De España a la Yihad en Siria
"Hermano musulmán: siéntete orgulloso de ser seguidor del profeta Mohammed y deja tu cabeza bien alta, porque tú eres libre con tu monoteísmo y tu fe en Dios. Ellos son esclavos de sus lujurias y presuntas libertades. El asesino de Charlie Hebdo me representa". Éste era el estado de Facebook de Abu Yihad, un joven marroquí que ahora combate en Siria, tras los atentados yihadistas de París donde murieron 12 personas.
Uno de los comentarios que Abu Yihad hizo a VICE News durante la conversación. Fuente: cuenta de Facebook de Abu Yihad
Abu Yihad pisando el cadáver de un soldado del ejército Sirio. Fuente: cuenta de Facebook de Abu Yihad
"Vine a luchar a Siria porque desde casa observaba impotente como el régimen de Bashar al-Assad estaba matando a niños y violando mujeres", explica a VICE News en perfecto castellano este miliciano del Frente al-Nusra que residió en Madrid durante una década. "Como cualquier musulmán que tiene dignidad no pude quedarme de brazos cruzados viendo como el régimen masacraba a nuestros hermanos suníes", remarca este chaval que ronda la treintena.
Abu Yihad llegó a Siria hace aproximadamente un año a través de Turquía para integrarse en el Frente al-Nusra, la franquicia local de al-Qaeda. Según cuenta, su unidad de combate "está ubicada en las montañas que rodean Jisr al-Shugour", una ciudad de la provincia de Idlib controlada por las tropas gubernamentales.
Un caso semejante es el de Zakaria, un joven tangerino de 26 años con el que VICE News ha podido conversar y que durante la primavera de 2014 abandonó Barcelona para ingresar en las filas de Harakat Sham al-Islam, un grupo islamista formado principalmente por combatientes marroquíes que opera en las provincias de Latakia y Alepo.
Arriba, Zakaria en Latakia, Siria. Abajo, Zakaria en Barcelona. Fuente: cuenta de Facebook de Zakaria
"He venido a Sham -así es como los yihadistas se refieren a Siria- para que el nombre de Alá esté en lo más alto", manifiesta este chico que justo antes de abandonar España asistió a un partido del FC Barcelona en el Camp Nou según se desprende de una foto que luce con orgullo en su perfil de Facebook.
Zakaria en el Camp Nou, el estadio del FC Barcelona. Fuente: cuenta de Facebook de Zakaria
La policía española estima que alrededor de 70 yihadistas de nacionalidad española o con permiso de residencia en nuestro país se encontrarían en este momento luchando en Siria e Iraq. De ellos, un 80% lo haría en las filas de Estado Islámico y el resto en grupos más alejados del foco mediático como el Frente al-Nusra y Harakat Sham al-Islam. "En al-Nusra hay muyahidines del mundo entero porque todos defendemos la misma causa. El 40% somos de fuera de Siria y, por supuesto, hay españoles", afirma Abu Yihad.
La filial de al-Qaeda en Siria se ha convertido en el grupo opositor al régimen de Bashar al-Assad más potente en el oeste del país -desde Alepo hasta Daraa- después de enfrentarse y expulsar a los grupos rebeldes moderados acusados de colaborar con Estados Unidos. El otoño de 2014 expulsó de Idlib al Frente de los Revolucionarios de Siria liderado por Jamal Marouf, forzándoles a huir a Turquía, y en las últimas semanas ha colisionado con el Movimiento Hazzm en Alepo, unos de los últimos remanentes del Ejército Libre de Siria en la región. Los milicianos que no han huido han acabado uniéndose al Frente al-Nusra trayendo consigo gran cantidad de armas, algunas de las cuales, como los misiles antitanque TOW, facilitadas por los EEUU para combatir tanto a las fuerzas de Bashar al-Assad como a Estado Islámico.
"Jamal Marouf es un traidor porque cumple órdenes de los americanos. En Idlib se portaba muy mal con la gente porque les robaba y extorsionaba. Ahora los locales viven en paz y están muy contentos con las presencia de los muyahidines", destaca Abu Yihad. Debido a las discrepancias ideológicas sobre la aplicación de la sharia -la ley islámica- y la disputa por el liderazgo de la yihad global, al-Nusra y Estado Islámico están enfrentados en Siria. Por el contrario, Abu Yihad destaca que su organización tiene "muy buena relación con grupos islamistas como Ahraral-Sham, el Frente Islámico y Harakat Sham-al Islam" con los que combaten codo con codo contra las tropas de Damasco.
