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martes, 29 de enero de 2013

La fuerza de misiles balísticos de Irán

La fuerza de misiles balísticos de Irán



Por Dr. Lajos Szaszd
Las tensiones por la crisis suscitado por el programa nuclear iraní está elevándose al punto en que una guerra entre la República Islámica de Irán, por un lado e Israel y EE.UU. por el otro, parece inevitable.

Este conflicto tiene el potencial de arrastrar a otros países de la región del Golfo Pérsico y Eurasia. El gobierno israelí continúa con sus amenazas de atacar unilateralmente a Irán y destruir las instalaciones del complejo nuclear iraní en una ofensiva aérea que podría incluir misiles crucero lanzados desde submarinos israelíes que operan en el Océano Índico. EE.UU. se une a las amenazas al declarar que no permitirá un Irán con armas nucleares y afirma que todas las opciones están sobre la mesa, dando a entender que entre ellas se considera seriamente el uso de la fuerza contra Irán.





En respuesta, las autoridades iraníes amenazan con cerrar el estrecho de Ormuz en caso de sufrir un ataque a manos de Israel con el fin de interrumpir el comercio de crudo hacia los mercados internacionales, como represalia. Por el Estrecho de Ormuz circuló en 2011 alrededor del 35% del petróleo transportado por mar, alrededor del 20% del petróleo que se comercia en el mundo. Estas medidas punitivas iraníes provocarían inmediatamente la intervención de EE.UU. para garantizar la libre circulación marítima por el Estrecho de Ormuz. También EE.UU. se vería involucrado en una guerra si se llega a cumplir la amenaza hecha por un comandante de la Guardia Revolucionaria Pasdarán iraní, de que Irán atacará las bases militares americanas en la región si Israel la ataca, bajo la lógica de que un ataque israelí sólo se llevaría a cabo con la previa aprobación de Washington. La crisis se acentúa cuando Israel acusa reiteradamente al gobierno iraní de llevar a cabo y en secreto un programa para desarrollar armas nucleares, lo cual Irán niega rotundamente, afirmando que su programa nuclear es para fines pacíficos, tanto energéticos como para fines de investigación científica y para producir isótopos con fines médicos para el tratamiento contra el cáncer.






Lo cierto es que las agencias de inteligencia estadounidenses han concluido que Teherán abandonó su programa de armas nucleares en 2003 – probablemente tras la invasión de Irak por EE.UU. para no darle a Washington una excusa para atacarlos – y que no hay evidencia sólida de que hayan vuelto a intentar desarrollar y crear un arsenal nuclear.

También debe considerarse que la retórica antiisraelí desde Irán sea más para consumo interno y para atemorizar a los israelíes –no hay que olvidar en este sentido las arengas de “Muerte a América” en manifestaciones populares organizadas en Irán desde la revolución iraní de 1979– sin que EE.UU. haya sido atacado en un acto de guerra y menos destruido por los iraníes. Esto no ha ocurrido por razones obvias, pues EE.UU. con su poderío militar nuclear y convencional podría destruir a Irán en una guerra y tumbar a su gobierno islámico de ser atacado por las fuerzas armadas iraníes. Igualmente, Israel posee unas 200 y posiblemente hasta 400 armas nucleares, ante 0 por parte de Irán, teniendo además el estado judío superioridad en fuerzas aéreas, acorazadas y navales. Así, Teherán sabe que de atacar a Israel con armas de destrucción masiva, una respuesta israelí con armas nucleares destruiría a Irán. Por eso no lo ha hecho hasta ahora ni lo hará, aparte de que usar un día armas nucleares contra Israel – cosa que Irán ha renunciado al desistir de poseerlas, decisión que se ve confirmada por las conclusiones de la inteligencia estadounidense – aniquilaría de paso a la población palestina, a la cual apoya para que tenga su propio estado, y dejaría contaminada de radioactividad toda la Tierra Santa, Palestina, haciéndola probablemente inhabitable y como estado independiente inviable, amén de arrasar con Jerusalén, sede del gobierno de Israel pero también el tercer lugar más sagrado del Islam después de la Meca y Medina. Tras un ataque termonuclear no quedaría mucho o nada de la ciudad antigua ni de la Mezquita de Omar.

