Suustituye China a EU como superpotencia global?
Alfredo Jalife-Rahme
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Imagen del muelle Dongjiang, una de las tres principales
zonas de comercio en el puerto de Tianjin, en el norte de ChinaFoto Xinhua
P
eople’s Daily, portavoz del Partido Comunista chino, celebra
"los nuevos cambios en el balance de poder entre China y Estados Unidos
(EU)" a cconsecuencia de la creación paradigmática del nuevo banco chino
de desarrollo (http://goo.gl/AcqoRH), lo cual ya había apreciado hace un mes
como un game changer (punto de inflexión) (http://goo.gl/VfwMXH)”.
El rotativo festeja la participación de 57 países en el ya
célebre Banco de Infraestructura e Inversiones Asiático (AIIB, por sus siglas
en inglés) "con Sudcorea, Gran Bretaña (¡supersic!), Australia, Francia,
Alemania e Italia, que firmaron como miembros fundadores, con la notable
excepción de EU", lo cual "refleja el hecho de que la influencia de
China se ha incrementado a nuevas alturas y que el balance de poder entre EU y
China ha emprendido un giro significativo (¡supersic!)": ¡El mundo entró a
una nueva era!
El kakistocrático “México neoliberal itamita” no participa
en su creación seminal –¿por órdenes de EU?– cuando Brasil, con una óptima
geopolítica del siglo XXI, es el único país integrado de toda Latinoamérica al
AIIB (http://goo.gl/uaQY4F).
People’s Daily expone los seis rubros que están cambiando
"la nueva era" y llama la atención que no cite en absoluto a Rusia,
que, a mi juicio, brinda a China su tácita cobertura militar, sin la cual hace
mucho que EU la hubiera pulverizado: 1. El PIB de China se espera rebase al de
EU; 2. China reconfigura el orden financiero internacional; 3. Las amistades de
China se están expandiendo; 4. El poder militar de China se fortalece en forma
continua; 5. La cultura china crece en popularidad; y 6. La influencia global
de China será más significativa.
Sobre el PIB de China en términos de poder de paridad de
compra, el año pasado el país asiático superó ya a EU, mientras en términos
"nominales"(valor en dólares estadunidenses) se ubica en segundo
lugar detrás de EU "después de 30 años".
El año pasado China alcanzó 7.4 por ciento de crecimiento
económico rebasando a EU (2.4 por ciento), a la Eurozona-19 (0.8 por ciento) y
Japón (0.2 por ciento), y "es solamente cuestión de tiempo para que el PIB
nominal de China rebase al de EU".
Sobre "la reconfiguración del orden financiero
internacional", comenta una cita de Kissinger, “quien en una ocasión
aseveró que quien domine las finanzas internacionales domina el mundo (nota:
aserto añejo de uno de los banqueros siniestros de la dinastía de los
Rothschild, quien sentenció que más se gana cuando existe ‘sangre en las
calles’)”.
El mundo dolarcéntrico es desafiado cuando el mismo FMI,
repleto de escándalos crapulosos de sus dos ex directores, sopesa en forma
tardía incluir al renminbi (la divisa china) entre los derechos especiales de
giro (http://goo.gl/adV46s).
En paralelo al paradigmático banco chino AIIB, pronto se
establecerán el "Banco de los BRICS" y su "mini FMI"
bendecidos en la histórica cumbre de Fortaleza, Brasil (http://goo.gl/nIgrUa).
Sobre las amistades crecientes de China: el mandarín Xi
Jinping ha demostrado una óptima diplomacia, sin sucumbir en la candidez de
Gorbachov y Yeltsin, mediante su adhesión a los "cinco principios de
coexistencia pacífica" integrados a la multipolaridad, lo cual es muy
atractivo para quienes no desean ser subyugados en forma masoquista por la
unipolaridad militar financierista de EU.
