Libro en PDF 10 MITOS identidad mexicana (PROFECIA POSCOVID)

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lunes, 27 de marzo de 2017

LA INFILTRACIÓN WAHABISTA EN OCCIDENTE

EL ISLAM VOLVIÓ A APARECER EN EUROPA EN LOS AÑOS CINCUENTA CUANDO, COMENZADO EL PROCESO DE DESCOLONIZACIÓN DE ARGELIA Y OTROS PAÍSES, LAS ANTIGUAS METRÓPOLIS COMENZARON A IMPORTAR, PARA SOSTENER EL NIVEL ECONÓMICO Y LOS ESTÁNDARES DE PRODUCCIÓN, A MILES Y MILES DE PERSONAS VENIDAS DE SUS ANTIGUAS POSESIONES.

Al encontrarnos en los años cincuenta, sesenta,setenta y ochenta, las comunidades que se fueron implantando eran mayoritariamente socialistas, ya que el socialismo era el faro ideológico de los movimientos islámicos anti sionistas o anti imperialistas, siendo el Islam una cuestión accesoria y cultural importada, pero realmente de segundo plano en las propias comunidades musulmanas.
Es a partir del triunfo de la revolución iraní, de la guerra civil libanesa y la radicalización sectaria, pero sobre todo del uso de talibanes y muyahedeen como fuerzas de choque contra el socialismo afgano y la URSS lo que da el poder ideológico al Wahabismo que, saturado de los petrodólares del Rey Fadh, da el salto fuera de Arabia Saudí y el Golfo y se expande por todo el mundo.
Las limitaciones telemáticas hicieron que la expansión fuera lenta al principio, pero conforme aumentó la rapidez de las comunicaciones y el acceso a la información el wahabismo, por los inexpertos servicios de inteligencia occidentales, permitieron el auge de esta ideología.
La primera estrategia fue la de implantar el wahabismo y el salafismo utilizando la Dawa(predicación), esto se hizo usando sheijs e imames sauditas y del golfo que de forma itinerante hacían rutas de mezquita en mezquita sentando las bases de lo que sería la revolución islámica wahabista en el mundo, al mismo tiempo en las universidades de Egipto y Arabia Saudí se formaban nuevos imames, esta vez no itinerantes, en la ideología de los Hermanos Musulmanes, en la ideología salafista y wahabista a fin de implantarlos de forma definitiva en ciertas comunidades y comenzar el proceso de reislamización.
Para ello se usó, en aquel momento, la estrategia de la Taqiya (disimular la fe o las verdaderas intenciones), dando un doble discurso, uno moderado y tranquilizador para el conjunto de la sociedad, las autoridades y los propios musulmanes moderados, herederos de las escuelas sunitas, del sufismo o directamente socialistas.
Para acceder al doble discurso se debía pertenecer a un grupo críptico, elegido por el imam o sheij, que como un ojeador los seleccionaba en función a un perfil, captandolos. En esta época las comunidades sufrían una lenta racionalización contenida debido a que no habían superado la masa crítica que les diera el poder de poder imponer su ideología wahabista, de modo que el trabajo tenía doble cara:
A)- Radicalización islámica
B)- Uso de movimientos de Derechos Civiles para oradar la unidad de la sociedad.
Debido al desconocimiento social, decenas de ONG´s a favor de la igualdad y la integración hicieron el trabajo duro al wahabismo trabajando sobre los ciudadanos autóctonos a fin de llevarles a una premisa muy sencilla, todo aquello diferente a Europa es bienvenido y aquellos que se oponen son racistas y fascistas y hay que oponerse a ellos haciendo primar los derechos de los extranjeros.
Muchos musulmanes se dieron cuenta de lo que ocurría y dieron la voz de alarma, conociendo la actuación de estos sujetos porque ya lo vivieron en sus países de origen, pero el buenismo y el pensamiento democrático mal entendido dejó a los ciudadanos indefensos. Ya que existen organizaciones que son incapaces de entender que oponerse al wahabismo (una ideología con miles de muertos a sus espaldas) no es oponerse a la democracia o a la inmigración, e incluso al Islam, ya que en su desconocimiento confunden la parte con el todo.
Una vez superada la masa crítica, y al lograr infiltrarse en las sociedades, comenzó el proceso de islamización general con la apertura de mezquitas y comunidades abiertamente antidemocráticas y que no propugnan la ideología de la integración sino la segregación y la imposición de los valores wahabistas al conjunto de la sociedad, lo desee o no. Debido a la infiltración social, al uso del doble discurso y al taqiyismo, muchas de las organizaciones que defendían la democracia y el modelo de integración social se convirtieron en las mejores herramientas en manos del wahabismo convirtiéndose en el caballo de Troya dentro de las sociedades europeas.
La radicalización moderna se da a través de observadores y reclutadores dentro de las comunidades, el factor ideológico es muy importante, factores reforzados a través de Internet y de la televisión, porque no olvidemos que existen televisiones wahabistas que emiten y han logrado altas tasas de radicalización entre la población de países islámicos a través de lo que ellos denominan “La parabólica” (es decir, la televisión por satélite).
Esto no es nuevo, este proceso de infiltración se ha dado en países islámicos como Pakistán, Egipto, Iraq y otros tantos en los cuales el wahabismo ha ido penetrando para después destruirlos desde dentro, países islámicos como Marruecos llevan a cabo una guerra secreta contra la infiltración de esta ideología que amenaza con la destrucción de estas naciones, lo único es que el wahabismo, hiperfinanciado por Arabia Saudí, ha seguido en Europa otra estrategia y al no tener colaboradores directos en todos los estratos sociales, necesitaron de la colaboración necesaria de organizaciones que estaban siendo usadas (sin saberlo) para dar cobertura ideológica a la indefension de todos aquellos que no desean para sí la ideología wahabista, al mismo que el wahabismo propugna el constante ataque de los europeos.
Al-Qaeda o el Estado Islámico han amenazado y cometido varios brutales atentados en Europa y frente al silencio cómplice del wahabismo, que sonríe en la sombra, se une el movimiento progresista anti fascista o anti nazi que luchan contra ideologías totalmente derrotadas en 1945, que ya no existen, mientras que el verdadero terror, pagado por Arabia Saudí se abre paso con su ciega y buenista colaboración.
No se puede combatir el terrorismo yihadista, ni al Estado Islámico o a Al Qaeda teniendo buenas relaciones con Arabia Saudí, Qatar o los Emiratos Árabes Unidos. Para lograr la paz se deben de romper absolutamente todas las relaciones de dependencia con estos gobiernos, sancionarlos, bloquearlos y acosarlos, al mismo tiempo que se encarcela y deporta a todo ideólogo wahabista y se comienza un proceso para “deswahabizar” a las comunidades islámicas y a los musulmanes afectados por esta enfermedad ideológica. (Foto: Bahrain Ministry of Foreign Affairs)

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