Debe de considerarse también que la retórica iraní contra Israel ha sido exagerada, diciendo el Primer Ministro israelí Benjamin Netanyahu, por ejemplo, que las autoridades iraníes desean causar un “nuevo Holocausto” y genocidio contra los israelíes al haber “jurado borrar a Israel del mapa”. Sin embargo, también según la agencia árabe de noticias Al Jazeera, el ministro israelí de inteligencia y energía atómica, Dan Meridor, reconoce que los líderes iraníes no han dicho que borrarán del mapa a Israel, sino que el estado de Israel es “una criatura antinatural, [que] no sobrevivirá”, que “no es legítimo, que no debe existir”. Esta no es la primera vez que se ha dicho algo parecido de un país. Ese sentimiento de que un estado es antinatural lo tuvieron los musulmanes hacia el Reino de Jerusalén cristiano de la época de las Cruzadas o los cristianos españoles hacia el Reino de Granada musulmán en la Baja Edad Media o el mismo Winston Churchill hacia el viejo estado de Prusia, considerado por el que fue Primer Ministro británico como causa de guerras y por lo tanto sin derecho a existir. Tampoco consideraron sus vecinos al Reino de Polonia con derecho a existir cuando lo hicieron desaparecer al tragárselo en pedazos a fines del siglo XVIII, ni tampoco Austria-Hungría ante sus enemigos de la Primera Guerra Mundial tuvo derecho a existir cuando los aliados de la Entente la borraron del mapa en 1919, y en esos casos no hubo genocidio. E Irán no tiene armas nucleares pero Israel y EE.UU. sí las tiene en abundancia y de sobra.

Es importante recordar que Israel es el que amenaza con atacar a Irán y que los israelíes invadieron y bombardearon el Líbano en 2006, causándole la muerte a unos 1,000 libaneses y destruyendo de paso buena parte de su infraestructura, llevaron a cabo un ataque aéreo contra Siria en 2007 y bombardearon e invadieron la Franja de Gaza de diciembre de 2008 a enero de 2009, causando la muerte a 1.417 palestinos, según fuentes palestinas y a 1.166 según los israelíes, además de llevar a cabo actualmente junto con EE.UU. una guerra secreta contra Irán por su programa nuclear la cual incluye ataques de virus de computadora y asesinatos de científicos nucleares.

EE.UU. también ha amenazado a Irán, en particular bajo el gobierno del Presidente George W. Bush que consideró a Irán parte de la lista de objetivos a atacar por ser parte de su llamado “Eje del mal”. Nuevamente el gobierno del Presidente Barack Obama amenaza a Irán por su programa nuclear, desplegando fuerzas aéreas y navales en la región del Golfo Pérsico dirigidas contra Irán, aunque su retórica antiiraní sea más ahora por motivos electorales en vista de las elecciones presidenciales de noviembre. No debe olvidarse que EE.UU. invadió a Afganistán, vecino oriental de Irán, en 2001 y a Irak, vecino de Irán occidental, en 2003, además de que un crucero de misiles teledirigidos de la Armada de EE.UU. derribó un avión de pasajeros iraní en 1988, matando a 290 personas. Irán en cambio no ha invadido ni atacado a sus vecinos sino más bien fue invadido por Irak con la bendición de Occidente en 1980. Irán perdió en esta guerra de unos ocho años 1 millón de personas.





Debe de tomarse en cuenta que Irán por el embargo de armas occidental y tras las pérdidas y desgaste de material producto de la guerra con Irak, no tenía para comienzos del siglo XXI una fuerza aérea capaz de llevar a cabo misiones punitivas sostenidas de bombardeo a larga distancia de ser atacada con armas convencionales por la fuerza aérea de Israel y las fuerzas aéreas y navales de EE.UU. Irán a principios de la primera década del siglo se habría sentido amenazada por la capacidad ofensiva aérea y de misiles balísticos y crucero de Israel, como también por la actitud beligerante del gobierno del Presidente George W. Bush, cuyas fuerzas invadieron a Afganistán en 2001 y a Irak en 2003, cercando a Irán por el este, por el oeste y por el sur por la presencia naval estadounidense de la V Flota basada en la isla de Bahréin y por las bases militares y fuerzas estadounidenses y de los países aliados árabes en la región del Golfo Pérsico. Ante todo esto el gobierno iraní decidió desarrollar y modernizar su fuerza de misiles balísticos para que armados con ojivas convencionales hiciesen el papel de armas de precisión tácticas y estratégicas en substitución de la capacidad ofensiva aérea – capaz de contraatacar a Israel y a las bases americanas en la región - que no tenía. La política iraní no ha sido de atacar primero a sus vecinos, por lo que su fuerza de misiles balísticos tendría el papel de fuerza de disuasión ante cualquier potencia que quisiera atacarla. Se ha considerado anteriormente que cuando una potencia carece de una fuerza aérea adecuada para llevar a cabo ataques a larga distancia, usaría misiles balísticos para tal propósito. Un ejemplo de ello y el primero en la historia fue el de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial en 1944-45, cuando la Luftwaffe ya no era capaz de misiones de bombardeo a gran distancia, recurriendo a los misiles balísticos V-2 y a los misiles cruceros V-1 para lograrlo.

