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jueves, 11 de octubre de 2012

No hay nada más rebelde que la espiritualidad profunda

No hay nada más rebelde que la espiritualidad profunda Entrevista con el músico y ecoactivista musulmán Pedro Burruezo 10/10/2012 - Autor: Colectivo Yihad con amor - Fuente: Webislam bohemia camerata misticisssimus pedro burruezo sufismo 3 Pedro Burruezo Pedro Burruezo (Barcelona, 1964) es músico y redactor jefe de la prestigiosa revista The Ecologist en su versión para España y Latinoamérica. Como son numerosas las entrevistas que ha concedido Burruezo en estos últimos años, nos hemos querido centrar en su aceptación del islam y cómo esto influye en su trayectoria artística. -As salamu aleikum. Para empezar, ¿podrías explicárnos brevemente tu trabajo artístico para aquellas personas que no te conozcan? -Ua aleikum salam. En el ámbito profesional, soy redactor jefe de la revista The Ecologist, una revista de ecología profunda. En otros sectores, soy más conocido como músico. En los 80 y 90, capitaneaba un grupo de música de vanguardia llamado Claustrofobia. Desde hace casi 8 años ya, estoy al frente de Burruezo & Bohemia Camerata. Nuestro primer disco fue un disco de músicas de café cantante desde un prisma contemporáneo. El segundo (“Multaqa”) y el tercero (“Misticísssimus”) son trabajos que ahondan en entender la música como algo sacro, espiritual, profundo, pero sin olor a incienso, ya me entiendes. “Misticísssimus”, concretamente, es una obra que también ha salido en formato libro+Cd. Es una obra ensayística que pone en tela de juicio los principales paradigmas sobre los que se asienta la sociedad contemporánea. Ahonda en el pensamiento de místicos medievales para encontrar salidas al colapso absoluto de la modernidad, que se manifiesta en ámbitos tan diferentes como el medioambiental, el familiar, el económico, el energético, etc. La parte musical es la banda sonora de todas esas reflexiones. El mundo medieval y el mundo místico no tienen nada que ver con la sarta de mentiras y verdades a medias con las que la modernidad nos ha estado engañando durante los últimos dos o tres siglos. Hay mucho conocimiento, mucha sabiduría… que extraer de la obra, el pensamiento y la realidad de San Juan de la Cruz, Ibn Al-Arabi de Murcia, Kabir, los Padres del Desierto, doctores como Averroes o Maimónides, etc. También hay mucho que aprender de esa escala humana que hacía la vida más verdadera. La arquitectura medieval, por ejemplo, hoy viva todavía en ciudades como Fez, tiene un sinfín de virtudes al lado de las ciudades modernas construidas sólo en base a criterios mercantilistas y automovilísticos. Mis sentimientos como musulmán están muy presentes en todos estos textos y canciones, por activa o por pasiva. A veces, de una forma muy tangible. Otras, de una forma menos evidente. Pero el que quiere ver… ve. -¿Tú interés por el islam viene una vez consolidada esta trayectoria artística? -No. En absoluto. Como, supongo, en el caso de muchos conversos al islam, éste es un proceso que no es flor de un día. Al menos, en mi caso. Es un proceso de años y años. Vas viendo cosas, tu corazón se va transformando… En este proceso pasan miles de otras cosas. Mi música y mis textos, como periodista o como ensayista, han ido transformándose a la medida que se iba transformando mi corazón. No puedo hablar de fechas ni de hechos concretos. Es algo muy paulatino, muy lento, muy poco físico, muy invisible. La expresión del artista es, o puede ser, la expresión de su corazón. Así que ésta se ha transformado en la medida en que mi corazón se movía, no de izquierda a derecha o al revés, sino de abajo a arriba. -Sin embargo, el islam suele suponer una ruptura con muchas inercias o prejuicios heredados. En tu caso, ¿cómo se dieron estas rupturas y cómo afectaron tu expresión artística? -Como ya explicaba, ha sido un proceso tan lento que todo ha ido de una forma muy normal, muy acompasada. Ya desde hacía años era una persona musulmana, más o menos, aunque no hacía oraciones, ni abluciones, ni pagaba el zakat, etc. Llegó un momento en que todo empezó y acabó de encajar. Y, claro, mi expresión artística ya había ido modificándose. Así que, cuando empezaron a darse los movimientos definitivos, dar los pasos concretos para acabar de afinar unas cosas y otras fue fácil, necesario, congruente. -¿Logras compatibilizar tu trabajo con las exigencias del mercado artístico o de los circuitos culturales? ¿Crees que hay un interés para este tipo de propuestas? -Es otra cosa muy diferente. Lo nuestro no puede interesar a las grandes masas, al menos por ahora, porque es obvio que nosotros decimos cosas que hacen pensar, reflexionar, que ponen en duda tantos y tantos paradigmas que todo el mundo cree como ciertos. Sin embargo, Al-lâh (swt) cierra unas puertas y nos abre otras. Y, cuando trabajas con esmero, siempre hay inmensas minorías que saben apreciar el valor de una música hecha desde y para los corazones. Afortunadamente, tanto los músicos