"Yo caminaba muy cerca de ahí, fue como ver una película cuando al menos
seis personas fueron levantadas y expulsadas por la fuerza de la
explosión"
Roberto
Empleado de Pemex y testigo
La explosión del edificio B2, a escasos metros de la Torre Ejecutiva,
ocurre en un ambiente de incertidumbre y escándalos de corrupción que
dejan al descubierto historias de sobornos que involucran a la empresa
Siemens y Pemex
En medio de la cloaca que se destapó por la corrupción en Petróleos
Mexicanos (Pemex) durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, una
fuerte explosión en la Torre Ejecutiva del Distrito Federal, ocasionó la
muerte de 25 personas y 101 heridos, según la cifra oficial.
Pasadas
las 11 de la noche, el Secretario de Gobernación Miguel Osorio Chong
expresó, en conferencia de prensa, su “profundo dolor” por la pérdida
de vidas humanas tras ocurrido ayer en la tarde en el edificio
administrativo de las oficinas de Pemex.
De las personas muertas, 17
son mujeres y ocho son hombres. Precisó que del total de heridos, 46
siguen en centros de salud y hospitales. Y prosiguió a leer la lista de
los lesionados y del lugar donde se encuentra cada uno.
Aclaró
también que no se tiene información que indique que existen más personas
atrapadas entre los escombros. Donde tuvo lugar la explosión alrededor
de las 15:40 horas en el edificio anexo B2.
Custodia Marina morgueDesde
ayer las oficinas de Pemex se convirtieron en una gran morgue
custodiada por personal de la Marina Armada de México debido al número
de víctimas que perdieron la vida por la explosión o sufrieron
desprendimiento o perforación de órganos, así como por aplastamiento por
las columnas que se colapsaron en el edificio.
“El gobierno federal
tiene el control de la situación, nosotros ya no podemos hablar y
salimos de la zona”, comentó una fuente de la administración capitalina.
Es
la primera tragedia de este tipo que enfrentan desde que asumieron el
cargo el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto; y el jefe de
gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa.
Y aunque desde el momento de
la tragedia Peña Nieto hizo un llamado a través de los medios de
comunicación para evitar cualquier tipo de especulaciones, la teoría de
un ataque premeditado a las instalaciones de Pemex comenzó a correr.
“No queremos que esto dé motivos a especulaciones de posibles razones sobre este percance”, comentó a su salida.
Pero
la explosión del edificio B2, a escasos metros de la Torre Ejecutiva,
ocurre en un ambiente de incertidumbre y escándalos de corrupción que
dejan al descubierto historias de sobornos que involucran a la empresa
Siemens y Pemex.
Otros hablan de repercusiones por cambios venideros
en el poderoso sindicato de Trabajadores de Pemex que lidera Carlos
Romero Deschamps.
Previsión también en la Cámara Pese
el llamado a la mesura, pero con la idea de un posible atentado en la
mente, la Cámara de Diputados fue intensamente revisada por el personal
de la Dirección General de Seguridad y Resguardo del recinto, en
colaboración con la Policía Federal.
El “Plan Rojo” se activó, por
eso se revisaron subestaciones eléctricas, tomas de gas y otros puntos
vulnerables del recinto de San Lázaro.
Lo que ayer ocurrió en Pemex
de Marina Nacional puso en jaque al gobierno federal y local, quienes
improvisaron una morgue en su interior para facilitar la atención e
identificación de cadáveres.
“Como ver una película” Eran
alrededor de las 15:40 del jueves cuando el estallido en el edificio
B2, localizado en la parte trasera de la Torre Ejecutiva, provocó que la
construcción de planta baja y mezzanine se desplomaran, dejando a
cientos de empleados atrapados.
“Yo caminaba muy cerca de ahí, fue
como ver una película cuando al menos seis personas fueron levantadas y
expulsadas por la fuerza de la explosión”, relata Roberto, uno de los
empleados de Pemex que presenció los hechos.
Una gigantesca nube de polvo fue lo que alcanzaron a observar el resto de los empleados que se encontraban en la hora de comida.
Después
del estruendo, de entre los escombros surgió un hombre joven que
gritaba desesperado desde el área de mezzanine “ayuda, ayúdenme hay
muchos aquí atrapados”.
“Muchos corrimos a esa zona, no sabíamos qué
había pasado, solo sentimos la sacudida, después la nube de polvo y los
gritos de ayuda, pero de pronto se escucho otro sonido, como si el
edificio tronara o se fuera a caer, luego otro ruido más fuerte, todos
corrimos y nos alejaron del B2”, detalla.
En esos segundos de confusión la gente corría asustada: “Explotó una bomba”, gritaron algunos.
Segundos
después del aturdimiento sacó su teléfono celular y comenzó a grabar lo
que ocurrió en el edificio B2, donde a esa hora, según explica, está
ocupado por personal en su mayoría sindicalizado, ya que en esa zona se
encontraban al menos cinco relojes checadores y desde las 15:45 hasta
las 16 horas los empleados dejan constancia de su salida.
Roberto
explica y hace hincapié en que justo a esa hora hay una gran afluencia
de personal porque ahí están los checadores, además de las dos pequeñas
sucursales bancarias de Banorte y Bancomer, donde el personal acude a
realizar sus trámites bancarios y utiliza los cajeros automáticos. Era
día de quincena.
Después de la explosión toda esa zona quedó
destrozada. La explosión fue de tal magnitud en el edificio B2 que
impactó directamente el patio sur y los bancos.
Algunos de los
heridos fueron ingresados inmediatamente a la clínica que se localiza
ahí mismo, al interior del complejo, pero al paso de los minutos y
percatarse de la dimensión de los hechos, la única ambulancia que está
de manera permanente en Pemex, resultó insuficiente.
Entonces
comenzaron a llegar ambulancias de Cruz Roja, Protección Civil, perros
entrenados en búsqueda, Protección Civil y más tarde, cuando se supo que
había empleados atrapados, el grupo de rescate Topos México. La
tragedia se observaba mayúscula.
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