Agua robada por Israel, agua contaminada para Gaza 1
El 95% del agua de Gaza está contaminada. Israel, con el bombeo de agua,
sustrae a la Franja cerca de 12 millones de metros cúbicos al año
Tomado de rebelion
Isabel Pérez
Diagonal
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 95% del agua de la
Franja de Gaza es agua no potable. Esto es debido al alto porcentaje de
nitratos y cloruro que se acumulan en su único acuífero costero. El
problema es aún más grave, ya que Israel no duda en abastecerse de agua
proveniente de las zonas altas de Cisjordania, que deberían alimentar de
forma natural dicho acuífero. Además, Israel, que mantiene un férreo
bloqueo sobre la Franja de Gaza, ha excavado 26 pozos a lo largo de la
línea verde a través de los cuales bombea y roba agua perteneciente a la
Franja.
El profesor Akram Al Hallaq, jefe del departamento de Geografía de la
Universidad de Al Aqsa en Gaza, explica que el problema estriba en el
consumo, que es cada vez mayor debido a la explosión demográfica, y a la
alta dependencia que existe para la irrigación en la agricultura,
principal sector económico de la Franja de Gaza.
“Piratería israelí del agua” Pero Al Hallaq insiste en que la “piratería
israelí del agua”, como él la llama, es una razón de mayor peso. “Los
israelíes han construido en la línea verde –frontera que separa la
Franja de Gaza de los territorios ocupados, establecida en 1949 tras el
armisticio árabe-israelí– una serie de pozos que bombean agua durante 18
horas cada día, es decir, anualmente roban 12 millones de metros cúbicos
de agua a la Franja de Gaza”.
Si como cuenta el profesor Akram, en cada acuífero existe lo que se
denomina equilibrio del agua, esto es que la cantidad de agua que entra
al acuífero debe ser igual o mayor que el consumo, tal equilibrio no
existe en la Franja de Gaza, donde el acuífero está poco a poco
agotándose y contaminándose de nitrato y cloruro.
El cloruro proviene de la infiltración del agua del mar en el acuífero,
y el nitrato de los productos químicos utilizados en la agricultura.
También ha influido en este proceso de contaminación el que durante
muchos años la Franja no haya contado con una red de agua usada. Los
gazatíes excavaban agujeros profundos en los que depositaban el agua
residual, que se filtra con mucha facilidad debido a la permeabilidad de
la tierra.
La solución natural sería que fuese rellenándose dicho acuífero con agua
de lluvia o agua proveniente de las zonas altas del valle de Gaza. Sin
embargo, Israel ha construido barreras y presas a lo largo de dicho
valle, situado en su mayor parte en los territorios ocupados, y el agua
queda así atrapada tras esos muros, sin cruzar la línea verde. Antaño,
dicho valle se inundaba de agua, hasta los cinco metros de altura, y
anegaba la carretera que existe entre la ciudad de Gaza y la ciudad de
Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza. Actualmente, el valle está
totalmente seco.
Sobrevivir sin agua potable La única fuente de agua en la Franja de Gaza
es su acuífero costero, que hoy en día tiene el 95% de su agua
contaminada, no apta para el consumo humano, según estándares de la
Organización Mundial de la Salud. Con una de las mayores densidades de
población de todo el mundo, los habitantes de la Franja poseen una de
las peores aguas del planeta.
Datos recogidos por la Dirección de Municipalidades Costeras de Gaza
apuntan que existe un déficit anual de cien millones de metros cúbicos
de agua. “Desde el inicio del bloqueo –cuenta Munder Shublaq, director
de la Dirección de Municipalidades Costeras– hemos implantando algunas
soluciones, como excavar unos pocos pozos. Son analgésicos, no son
soluciones a estos problemas. Hemos hecho también pequeñas estaciones de
reciclaje y de desalinización en las zonas más afectadas. Creo que estas
soluciones sólo están aplazando lo que Naciones Unidas pronosticó hace
tiempo: que Gaza será un lugar inhabitable en el año 2016”, señala
Shublaq.