Zakaria en la parada de metro La Salut, Badalona. Fuente: cuenta de Facebook de Zakaria
"En Harakat Sham al-Islam hay varios españoles y muchos combatientes que hablan castellano", afirma Zakaria desde Dorien, un pueblecito de la región de Jabal al-Akrad al norte de la provincia de Latakia. Situado en la ladera de una montaña desde donde se divisa la ciudad de Salma, esta aldea alberga numerosos chalés que eran utilizados por los habitantes de la capital de provincia como segunda residencia debido a las moderadas temperaturas veraniegas. Dorien se ha convertido en una de las bases principales de Harakat Sham al-Islam y es desde 2012 uno de los frentes más activos de la guerra. Allí, las posiciones yihadistas apenas distan medio kilómetro de la primera línea del ejército oficial sirio.
"De Barcelona guardo los mejores recuerdos. Llegué de Marruecos con 17 años y durante los últimos nueve he vivido en el barrio de Vilapicina, en Santa Coloma de Gramenet y también en Badalona. En todo ese tiempo nunca he pisado la comisaría", destaca Zakaria para resaltar su buena conducta. "Trabajaba en una empresa de colocación de pladur. Muchas de las tiendas que Zara, Bershka, Stradivarius, Oysho o Springfield han abierto en Barcelona las hemos hecho nosotros", explica el joven tangerino. Durante esos nueve años afirma haber "pasado algunas temporadas trabajando en Marsella y Suiza".
Antes y después: Zakaria en Barcelona y en Siria. Fuente: cuenta de Facebook de Zakaria
Zakaria, que ahora se encuentra guardando reposo tras ser herido en su pierna izquierda, viajó a Siria para unirse a Harakat Sham al-Islam junto con varios chicos de origen marroquí de su misma edad, alguno de ellos también residente en España. "De Marsella viajé a Barcelona. Después estuve en Tánger para despedirme de mi familia y amigos. De allí regresé a Barcelona para coger un avión a Estambul donde hice escala para llegar a Antalya. Finalmente, en coche hasta el paso fronterizo de Kessab, por donde entré en Siria", relata Zakaria. Kessab es una ciudad fronteriza de la provincia de Latakia habitada mayoritariamente por población armenia. Controlada por el régimen de al-Assad, cayó en manos de una coalición formada por rebeldes y grupos yihadistas en marzo de 2014. Desde esa fecha hasta junio de 2014 estuvo en manos islamistas, momento que Zakaria y centenares de muyahidines aprovecharon para entrar en Siria.
Harakat Sham al-Islam fue fundado en agosto de 2013 por Mohammed al-Alami, muerto en Siria en septiembre de 2013, Ahmed Mizouz y Ibrahim bin Shakran, fallecido en la provincia de Latakia en abril de 2014, los tres marroquíes y presos durante años en la prisión de Guantánamo. La paternidad marroquí del grupo ha provocado que la mayor parte de sus combatientes procedan de Marruecos, tengan nacionalidad española o permiso de residencia en nuestro país.
Abu Yihad también entró en Siria por la provincia de Hatay después de haber llegado en avión desde Marruecos. Como consecuencia del incremento en España de las operaciones policiales para desmantelar redes de captación de yihadistas así como el estricto control en aeropuertos y pasos fronterizos, el país magrebí se ha convertido en la puerta de salida hacia la yihad en Siria e Iraq. En Marruecos los jóvenes aprovechan para pasar los que quizás serán los últimos días de su vida con familiares y amigos, antes de tomar un avión rumbo a Turquía.
"Ahora es más difícil viajar a Siria porque los gobiernos de los países árabes cumplen las ordenes de Occidente. Son como perros de caza que han vendido a sus pueblos y a su religión", declara indignado Abu Yihad. "Aunque la mayoría de muyahidines viaja en grupo, yo decidí hacerlo solo porque desde pequeño siempre he actuado de forma individual. Con 15 años crucé solo el estrecho en los bajos de un camión. Más vale solo que mal acompañado", recalca el joven tangerino.
