el PRI.
Añade: “El doctor Mireles fue traicionado por el Ejército, porque fue una traición, eso demuestra una doble moral del gobierno de Enrique Peña Nieto. Bien que lo usó para sus fines de meter a (el comisionado Alfredo) Castillo, pero después le dieron su patada.
“Mireles iba a bloquear el paso de drogas y materiales de comercio negro por el puerto de Lazaro Cardenas, dándole un golpe muy fuerte a la economía del cártel de Los caballeros templarios, y allí ya no lo resistió el gobierno, por eso intervino, para salvar las finanzas de los templarios y de La Tuta.
“¿Por qué no detienen a La Tuta? ¿Qué no dan una? ¿O qué no saben donde está? Que liberen a Mireles para que detenga a La Tuta. ¿A poco hay diferencia entre los cárteles de la droga y un Estado maquiavelico que se vale de todo?”
–¿No teme que le siembren armas o le inventen un delito?
–Yo no tengo miedo. A Jesús se lo hicieron, ¿por qué no me lo van a hacer a mí? Jesús era la persona más inocente, le pusieron testigos falsos y le sembraron todo lo que quisieron. Finalmente lo llevaron a la muerte siendo inocente, no tenía más culpas que haber dado la vida por todos nosotros.
–¿Usted no tiene miedo?
–No. Me lo van a hacer en la medida en que este pueblo no despierte y le sigan cerrando la boca con tarjetas Monex, o con despensas de Soriana o comprando o abusando de su necesidad. La dictadura de este gobierno va a durar el tiempo que nosotros tardemos en tomar conciencia para cambiar las cosas con unidad, en red y con mucha decisión.
–¿Está preparado para la cárcel?
–No tengo miedo a la cárcel. Si me meten a prisión, no voy a callarme por más calentadas, por más torturas; no me voy a callar. Mi conciencia es inabollable. El Estado mexicano tortura, desaparece y ejecuta extrajudicialmente. Nos enfrentamos a un Estado corrupto. Tengo una vida amenazada, lo acepto, pero no me roban la paz.
–¿Y su vida?
–Mi vida es un juego de naipes, cada intento por eliminarme, por quitarme a como dé lugar, es una carta que echan, y el último recurso será matarme. Es un costo político muy alto y espero que Enrique Peña Nieto asuma el costo de mi vida, como Plutarco Elías Calles, nuestro proveedor más grande de mártires mexicanos, un mandatario asesino, perseguidor, que ha sido el papá del PRI.
–Entonces, ¿cómo pasará Enrique Peña Nieto a la historia?
–Peor que Plutarco Elías Calles.