La búsqueda de combatientes españoles en las filas del ISIS
Al menos un centenar de milicianos con estrechos vínculos con España siguen sin ser localizados por las autoridades
Beirut
En un poblado del desierto sirio se encuentra uno de los últimos reductos del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés), donde se atrincheran más de un millar de combatientes entre miles de civiles. Mandos kurdos sobre el terreno elevan a 5.000 el número de civiles que han abandonado Baguz durante la última semana, y en medio millar el de yihadistas extranjeros, la mayoría iraquíes. “No tenemos constancia por ahora de ningún español entre los que se han rendido o hemos descubierto entre los civiles, pero no están claras aún todas las cifras”, asegura desde Baguz en mensajes de voz Adnan Afrin, otro portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).
La preocupación para España por los combatientes terroristas extranjeros, como se les denomina oficialmente, está ligada en materia de seguridad a “aquellos yihadistas magrebíes presos en las cárceles de las FDS que puedan tener vínculos con España”, aseguran fuentes gubernamentales. Tampoco “hay constancia hasta la fecha de ningún ciudadano español en las cárceles del Gobierno iraquí”, confirman otras fuentes gubernamentales.
De los 234 desplazados, 57 habrían fallecido y 44 habrían retornado a territorio español, según los datos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado. El Centro no precisa cuántos de ellos tienen nacionalidad española, aunque fuentes del Gobierno estiman que un 80% de los 234 son ciudadanos magrebíes (en su mayoría marroquíes) con vínculos estrechos con España: disponen de un permiso de residencia o cuentan con un familiar o pareja de nacionalidad española. ¿Dónde están los combatientes sin localizar?
“Una vez que se cierre la operación anunciaremos el desglose final por nacionalidades de los combatientes internacionales encarcelados y de las mujeres y menores recluidos en los campos de acogida”, asegura el portavoz de las FDS. Pero Baguz no es ni de lejos el último reducto donde buscar a estos combatientes vinculados con España. Varias bolsas de yihadistas siguen activas en diversas partes del país.
Nacionales de ‘Al Andalus’
El experto yihadista francés Romain Caillet estima en más de un millar los combatientes del ISIS aún presentes en la provincia siria de Idlib y fronteriza con Turquía. Se trata de la última comarca que escapa al control del Gobierno de Damasco y cuya extensión cuenta por el 10% del territorio nacional. Desde comienzo de año, ha quedado bajo control del grupo yihadista afín a Al Qaeda Hayat Tahrir al Sham (HTS) junto con porciones de otras provincias adyacentes tras derrotar militarmente al resto de facciones rebeldes e islamistas que se disputaban la comarca.
“HTS cuenta con 10.000 combatientes, junto con sus familias, de los cuales un 40% son extranjeros”, asegura en conversación telefónica y desde Estambul el analista Nawar Oliver, del centro de estudios Omran. Según fuentes de Interior y de inteligencia españolas, entre los combatientes que han partido de España una parte mayoritaria se habría sumado a grupos yihadistas “más en la órbita de Al Qaeda que del ISIS”.
En estas bolsas se estiman se encuentra parte del remanente de los 40.000 muyadines internacionales que se sumaron a las filas yihadistas en Siria e Irak. De los cuales el centro de estudios The Soufan Group, calculó que unos 2.200 de los 6.000 europeos seguían aun con vida en enero de 2018, de los cuales 80 habían sido reagrupados en Filipinas. Expulsados primero por el ejército iraquí y las milicias aliadas de Mosul en julio de 2107, muchos huyeron a Raqa, y la entonces autoproclamada capital del ISIS.
Varios combatientes internacionales que se sumaron a la lucha contra el ISIS aseguran que, entre los registros confiscados en las sedes yihadistas en Raqa, a los nacionales españoles se les inscribía como originarios de “Al Andalus” y no de España. “Puede que ellos y ellas estén inscritos como marroquíes en nuestros registros y no españoles, ya que muchos quemaron sus pasaportes al llegar a Siria o Irak”, explica un oficial de las FDS.
En las fosas comunes o entre los escombros de Mosul y Raqa, ésta última con 3.500 cuerpos de civiles y milicianos sin identificar según datos de la ONG Early Recovery Team, también pueden encontrarse los cuerpos de algunos de los combatientes que salieron de España. Contrariamente a los yihadistas varones, de las 21 mujeres que España contabiliza abandonaron el territorio nacional para sumarse a la yihad, la gran mayoría lo hizo para para contraer matrimonio con muyahidines del ISIS y traer nuevos “cachorros al califato”.
Vecinos de Raqa entrevistados por EL PAIS localizaron también en esta ciudad una “docena de mujeres españolas que se desplazaban siempre juntas”. Algunas de ellas hablaban dialectos árabes del Magreb, otras no o con marcado acento español. Fueron casadas con miembros del ISIS por lo que tras un lustro pueden haber dado a luz a varios hijos. De los tres centros levantados para acoger a los familiares del ISIS, el portavoz del campo al Hol asegura en conversaciones telefónicas que no tiene constancia de que se encuentren “mujeres españolas”, aunque sí hay “varias magrebíes que claman tener segundas nacionalidades como la francesa” que huyeron con sus maridos de Raqa en el verano de 2017 cuando las SDF expulsó al ISIS de la ciudad.
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