Texto completo aquí


Irán ha recibido apoyo técnico de China y Corea del Norte en el desarrollo de su fuerza de misiles balísticos. Pero la práctica de que un país transfiera tecnología de misiles no es cosa nueva. Por ejemplo, en el siglo pasado y según la editorial de defensa inglesa Jane’s, “en [su] forma”, pero también en prestaciones, los misiles balísticos franceses lanzados desde submarinos de la familia MSBS se parecían a los misiles balísticos estadounidenses lanzados por submarinos Polaris y Poseidón.

En particular, el misil M-20 francés de la familia de misiles MSBS parece derivado del misil americano Polaris A-2, mientras que el misil francés M-4 parece haber sido inspirado en el misil estadounidense Poseidon C-3. Esto, probablemente, fue producto de transferencia de tecnología por parte de Washington a París. Igualmente, el misil balístico de alcance corto israelí Jericho-1, según Jane’s, fue desarrollado con ayuda de Francia, basado en el misil francés MD-620. Y el misil balístico de siguiente generación y alcance intermedio (IRBM), el Jericho-2, de hasta 3,500 km. de alcance, al parecer, como sugiere Jane’s, se basó en los misiles balísticos franceses de alcance intermedio S-2 y S-3 de la familia de misiles SSBS, lo que sugeriría asistencia francesa en el desarrollo del misil israelí, algo muy probable tras el precedente visto en el caso del misil Jericho-1. Pero esto sería la punta del témpano. Según las especificaciones dadas por Jane’s, el misil balístico intercontinental (ICBM) de última generación israelí, el Jericho-3, parece haberse basado en el ya obsoleto misil balístico intercontinental estadounidense Minuteman I, lo que sugeriría que el alcance máximo del misil israelí no sería de solo 6,500 km., como propone Jane’s, sino de unos 10.000 km., como el misil americano, habiéndose también sugerido en otras fuentes que el Jericho-3 tiene un alcance máximo de 11.500 km. La implicación de esto es que la asistencia técnica estadounidense para desarrollar el misil Jericho-3 constituiría una violación del Régimen de Control de Tecnología de Misiles (MTCR, según sus siglas en inglés) de 1987, aún si hubo espionaje contra EE.UU. para hacer el misil, pues Washington no ha hecho nada para detener su entrada en servicio. También sería una violación del espíritu, sino de la letra, del MTCR el que Washington suministrara misiles balísticos lanzados por submarinos Trident II D-5 a Reino Unido, después que el gobierno de éste país amenazara con lanzar un ataque nuclear desde un submarino con misil balístico (de fabricación estadounidense) contra la ciudad argentina de Córdoba durante la Guerra de las Malvinas de 1982.

Alemania también violó el MTCR al fabricarle a Israel 5 submarinos -habiendo ya sido ordenado un sexto- dotados de cuatro tubos lanzatorpedos de mayor diámetro que los usuales por haber sido diseñados para lanzar misiles crucero estratégicos armados con ojivas nucleares. Ante todo esto, y en vista de las invasiones de Afganistán e Irak y de la retórica antiiraní de la Administración del presidente Bush, Irán negoció un acuerdo con Corea del Norte en 2003 para adquirir misiles balísticos norcoreanos. Los misiles vendidos son llamados BM-25 por Israel y Musudan por EE.UU., son misiles balísticos de alcance intermedio lanzados desde tierra pero basados en su diseño y características en el misil balístico lanzado desde submarinos soviético R-27/RSM-25, identificado como el SS-N-6 según la OTAN.