Abu Yihad en la provincia de Idlib, Siria. Fuente: cuenta de Facebook de Abu Yihad
Abu Yihad recuerda su sueño europeo como un camino lleno de dificultades. "Al llegar a la península me internaron en un centro de menores. Hice un curso de hostelería y realicé las prácticas en un conocido restaurante de Madrid", relata el miliciano, que vivió en la capital española del año 2000 al 2010 aproximadamente. "Cuando acabé las prácticas no encontré trabajo. La situación era complicada porque había pasado poco tiempo de los atentados en los trenes y había mucho racismo", afirma este combatiente del Frente al-Nusra. Abu Yihad defiende que tras los atentados de Madrid en 2004, "en España se instaló un clima de rechazo generalizado hacia la comunidad musulmana y el colectivo magrebí". Seguidor del Real Madrid, recuerda que mataba el tiempo entre semana viendo los entrenamientos del equipo blanco. "Iba todas las semanas a la ciudad deportiva, pero ahora no me gusta ningún equipo porque estamos concentrados en la yihad", añade este joven que decidió abandonar España y regresar a Marruecos "por el racismo existente y porque echaba de menos a la familia".
Zakaria cuenta que "aún no esta listo para luchar y pasa todo el tiempo rezando el Corán". Mucho menos propenso a hablar, una foto en la estación de metro de La Salut de Badalona y otra enfrente del puerto de Barcelona colgadas antes de su partida son una pequeña muestra de cómo era su vida en Cataluña. Aficionado al FC Barcelona como demuestra su instantánea en el Camp Nou, afirma que "ahora el fútbol no importa demasiado" aunque reconoce "haber visto los goles del equipo culé de la última jornada".
Zakaria y Abu Yihad coinciden en reconocer "la debilidad del ejército de Bashar al-Assad pese a sus bombardeos desde el aire" y aseguran "no tener miedo a la muerte porque es la antesala al paraíso". El miliciano de al-Nusra cuenta que el frente de Jisr al-Shugour está tranquilo pero prevé que en las próximas semanas tenga lugar una gran ofensiva para tomar la ciudad. "Con la voluntad de Alá venceremos al régimen terrorista. Estamos aquí por una buena causa y estamos dispuestos a morir por ella. Nosotros amamos la muerte tanto como ellos aman la vida", sentencia el miliciano de la filial de al-Qaeda en Siria.
"La vida en Sham es maravillosa, no esperaba que fuera así", asegura Abu Yihad al hacer balance de su primer año luchando en Siria. Al preguntarle sobre si al-Nusra le paga un sueldo a sus combatientes, el miliciano islamista remarca: "No he venido a hacer la yihad para cobrar como un mercenario pero al igual que sucede en todas las organizaciones yihadistas recibimos un pequeño sueldo para pequeños gastos, como por ejemplo, llamar por teléfono".
El añoro a su familia fue la causa por la que decidió abandonar España pero ahora Abu Yihad cuenta con su apoyo. "Al principio les costó un poco pero ya se han acostumbrado. Me desean mucha suerte y piden cada día a Dios que nos dé la victoria", manifiesta el joven con mensajes entrecortados debido a la poca cobertura que tiene a causa de las montañas.
Culto y con mucha lectura a sus espaldas, el combatiente del Frente al-Nusra no rehúye ningún tema y se presta a dar su opinión sobre el rol de los EEUU y los bombardeos de la coalición internacional sobre Estado Islámico y Khorasan, un grupúsculo de Al-Qaeda formado por milicianos buscados por Washington que combatieron en Afganistán. "Todos los occidentales tienen una información equivocada sobre el islam. Estados Unidos y sus aliados han declarado la guerra contra el islam pero ellos dicen que es contra el terrorismo y en nombre de la democracia. ¿Quién es el verdadero terrorista?", pregunta Abu Yihad. "Los verdaderos terroristas son los que invaden nuestras naciones y roban nuestras riquezas. Aquellos que violan a niñas y mujeres en todo el mundo musulmán. En Iraq, Afganistán, Palestina", esgrime el joven.
Durante la conversación, Abu Yihad llega incluso a atreverse a reconocer que este documental de VICE News sobre yihadistas británicos en Siria le parece "muy interesante pero le sobra el hilo musical puesto que a los muyahidines no les gusta la música".
Su indignación sobre el orden mundial va mucho más allá. "Mientras Israel, EEUU y Europa estén en el poder no habrá paz. Ésta solo llegará cuando haya un califato musulmán como en la Edad Media". Para reforzar su idea plantea una pregunta a modo de reflexión. "¿Cómo trataban los musulmanes a la gente en la Edad Media? ¿Y los conquistadores europeos a los indígenas de América?". Abu Yihad también retrocede a la época medieval para hablar de Al-Andalus. "Todos los musulmanes del mundo deseamos que algún día Al-Andalus vuelva a estar bajo los dominios del islam. Durante ocho siglos fue tierra musulmana y es una promesa que algún día con la voluntad de Alá volveremos a recuperar", concluye el miliciano del Frente al-Nusra.
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