¿Las profecías mayas podrían ocasionar una ola de suicidios?

¿Las profecías mayas podrían ocasionar una ola de suicidios? Avisos por Yahoo! Casas Reynosa Infonavit Conoce Tu Casa Ideal, Gran Ubicación y Tamaño, Casas en Reynosa www.buscandocasa.com.mx Sending Mass Email Programa para enviar Emails en Masa BenchmarkEmail.com/es Legrados Ginecología de alta calidad. Seguro, confiable y discreto. www.paginasprodigy.com.mx/mspluisv Quienes trabajan en planetarios u observatorios astronómicos dedicados a la divulgación de ésas ciencias y mantienen contacto cotidiano con el público son destinatarios de una recurrente pregunta: ¿qué anuncian las profecias mayas para el 21 de diciembre de 2012? La inquietud por el tema también se ve reflejada desde informales charlas de amigos hasta en los medios masivos de comunicación y el caso es que miles de personas de todo el planeta creen que para ésa fecha ocurrirá el fin del mundo. Otros, de pensamiento menos apocalíptico, consideran que en diciembre de 2012 la humanidad y la Tierra atravesarán cambios bruscos que impondrán un cambio de conciencia. Y si bien el común de las personas son escépticas, tienen cierto nivel de dudas, ya que vinculan entre otros tantos sucesos los terremotos, las tormentas solares, la amenaza de potenciales guerras nucleares, el cambio climático, los recientes acercamientos de asteroides a la Tierra, los tsunamis y hasta la grave crisis socio-económica que atraviesan las principales potencias, concluyendo en que podría ser cierto que diciembre de 2012 venga con desagradables sorpresas. Lo cierto es que si bien la ciencia moderna reconoce que la astronomía maya fue absolutamente avanzada -al punto que sorprende el nivel de conocimiento que tenían sobre éstas- no existen registros ni documentos donde mencionen que el 21 de diciembre de 2012 llegará el fin del mundo. Antecedentes sobran Más allá que existan opiniones diversas, la cuestión es que convendría tener presente lamentables experiencias en las que el fanatismo y la histeria colectiva se conjugaron, como por ejemplo entre otros tantos casos, el suicidio en masa del 18 de noviembre de 1978, cuando 913 estadounidenses miembros de Templo del Pueblo murieron tomando cianuro en la jungla de Guyana. O el hecho ocurrido en 1997 durante el paso del cometa Hale-Bopp, cuando Marshall Applewhite, quien lideraba la secta conocida como Puerta del Cielo, convenció a 39 de sus seguidores a suicidarse, argumentando que sus almas subirían a una nave espacial que creía se encontraba detrás del cometa. Cabe esperar entonces que, si las expectativas de los mayas y sus profecías para 2012 tienen en el mundo una dimensión pública enorme, el acercamiento a diciembre encierre un silencioso pero muy concreto peligro de que los suicidios en masa se repitan, cosa que sería lamentable.