Según informes, el gobierno ruso del presidente Boris Yeltsin a comienzos de los años 90 le vendió a Corea del Norte como chatarra para desguazar uno o más submarinos de propulsión nuclear y misiles balísticos de la clase Yankee-I (según la denominación de la OTAN) de la Flota del Pacífico rusa, que al parecer contenían algunos de sus misiles SS-N-6 desarmados también para ser desguazados. Pero en vez de eso, los norcoreanos usaron los misiles SS-N-6 como modelo para desarrollar una versión lanzada de tierra, el mencionado misil Musudan, que habría sido exportado a Irán. Mucho se ha hablado del programa de misiles balísticos iraní como ideado para portar armas nucleares y atacar capitales europeas como Roma, Berlín o Atenas. Esto no sería probable, dado que diez países de la Unión Europea dependen de Irán como fuente de petróleo más económico.


Sin embargo, no se ha considerado la posibilidad de que, en caso de ser Irán atacado, los misiles balísticos iraníes se usen para atacar con ojivas convencionales y sistemas de alta precisión navíos de guerra enemigos en alta mar, en particular portaaviones, además de atacar bases militares enemigas, especialmente estadounidenses, tanto en la región del Golfo Pérsico y Oriente Medio como en Afganistán y Europa. De ahí que un interés por parte de Washington en desplegar un escudo de defensa antimisil europeo habría sido realmente más para defender las bases que EE.UU. tiene en Europa, particularmente en Alemania, Italia y el Reino Unido (otro interés sería la capacidad del escudo antimisiles de interceptar misiles balísticos intercontinentales rusos sobre territorio de Rusia o rumbo a la costa este de EE.UU. en caso de guerra, matando así dos pájaros de un tiro). Es importante resaltar que la idea del misil balístico antibuque (ASBM, según sus siglas en inglés) fue desarrollada inicialmente por la Unión Soviética en una versión del misil balístico lanzado por submarinos SS-N-6, versión antibuque que la OTAN designó SS-NX-13 (X por experimental). Este misil se diseñó para atacar buques enemigos de la OTAN y su desarrollo data de finales de los años 60 y la primera mitad de los 70 del siglo pasado. El misil SS-NX-13 habría sido lanzado por submarinos de misiles balísticos contra barcos enemigos, teniendo, según parece, dos tipos de sistemas de guiado, uno de radar activo y otro de radar pasivo (siendo guiado en este último caso a su objetivo por las ondas del radar del buque enemigo). El SS-NX-13 tenía un alcance máximo de 1.111 km., alcanzando el vehículo de re-entrada portando la ojiva explosiva a una altura máxima de 278 km., descendiendo hacia el navío enemigo en su fase terminal casi en un ángulo de 90º y probablemente a velocidades de Mach 20, convirtiendo su intercepción en una tarea casi imposible para las defensas antiaéreas navales de la época.

Sin embargo, el proyecto fue cancelado en 1975, aparentemente porque la tecnología de alerta temprana y localización por satélite de navíos en alta mar no estaba suficientemente desarrollada en aquel entonces para dar información en tiempo real sobre la posición de los objetivos. Otro motivo de su cancelación era, según parece, que el número planeados de misiles SS-NX-13 no redujesen el número de misiles balísticos estratégicos lanzados por submarinos que se le permitiría a la Unión Soviética en las negociaciones de control de armas estratégicas con EE.UU. De todas formas, la Unión Soviética desarrolló sistemas de misiles balísticos con capacidad antibuque basados en tierra. Uno de estos sistemas es el misil balístico de alcance corto en lanzador móvil Tochka-U ó SS-21, según la OTAN, de 120 km. de alcance. Es probable que haya habido otros misiles balísticos soviéticos de mayor alcance basados en tierra con capacidad antibuque, pero estos fueron eliminados por el tratado INF de 1987 de fuerzas nucleares intermedias, que eliminó todos los misiles balísticos y de crucero lanzados desde tierra con alcances de entre 500 km. y 5.500 km., tanto de la Unión Soviética como de EE.UU.