del grupo como yo tenemos otros trabajos y no vivimos exclusivamente de la música y ya nos está bien. Esto nos da una libertad exquisita. Es precisamente en un mundo que vive, según el título del conocido libro de Jerry Manders, “en ausencia de lo sagrado”, cuando es más pertinente que nunca echar mano de la sabiduría primordial para escapar a la locura del mundo actual y sobrevivir de manera que sus consecuencias nos toquen lo mínimo posible. Curiosamente, aunque lo espiritual lo relaciona la gente con lo “acomodaticio” o “adocenado”, las supersticiones o las creencias más manipuladas, en realidad no hay nada más transgresor y rebelde que la espiritualidad profunda presente en cada una de las confesiones espirituales tradicionales, desde el taoísmo al islam, desde la espiritualidad amerindia al hinduismo, desde el budismo a la cristiandad. Otra cosa es lo que hacen, dicen y creen muchos de los presuntos seguidores de esas confesiones, pero eso no es asunto nuestro. La vía mística de cada una de las tradiciones me cautiva. Tiene algo indómito, algo salvaje, que te une con lo visto y lo no visto. Es algo difícil de explicar… En cuanto a la Bohemia Camerata, es un grupo con un estilo personalísimo, que funde lo clásico, lo popular, la vanguardia, Oriente y Occidente…. Siempre con su propio estilo. El grupo está formado por Jovic Sagristà (coros y guitarra), Josep Ramon Roy “Mon” (piano y teclados), Maia Kanaan (viola y coros), M. Yusuf Mayans (ûd y coros), Iván Lorenzana (chelo) y,cuando se puede, contamos con el grande entre los grandes: Wafir S. Gibril, mucho más que un músico, un hermano. -Hablas de la espiritualidad profunda común en todas las tradiciones. Hoy en día parece que estas tradiciones están, además, globalizadas, es decir, que nos es más fácil conocerlas o, al menos, hay más mecanismos para acceder a ellas. ¿Por qué entonces te decantaste por el islam? -En realidad, no es que me decantara por el islam, como me pudiera haber decantado por cualquier otra tradición. Fue el hecho de profundizar en las diferentes confesiones lo que me condujo al islam por tratarse de la última relevación, el sello de la profecía. Digamos que fue una consecuencia "natural" de la inmersión, en general, en la sabiduría de la Tradición. De hecho, grandes perennalistas, como Guénon o Martin Lings, acabaron también en el islam como una consecuencia lógica, coherente, de sus ganas de adentrarse en el mundo espiritual "vertical". -Sin embargo, algunas ramas del islam (históricamente y también en la actualidad) son muy críticas con la música... -En fin, se ha hablado ya mucho al respecto. Son tiempos confusos y convulsos y, como ya predijeron los poetas védicos, en los tiempos de la Kali Yuya abundarían los puritanos exacerbados conviviendo al mismo tiempo con gente completamente degenerada. Pero el nuestro es el camino del medio, como ya sabéis. Utilizando el sentido común, no podemos meter en el mismo saco el último Cd de Georgie Dann, la músia satánica de los grupos de trash metal, el reggaetton del "perrea, perrea" y/o el bacalao destrozaorejas de los poligoneros, por un lado, por decir algo, que el "Adagio" de Samuel Barber, que las refinadísimas piezas andalusíes que sonaban en las bodas de Tetuán de hace 40 años, que las salmodias de los sufis o que una nana de cualquier estilo cantada por cualquiera de las grandes voces femeninas del Mediterráneo. Como ya sabéis, un conocido hadiz sentencia: "Dios es bello y ama la belleza". Precisamente, uno de los problemas del mundo actual es que el ser humano de la calle, el occidental medio (y los no occidentales también), vive rodeado de fealdad: respira basura, come basura, vive en edificios feos, insanos, ve televisión basura... Así, pues, cuando la música es bella, o existe la intención de hacerla bella, porque la intención es lo que cuenta, como una forma de acercarse a lo divino, como una forma de entrar en la corriente de lo sagrado, ese magma incandescente, entonces... la música es un gran bien. Si hay personas que esto no lo pueden entender, ese no es el problema de las personas que siguen el camino del medio. De hecho, ¿cuántas personas no han entrado en un camino de la espiritualidad profunda gracias a la música que eleva las almas, los espíritus, que purifica los corazones...? _________ Referencias: Resumen de una actuación en Valencia: http://www.tvbio.es/index.php/home/vervideos/282/entrevistas/pedro-burruezo-a-bohemia-camerata Dos piezas de la actuación en el Espacio Ronda de Madrid con Wafir S. Gibril: -Mens sine desiderio: www.youtube.com/watch?v=mm_P5jkDhtE&feature=relmfu -La Dama d'Aragó: http://www.youtube.com/watch?v=hCmHI9dtOzE&feature=relmfu Más canciones, videos, discos, etc. en: www.theecologist.net/pedroburruezo __________ *Esta entrevista ha sido realizada por el Colectivo Yihad con Amor y es la primera de una serie de charlas con artistas e intelectuales musulmanes españoles que irán apareciendo en Webislam (insh'al-láh).

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