Llama la atención la frase: "China no tiene aliados
(¡supersic!) militares, sino muchos amigos", lo cual suena a publicidad
propositiva, ya que Pekín contaría, en forma subrepticia y/o tácita, con la
cobertura nuclear de una superpotencia de la talla de Rusia, a la que ha
solicitado la adquisición de los modernos misiles defensivos S-400 (a
diferencia del S-300 de Irán), los cuales, a mi juicio, cambiarían
cualitativamente la correlación de fuerzas defensivas de China –que dispone
también de 250 ojivas nucleares (http://goo.gl/vsDS2Q)– en el noreste asiático,
frente a Japón.
El rotativo juzga que, en contraste, EU coloca su perniciosa
ideología "al frente de sus relaciones diplomáticas", con el
corolario de su unipolaridad, que "no es más aceptable para el resto del
mundo, que se ha vuelto más rebelde". Sobre el poder militar chino –a mi
juicio, su lado vulnerable– arguye que "el desarrollo de su portaviones
marca la entrada a una nueva fase".
Es probable que se refiera a los portaviones en forma
"cualitativa", donde Rusia y China vienen en tercero y cuarto lugar
mundial entre los 10 primeros (http://goo.gl/CSF40e ), y no en forma
“cuantitativa (http://goo.gl/Neleux)”.
La "popularidad de la cultura china": es evidente
que tenga un enorme impacto debido a su cultura milenaria de 5 mil años y su
característica de "Estado-civilización", como la califica
correctamente el periodista británico Martin Jacques en su libro Cuando China
gobierne al mundo: el fin del mundo occidental y el nacimiento de un nuevo
orden global (http://goo.gl/vgQ7X8)”.
Su cultura, que abreva de la sapiencia civilizatoria de
Confucio, colisiona con la anomia del desregulado neoliberalismo financierista,
y su seducción radica en que magnetiza a la mayoría despojada del planeta en
búsqueda de un nuevo orden multipolar frente a la salvaje e inarmónica
unipolaridad ya agónica de EU.
La influencia global de China se centra en sus dos audaces
proyectos geoeconómicos: la ruta de la seda continental y su equivalente
marítimo que se subsumen en el eslogan "una ruta, una correa" que
"vincularán a casi la mitad de la población del mundo" y
"conectarán con el corredor económico Bangladesh, China, India,
Myanmar", que, a mi juicio, abre el espacio marítimo del mar Andamán/bahía
de Bengala (http://goo.gl/tz0YUf), que forman parte del océano Índico para
Pekín, que solamente cuenta con la muy vulnerable salida al mar en la zona
disputada del sur del mar de China.
El otro corredor económico China-Pakistán abre otro espacio
marítimo al superestratégico puerto de Gwadar (Pakistán/Baluchistán) al mar
Arábigo, que forma parte también del océano Índico (http://goo.gl/1BdvS0).
Ya había adelantado hace ocho años la relevancia del puerto
pakistaní de Gwadar, que ha cobrado muchas vidas debido al esquema balcanizador
israelí-anglosajón que fomenta la separación de Baluchistán
(http://goo.gl/m80p1D).
El rotativo chino comenta que "en los pasados 30 años,
China ha seguido las reglas del juego (¡supersic!) mundial" y ahora desea
que "su voz sea escuchada en la arena internacional".
El académico chino Bao Shenggang comenta que el "siglo
chino" significa "la cooperación multipolar y no el dominio
hegemónico", en alusión a la decadente unipolaridad de EU
(http://goo.gl/VXjdeu).
China goza la gran ventaja retrospectiva de no repetir los
errores trágicos del totalitarismo soviético ni del salvaje capitalismo
israelí-anglosajón, y ahora puede sacar el mejor partido virtuoso.
El libro El maratón de los cien años: la estrategia secreta
de China para sustituir a EU como superpotencia global, de Michael Pillsbury
(http://goo.gl/C6KhVF), aduce que el trayecto de China comporta tres etapas de
las que, a mi juicio, ha cumplido con creces las dos primeras (asimilación de
la tecnología occidental y consolidación geoeconómica), en espera de la
tercera: el liderazgo mundial, pero dentro de una multipolaridad sinergética.
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