Video del misil balístico de alcance corto Iskander-M aquí





Tras la disolución de la URSS, la Federación de Rusia desarrolló en los años 90 el misil balístico de alcance corto en lanzador móvil Iskander-M, conocido por la OTAN como SS-26, basado en el misil balístico soviético SS-23 (según la OTAN), que fue eliminado por el Tratado INF de 1987. Según Jane’s, el misil SS-26 tiene un alcance máximo de 400 km. y una precisión de 2 a 5 metros de error circular de probabilidad (CEP, según siglas en inglés), lo que quiere decir que el 50% de las ojivas de este tipo de misil lanzadas contra un objetivo podrían impactar dentro de un radio de tan solo 2 metros del objetivo, un radio de 2 metros de longitud de un círculo imaginario cuyo centro es el objetivo. La versión de exportación de este misil, el Iskander-E, tiene una precisión o CEP de 5 a 10 metros. Tanto los misiles SS-21 como el SS-26 pueden ir armados con ojivas explosivas de fragmentación antirradar y ojivas de pulso electromagnético (EMP) para ser utilizadas contra los radares y equipos electrónicos de navíos de guerra.

De acuerdo a un informe de 2003 un sistema de guía terminal más preciso se habría estado perfeccionando para el misil SS-26, que en 2005 entró en servicio para ser evaluado operacionalmente. Más temidos por el Pentágono y provenientes de China son el misil balístico de alcance medio (MRBM) sobre lanzador móvil DF-21B, con un alcance de 2,500 km. y una precisión o CEP de 10 metros o menos, y el misil balístico de alcance medio (MRBM) o intermedio (IRBM) sobre lanzador móvil DF-25, con un alcance de 3.200 km. ó 4.000 km. y una precisión o CEP de 10 metros que podría corresponder a lo que EE.UU. ha identificado como los misiles balísticos antibuque (ASBM) DF-21C y DF-21D, según Jane’s. Los misiles DF-21B y DF-25 habrían entrado en servicio en torno a 2007, y es probable que el sistema de guía terminal de ambos tenga una precisión o CEP de 5 a 10 metros, que pudo haber sido proporcionado a China por Rusia derivado del sistema de guía terminal del misil ruso para la exportación SS-26 Iskander-E. Este grado de precisión le permitiría a estos misiles chinos poder atacar efectivamente a navíos de guerra, y la transferencia de tecnología rusa sería un ejemplo más de la larga y amplia estrecha colaboración técnico-militar entre Rusia y China debido a su relación de aliados euroasiáticos y socios estratégicos. Comparativamente, el grado de precisión de la versión inicial del misil, el DF-21, con un CEP de 700 metros lo hacía incapaz de atacar con precisión buques enemigos.

Video noticioso sobre el misil balístico antibuque chino DF-21D, también identificado como el DF-25:




Texto completo aquí



Según la editorial de defensa inglesa Jane's, el misil balístico de alcance medio (MRBM) chino DF-21A tiene una precisión o CEP de 50 metros, que aunque mucho mejor que la precisión del misil DF-21 original, aún no le daría la precisión adecuada para un impacto seguro contra un navío de guerra como los misiles DF-21B y DF-25 (DF-21C y DF-21D), excepto, por ejemplo, con una ojiva de pulso electromagnético (EMP). Para ataques contra navíos de guerra, los misiles DF-21B y DF-25 podrían ir dotados de sistemas de guía antirradar pasivos y con ojivas de pulso electromagnéticos (EMP), para destruir los componentes electrónicos del buque atacado e inutilizarlo, o con ojivas explosivas conteniendo varillas cuya función sería horadar y así destruir las antenas de radar y comunicaciones del navío enemigo, dejándolo fuera de combate.

Dicho todo esto, es muy probable que China, gran socio comercial y estratégico y comprador de petróleo de Irán, haya transferido tecnología de guía terminal para hacer a los misiles balísticos iraníes capaces de atacar eficazmente con ojivas convencionales navíos de guerra como portaaviones, cruceros y destructores de misiles teledirigidos. Un alto grado de precisión también le permitiría a los misiles iraníes atacar efectivamente a bases militares del enemigo en caso de ser atacado. Un ejemplo de esta posible transferencia tecnológica bueno para la prensa mundial ha sido el anuncio en agosto de este año por parte de Irán de las pruebas exitosas de un misil balístico de alcance corto como misil balístico antibuque (ASBM), el Fateh A-110, con un alcance de 300 km. Según Jane's la versión en cuestión sería el misil Fateh A-110B con dicho alcance. Empero, la precisión o CEP de la versión original Fateh A-110 era de 100 metros, lo que indica un nuevo sistema de guía terminal del misil que podría ser de origen chino. De acuerdo a Jane's, un indicio de la asistencia china sería un informe israelí que indica que un misil balístico de alcance medio (MRBM) iraní Shahab, que llevó a cabo un vuelo de pruebas en el año 2000, habría recibido ayuda china en su sistema de guiado, dándole una precisión o CEP de 250 metros. Comparativamente, las versiones anteriores de misiles Shahab 3 y Shahab 3A tenían una precisión o CEP estimadas en 2.500 metros y 1.000 metros respectivamente según Jane’s. Es probable que el misil Shahab 3B, con un mayor alcance de hasta 2.500 km comparado a las anteriores versiones, tenga una precisión o CEP de 250 metros gracias, si el informe israelí mencionado es correcto, a la China.

