El 11 de septiembre: táctica norteamericana para dominar el Medio Oriente

El 11 de septiembre: táctica norteamericana para dominar el Medio Oriente

La lucha contra el terrorismo es parte integrante de la estrategia geopolítica de hegemonía mundial de los Estados Unidos.

Los atentados del 11 de Septiembre del 2001 se enmarcan dentro de estos objetivos y fueron en realidad una táctica de “bandera falsa” (false flag) para emprender la guerra de Irak, a los fines de apoderarse de los pozos petrolíferos iraquíes e iniciar una nueva época de hegemonía en esa región de alto interés estratégico.

“Las operaciones de bandera falsa son operaciones encubiertas diseñadas para engañar al público de tal manera que las operaciones aparecen como si se llevan a cabo por otras entidades. El nombre se deriva del concepto militar de volar falsos colores, es decir, enarbolar el pabellón de un país que no sea el propio. Las operaciones encubiertas no se limitan a las operaciones de guerra y contrainsurgencia y se pueden utilizar en tiempos de paz.”

Los acontecimientos de “bandera falsa” del 11 de septiembre del 2001, fueron la excusa para desarrollar la cruzada contra el terrorismo, que permitió la creación del personaje de Bin Laden y su fantasmagórica organización Al Qaeda; lo cual facilitó la realización de una serie de operaciones abiertas y encubiertas con la finalidad de desestabilizar toda la región del Medio Oriente.

Los resultados no se han dejado esperar: el control de los pozos petrolíferos iraquíes; la masiva invasión de Afganistán y la guerra en Libia. Estos países eran gobernados por regímenes desafectos a los intereses estratégicos de Estados Unidos en la región.

Alrededor de Bin Laden se tejió toda una leyenda tendente a crear la sensación de que esta persona era la responsable de lo ocurrido el 11 de septiembre. Sin embargo, Benazir Bhuto, dijo en una entrevista ofrecida un mes antes de su asesinato, en noviembre del año 2007, que Bin Laden había sido asesinado en el 2001, poco tiempo después del desplome de las torres gemelas, por Omar Sheik, un agente de la CIA. Por eso, en el anuncio hecho por el Presidente Barack Obama del recién aniquilamiento de Bin Laden, en una aparatosa operación dirigida por los Navy Seals, su cadáver, que era la evidencia de su muerte, nunca fue mostrado, con el argumento infantil de que fue lanzado al Océano Índico.

Las operaciones de “bandera falsa” no son nuevas. En 1898 fueron utilizadas por Estados Unidos como pretexto para declararle la guerra a España con el fin de apropiarse de Cuba y Puerto Rico. La autovoladura del barco de guerra norteamericano Maine, anclado en el puerto de la Habana, trajo como resultado el estado colonial de Puerto Rico. En esa acción murieron cientos de marines norteamericanos. Esto demuestra que al gobierno de los Estados Unidos no le importa la muerte de sus ciudadanos y soldados, si esto ayuda su estrategia de hegemonía mundial.

Estas “operaciones” fueron también utilizadas por los nazis, quienes incendiaron el Reichstag alemán en el año 1933, acusando a los comunistas de esta acción, con el fin de aniquilarlos.

En los años setenta del siglo pasado se llevó a cabo en Italia la “Estrategia Italiana de Tensión” que fue una “bandera falsa”, “en donde varias explosiones de bombas fueron atribuidas a la izquierda y que fueron en realidad llevadas a cabo por organizaciones de extrema derecha en cooperación con los servicios secretos italianos para desacreditar a los movimientos sociales y justificar la represión hacia estos”.