Al menos 14 heridos en Egipto tras una explosión en un enclave turístico
- Golpe al turismo.Egipto: cuatro muertos en una explosión en un autobús turístico cerca de las Pirámides
Una explosión ha alcanzado este domingo un autobús de turistas en las inmediaciones del Gran Museo Egipcio, la instalación que se construye a un paso de las pirámides de Giza y cuya inauguración está prevista para el próximo año. Al menos 14 personas han resultado heridas.
La mayoría de los heridos son turistas extranjeros que se hallaban en una zona muy frecuentada por los viajes organizados. De momento, se desconocen las nacionalidades implicadas. Una fuente de seguridad citada por Reuters asegura que hay ciudadanos de Sudáfrica. No hay, hasta el momento, ninguna información sobre la existencia de víctimas mortales.
Según los medios locales, el autobús transportaba a 25 turistas sudafricanos. Un coche, en el que viajaban cuatro egipcios, también ha sido alcanzado por la detonación.
Entre los heridos, no figuran turistas españoles. La ministra de Turismo, Rania al Mashat, ha asegurado que se trata de "una explosión menor" que ha afectado a 28 turistas. "Podemos confirmar algunas heridas menores. Tres personas están siendo tratadas en el hospital como medida de precaución. Todos los implicados están siendo asistidos para sus próximos desplazamientos", ha agregado la ministra a través de Twitter.
En un comunicado remitido a EL MUNDO, el ministerio de Antigüedades egipcio ha precisado que la explosión no ha causado daños en el Gran Museo Egipcio, un espacio de 92.000 metros cuadrados que exhibirá por vez primera el ajuar completo de Tutankamón y que se halla aún en construcción. La detonación se ha producido a 50 metros de la valla exterior del recinto y a más de 400 metros del edificio del museo.
Un testigo ha relatado que escuchó una "explosión muy fuerte" en mitad de la carretera. Las primeras instantáneas difundidas por las redes sociales muestran el autobús con las ventanas destrozadas por la detonación y parte de su fuselaje reducido a escombros y esparcido por la carretera, cerca de un muro también afectado por la explosión.
OTROS GOLPES AL TURISMO
No es la primera vez que el turismo se convierte en objeto de ataques terroristas en el país más poblado del mundo árabe. A finales del pasado diciembre un artefacto explosivo de fabricación casera fue detonado por control remoto en una carretera urbana a unos 4 kilómetros de las pirámides de Giza al paso de un autocar que transportaba a 14 turistas vietnamitas. Tres turistas y un guía egipcio murieron. Otras 10 personas resultaron heridas.
Wilayat Sinai es una de las filiales más activas del autodenominado Estado Islámico. Fue la responsable del atentado contra el avión ruso que cubría la ruta Sharm el Sheij - San Petersburgo que en octubre de 2015 segó la vida de las 224 personas que viajaban a bordo.
Las proximidades del museo, hogar también de la conocida Gran Esfinge de Giza, han sido testigo de otros ataques recientes. En enero de 2016 dos encapuchados abrieron fuego a las puertas del hotel que la cadena española Barceló regenta en la avenida que conduce a la última maravilla del mundo antiguo en pie. Un comunicado de la rama egipcia del autodenominado Estado Islámico reivindicó poco después el ataque sin víctimas cuyo blanco era un autobús que transportaba a turistas árabes de nacionalidad israelí. Meses después, en diciembre de 2016, seis policías perdieron la vida y otros tres resultaron heridos al estallar un artefacto explosivo colocado en una papelera en un puesto de control cerca de las pirámides.
En febrero de 2014 un suicida se inmoló en la puerta de un autobús en Taba, el sur del Sinaí, cobrándose la vida de tres surcoreanos y el conductor, de nacionalidad egipcia. El vehículo se dirigía al paso fronterizo de Taba con destino a Israel. La destrucción fue tal que durante las horas siguientes las cifras de fallecidos proporcionadas por las autoridades bailaron continuamente.
Los ataques contra fuerzas de seguridad egipcias se han vuelto habituales desde el golpe de Estado que en 2013 desalojó del poder al islamista Mohamed Mursi. Desde entonces, ha sido especialmente activa la filial local del IS, con su principal cuartel en el norte de la península del Sinaí, pero con acciones en las provincias del delta del Nilo, los alrededores de la capital egipcia y la provincia de Minya, donde perpetró a principios del pasado noviembre un atentado contra un autobús de peregrinos coptos que segó siete vidas.
Desde la asonada, los ataques yihadistas -cada vez más osados y elaborados- han segado la vida de cientos de agentes del orden y han obligado a El Cairo a redoblar su ofensiva en el Sinaí. A pesar de sus esfuerzos -que han destruido cientos de túneles de contrabando y derruido varios miles de viviendas para crear una zona colchón con la franja palestina de Gaza- los 'muyahidines' (guerreros santos) se mueven sin demasiados problemas por un enclave estratégico fronterizo con Israel donde han firmado decenas de ataques contra las fuerzas de seguridad.
El país más poblado del mundo árabe se halla en estado de emergencia desde abril de 2017, tras una cadena de atentados reivindicados por el IS contra iglesias coptas en Alejandría y el delta del Nilo. El nuevo zarpazo en las inmediaciones de las pirámides de Giza se produce en plena recuperación del turismo tras siete años de agitación política y represión que habían arrasado un sector clave de la maltrecha economía local. Según datos gubernamentales, el número de visitantes a la tierra de los faraones se incrementó un 30% desde principios 2018 en comparación con el mismo período de 2017.
"La estabilidad que el país está viviendo ha sido clave", señaló a este diario la ministra de Turismo egipcia, Rania al Mashat, reacia a proporcionar cifras de la recuperación, perceptible también en el flujo de turistas españoles a ciudades del sur del país como Luxor o Asuán.
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