Este apoyo no ha de ser sorprendente, ya que China considera a países amigos y aliados como Siria e Irán unos frenos y barreras de resistencia para lo que Pekín son las políticas agresivas y expansionistas de EE.UU. y sus aliados en Asia. En este contexto, misiles balísticos como presuntamente el nuevo Musudan en el arsenal iraní, dotados de sofisticados sistemas de guía terminal, le permitirían a las Fuerzas Armadas iraníes responder de manera efectiva y con armas de precisión convencional a una ofensiva aérea y naval por parte de Israel, EE.UU. y sus aliados árabes y de la OTAN. Con sistemas de guía terminal con una precisión o CEP de 5 a 10 metros o menos inclusive no harían falta armas nucleares para destruir objetivos militares como barcos de guerra o bases militares cerca de ciudades. Comparativamente, de acuerdo a Jane's la precisión o CEP del afamado misil crucero estadounidense Tomahawk en sus versiones TLAM-C, TLAM-D y Tactical Tomahawk Block 4 es de 10 metros.

Despliegue de fuerzas navales occidentales en el Golfo Pérsico, Golfo de Omán y Mar Arábigo en enero de 2012:


Es probable que Irán esté produciendo el misil balístico de alcance intermedio (IRBM) Musudan, tras haber adquirido de Corea del Norte en 2005 las secciones para ensamblar 18 misiles. Una amenaza que Irán y sus aliados seguramente han considerado es la de portaaviones estadounidenses operando en el Océano Índico contra la república islámica, habiendo ahora unos tres portaaviones en la región del Golfo Pérsico. Así, misiles Musudan iraníes con un alcance de 4.000 km podrían atacar navíos de guerra como portaaviones en el Golfo de Omán y Mar Arábigo en el Índico tras ser lanzados desde lanzadores móviles desde el interior de Irán. Viajando el vehículo de reentrada del misil a velocidades de Mach 20 o incluso Mach 25, probablemente en un ángulo terminal de ataque de casi 90º y con una precisión o CEP de 5 a 10 metros, no le sería fácil a las defensas de una flota detener esta amenaza, más si el vehículo de reentrada puede maniobrar (MARV) para evadir sistemas de defensa antimisil como el misil SM-3 Standard. Penetrando la cubierta de un portaaviones a Mach 20 y causando explosiones internas e incendios, unas tres ojivas convencionales de 1.000 kg lanzadas por sendos misiles balísticos antibuque Musudan echarían a fondo al navío, el cual no podría sobrevivir a tales impactos y sus efectos secundarios.

Para poder localizar al blanco en alta mar harían falta medios de puntería más allá del horizonte visual como aviones tripulados, aviones no tripulados o satélites. De ser atacado por Israel con apoyo de EE.UU., Irán podría hacer uso de satélites de un país aliado para localizar un blanco en el Océano Índico y también para hacer uso de navegación por satélite para que el vehículo de reentrada del misil logre mayor precisión en su ataque. Cualquier intento de silenciar con contramedidas o armas antisatélite, por parte de EE.UU. por ejemplo, los satélites de una tercera potencia usados por Irán podría ser considerado como un acto de guerra contra esa potencia, lo que llevaría a que Washington lo pensara antes de intentar hacerlo.

