Corea del Norte acaba de encargar 300 misiles nucleares a Estados Unidos para atacar Estados Unidos. El régimen de Kim Jong-un pretende asestar un golpe definitivo al gobierno de Donald Trump, por lo que ha recurrido a los mejores fabricantes de armamento norteamericanos.
Aunque desde la Casa Blanca admiten que este encargo “no augura nada bueno”, Donald Trump ha tranquilizado a sus asesores argumentando que “CONOCEMOS LA FECHA DE ENTREGA DE LAS BOMBAS PORQUE SE LAS MANDAREMOS NOSOTROS, ASÍ QUE TENDREMOS TIEMPO PARA PREPARAR LA RESPUESTA AL ATAQUE”.
James Mattis, Secretario de Defensa de Estados Unidos, ha ido un paso más allá asegurando que “Corea del Norte nos pagará mucho dinero por estos 300 misiles y con él podremos fabricar hasta 300 misiles nucleares para responder a la ofensiva”.
Los fabricantes de armas de Estados Unidos recurrirán a mano de obra norcoreana para confeccionar los misiles a un coste más bajo. El Servicio de Inteligencia estadounidense intentará negociar con el cliente para que acceda a que los misiles sean detonados en suelo americano por los propios fabricantes, evitando así los gastos de transporte. “ES UNA TONTERÍA MANDAR LOS MISILES A COREA DEL NORTE SI LUEGO NOS LOS VAN A LANZAR DE VUELTA”, señala Trump. El mandatario cree que Corea del Norte es un cliente ideal para la industria americana: “NOS ATACARÁN, NOSOTROS RESPONDEREMOS Y ENTONCES NECESITARÁN MÁS MISILES Y NOS LOS COMPRARÁN A NOSOTROS”, insiste, convencido de que “ES UN NEGOCIO REDONDO”.
Fuentes de la Casa Blanca han remarcado que Estados Unidos tiene mucha experiencia en el sector armamentístico. Sin ir más lejos, los estadounidenses llevan siglos vendiendo armas a los estadounidenses, que las compran para matar a otros