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Desde disturbios internos, hasta la realización de ideales

En vísperas de 2º aniversario de la revolución egipcia

16/02/2013 - Autor: lhvnews

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Sin duda, se puede calificar a la revolución egipcia y la caída del régimen de Husni Mobarak como uno de los principales avatares tanto de la región como del mundo en los últimos años. Evento que evolucionó las condiciones regionales e internacionales del mundo islámico. Eso y todo, ahora surge la pregunta de que si ¿el pueblo egipcio han tenido éxito en hacer revolución (hace dos años)?
Por una parte los opositores del presidente actual, Muammad Morsi, creen que él también está siguiendo la misma estrategia del exdictador adoptando un monopolio en el poder, debido a lo que se le atribuyen múltiples falsedades, entre otras, tener una vida aristocrática y el cambio de postura del mandatario en cuanto a distintos temas fundamentales, como la relación con Israel y etc. Además, la pobreza, el desempleo y las secuelas de la crisis económica se encuentran entre otras insatisfacciones de los revolucionarios.
Por otra parte, los que están en favor de Morsi, lo consideran como el primer presidente electo por el voto popular y justifican que los desafíos y cuestión existentes suelen ser hallados en el camino de realización de sus nobles metas. Según ellos, teniendo en cuenta la corrupción y dependencia del exrégimen, el mandatario ha heredado un país destrozado donde no habría tenido más remedio que satisfacer las demandas y deseos de grupos y países diferentes.
Se dice continuamente que la revolución egipcia está pasando por una circunstancia complicada donde cometer un mínimo error contribuirá a la destrucción integral de sus logros. Por tanto, se debe priorizar los objetivos de este movimiento para que sean posteriormente identificados y alcanzados paso a paso.
Hogaño conviene el ¨mantenimiento de la unidad nacional-religiosa goza de mayor prioridad para hacer frente a los enfrentamientos internos así como injerencia foránea en el país norteafricano.
En segundo lugar, es preciso luchar contra cualquier tipo de extremismo, puesto que Egipto ha tenido una identidad árabe-islámica y la tolerancia y moderación son características de esa nación, incluso ha sido testigo de convivencia duradera y pacífica. Entonces, frenar el extremismo ya sea religioso o no religioso es considerado la tarea fundamental de las autoridades de El Cairo.