Misiles balísticos Musudan en lanzadores móviles desfilando en Pyongyang en abril de 2012:


Con 4.000 km de alcance, misiles balísticos antibuque Musudan iraníes u otros misiles balísticos antibuque con similar alcance podrían atacar barcos de guerra armados con misiles crucero en el Mediterráneo oriental y también navíos en tránsito u operando en el Mar Rojo. Armado de ojivas convencionales un misil con este alcance podría atacar bases americanas en Europa, e Irán entrar en guerra con EE.UU. Para atacar pistas de aterrizaje y aviones o vehículos aparcados Irán podría usar una ojiva de bomba de racimo dotada de 1.400 bombitas que los iraníes reportaron habían probado en 2006, probablemente para armar misiles de la familia de misiles balísticos Shahab 3.

Con 4.000 km de alcance el misil Musudan podría atacar las bases americanas en Alemania e Italia, puntos de tránsito de fuerzas estadounidenses provenientes de América en ruta al Cercano Oriente. Alemania contiene unas 50 bases militares americanas y un objetivo que podría sufrir un ataque de misiles de represalia sería la base aérea de Ramstein, donde se halla el cuartel general de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. en Europa y donde habitan unos 50.000 estadounidenses. Un nuevo misil balístico iraní como el reportado Shahab 5 podría tener un alcance de unos 6.000 km, lo que le permitiría atacar la base americana de Diego García en el Archipiélago de Chagos en el Océano Índico, desde donde operarían bombarderos estratégicos estadounidenses para ataques contra Irán, incluyendo el famoso bombardero B-2 con diseño de ala volante y baja detección por radar. Con 6.000 km de alcance un misil balístico iraní podría atacar tanto las bases aéreas usadas por EE.UU. en Inglaterra, como la base naval de Rota en España y la base de Gibraltar. Un misil como el Shahab 5 o una versión más avanzada que podría llamarse Shahab 6 podría tener también un alcance máximo de alrededor de 8.000 km, que sería similar al de los misiles balísticos intercontinentales (ICBM) norcoreanos Taepo Dong 2 y Taepo Dong 3 según Jane's.

Este mayor alcance le daría a Irán una capacidad ofensiva más o menos al nivel del nuevo misil balístico intercontinental israelí Jericho-3, que podría tener un alcance de unos 10.000 km. Con 8.000 km de alcance un misil balístico intercontinental iraní dotado de sistemas de guía terminal muy precisos podría atacar con ojivas convencionales y bombas de racimo la base aérea de Lajes en el archipiélago de las Azores de Portugal en el Océano Atlántico, punto de tránsito de fuerzas militares desde EE.UU. a Europa. Un misil balístico con un alcance de 8.000 km lanzado desde el interior de Irán podría impactar las instalaciones navales y aéreas estadounidenses en Singapur y con el apoyo de satélites de reconocimiento y vigilancia marítima también navíos de guerra que surcasen por el estrecho de Malaca en dirección al Golfo Pérsico, cubriendo con dicho alcance tanto el Océano Índico como el Mar Mediterráneo, el Mar del Norte, el Mar de Noruega y buena parte del Atlántico Norte.

Un nuevo misil balístico intercontinental que Irán podría adquirir de Corea del Norte, como lo hizo con el misil Musudan, es el misil KN-08 que desfiló por primera vez en la capital norcoreana en abril de este año en un lanzador móvil y que no sería falso como alguno ha dicho. Con tres etapas, el KN-08 parece derivado en diseño del misil balístico intercontinental chino DF-31, habiéndose notado que su lanzador móvil de 16 ruedas es de origen chino. El KN-08 puede tener unas dimensiones de alrededor de 18,9 metros de longitud y 2 metros de diámetro – según especificaciones dadas alternativamente por Jane's para el Musudan, y un alcance de 8.000 km o incluso de hasta 10.000 km, si no más.

Misil balístico intercontinental norcoreano KN-08 desfilando en abril de 2012 en Pyongyang:



Ante esta potencial amenaza disuasoria a sus fuerzas navales y bases terrestres, y tomándose en cuenta que un ataque sería un acto de agresión y por ello una violación del derecho internacional y la soberanía de un país miembro de las Naciones Unidas, los líderes de EE.UU. deben de seguir una política inteligente de moderación basada en negociaciones, de freno a los países con intenciones beligerantes y en busca de una solución negociada a la crisis iraní, con la mediación de Rusia, China y otras potencias regionales interesadas en evitar una guerra como la India, Pakistán, Turquía y Egipto. Una guerra con Irán puede resultarle a Occidente más costosa de lo que se imagina.

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