IRAK VA A ELECCIONES ESTE DOMINGO DOMINADO POR LA INCERTIDUMBRE
Bagdad. La meta, según expertos, es que Irak sea dominado por los partidos chiítas que siguen políticas acordes con los intereses de Irán.
Bagdad, Irak.- Mientras Estados Unidos se prepara para retirar a sus fuerzas de Irak, se dice que Irán trabaja duro para llenar un potencial vacío de poder y esos esfuerzos enfrentan su primer gran desafío en los comicios del domingo, en los que Teherán apoya a candidatos de posturas conservadoras, contra una coalición moderada.
Irán, de mayoría chiíta, tiene aliados fiables en Siria, en el Jezbolá que opera en Líbano y en Hamas, la milicia que controla Gaza. Una mayor influencia en Irak ampliaría el poder regional iraní, intranquilizando a Israel y diezmando potencialmente la capacidad de potencias sunitas como Arabia Saudí y Egipto.
Pero es la presunta intromisión política de Irán, escrita por el embajador estadounidense Christopher Hill como un “involucramiento malévolo”, lo que más preocupa a los funcionarios norteamericanos e iraquíes.
De acuerdo con un prominente funcionario iraquí de seguridad, quien tiene acceso a reportes de inteligencia, fue la influencia iraní lo que hizo posible la alianza electoral entre dos rivales chiítas, los sadristas, seguidores del clérigo Muqtada al-Sadr, quien según algunos reportes vive en Irán, y el Consejo Supremo Islámico Iraquí, apoyado por Teherán.
No hay encuestas fiables, pero la coalición chiíta, encabezada por clérigos y autoproclamada Alianza Na- buenos resultados en su contienda contra el primer ministro Nouri al-Maliki, un moderado cuyo bloque es dominado por los chiítas, pero incluye también a sunitas y curdos.
El bloque que gane la mayor cantidad de escaños en el parlamento de 325 miembros podrá nominar al próximo primer ministro.
Los sadristas, que surgieron en el 2003, solían ser enemigos acérrimos del Consejo Supremo Islámico Iraquí.
Los simpatizantes de ambos grupos se enfrentaron en las calles incluso en el 2008.
El gobierno de Al-Maliki ha sugerido que los estadounidenses y los iraníes libran una lucha mediante terceros en territorio iraquí.
Si Irán logra que sus candidatos se impongan en los comicios y los estadounidenses se apegan al cronograma de retirar a todas sus fuerzas hacia finales del año próximo, Teherán habrá alcanzado una meta relevante, un Irak libre de las fuerzas y de la influencia de Estados Unidos, y dispuesto a buscar coincidencias con un gran vecino que siempre estará ahí.
La situación representaría un vuelco respecto de lo ocurrido en la década de 1980, cuando Irak, más pequeño pero mejor armado, libró una guerra de ocho años con Irán.
“La república islámica intentará mantener su influencia mediante varios medios, incluido el auspicio político, la cooperación económica y la inversión, así como los vínculos religiosos y el apoyo armado a los insurgentes chiítas”, advirtió Alireza Nader, de RAND Corp., un centro de investigación con sede en Washington.
(+) AL QAEDA AMENAZA
Tres personas murieron ayer en un atentado en la ciudad santa chiita de Nayaf, en la víspera de las elecciones legislativas iraquíes dominadas por la amenaza de Al Qaeda, que prometió matar a todo aquel que participe en ellas.
En un mensaje difundido antes de los comicios el brazo iraquí de Al Qaeda “proclamó un toque de queda” para intentar intimidar a los iraquíes, sobre todo a los sunitas, con el fin de evitar una participación masiva.
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