Además, debido a la situación política de la Franja de Gaza, el bloqueo
israelí, el desacuerdo interno y la baja economía, es muy difícil que un
proveedor de servicio de agua pueda poner en marcha soluciones
sostenibles. “Supongamos que tenemos el dinero –explica Munder Shublaq–
pero, debido a los obstáculos, al bloqueo israelí sobre la Franja de
Gaza, el trabajo de hacer entrar los materiales necesarios para
construir estos proyectos es casi imposible”. Las instalaciones de
desalinizadoras de agua hacen una labor importante, pero no lo
suficientemente buena, y dan como resultado un agua potable con un tanto
por ciento de sal. La tecnología no se ha renovado hace tiempo, como
tampoco se ha renovado su maquinaria. Camiones cisterna de agua
desalinizada circulan continuamente por la Franja vendiendo los cien
litros a 20 shekel (un litro cuesta 0,05 euros). Es la opción más
económica, aunque no la más saludable.
El consumo humano de agua se suple también con la importación de agua
embotellada proveniente de países como Egipto, Turquía e Israel. El
precio de una botella de dos litros de agua mineral importada es de tres
shekel (0,6 euros) y es, sin duda, la mejor opción para la salud, sobre
todo para los recién nacidos y los ancianos, pero también la más costosa
y la menos popular.
El problema del agua no sólo se sufre en los hogares, también se siente
en el campo. La única zona de la Franja de Gaza donde el agua es todavía
óptima para la agricultura es en Beit Lahiya, conocida por sus campos de
fresas. Sin embargo, en el resto de la Franja, los agricultores ven cómo
sus cultivos se secan debido a las grandes cantidades de sal que
contiene el agua. Sandías, espinacas, rúcula, perejil, cilantro, etc.
Muchos agricultores gazatíes han tenido que dejar de plantar estos
cultivos que sólo les daban pérdidas.
Fuente original:
http://www.diagonalperiodico.net/global/agua-robada-por-israel-agua-contaminada-para-gaza.html
El 95% del agua de Gaza está contaminada. Israel, con el bombeo de agua,
sustrae a la Franja cerca de 12 millones de metros cúbicos al año
Tomado de rebelion
Isabel Pérez
Diagonal
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 95% del agua de la
Franja de Gaza es agua no potable. Esto es debido al alto porcentaje de
nitratos y cloruro que se acumulan en su único acuífero costero. El
problema es aún más grave, ya que Israel no duda en abastecerse de agua
proveniente de las zonas altas de Cisjordania, que deberían alimentar de
forma natural dicho acuífero. Además, Israel, que mantiene un férreo
bloqueo sobre la Franja de Gaza, ha excavado 26 pozos a lo largo de la
línea verde a través de los cuales bombea y roba agua perteneciente a la
Franja.
El profesor Akram Al Hallaq, jefe del departamento de Geografía de la
Universidad de Al Aqsa en Gaza, explica que el problema estriba en el
consumo, que es cada vez mayor debido a la explosión demográfica, y a la
alta dependencia que existe para la irrigación en la agricultura,
principal sector económico de la Franja de Gaza.
“Piratería israelí del agua” Pero Al Hallaq insiste en que la “piratería
israelí del agua”, como él la llama, es una razón de mayor peso. “Los
israelíes han construido en la línea verde –frontera que separa la
Franja de Gaza de los territorios ocupados, establecida en 1949 tras el
armisticio árabe-israelí– una serie de pozos que bombean agua durante 18
horas cada día, es decir, anualmente roban 12 millones de metros cúbicos
de agua a la Franja de Gaza”.
Si como cuenta el profesor Akram, en cada acuífero existe lo que se
denomina equilibrio del agua, esto es que la cantidad de agua que entra
al acuífero debe ser igual o mayor que el consumo, tal equilibrio no
existe en la Franja de Gaza, donde el acuífero está poco a poco
agotándose y contaminándose de nitrato y cloruro.
El cloruro proviene de la infiltración del agua del mar en el acuífero,
y el nitrato de los productos químicos utilizados en la agricultura.
También ha influido en este proceso de contaminación el que durante
muchos años la Franja no haya contado con una red de agua usada. Los
gazatíes excavaban agujeros profundos en los que depositaban el agua
residual, que se filtra con mucha facilidad debido a la permeabilidad de
la tierra.
La solución natural sería que fuese rellenándose dicho acuífero con agua
de lluvia o agua proveniente de las zonas altas del valle de Gaza. Sin
embargo, Israel ha construido barreras y presas a lo largo de dicho
valle, situado en su mayor parte en los territorios ocupados, y el agua
queda así atrapada tras esos muros, sin cruzar la línea verde. Antaño,
dicho valle se inundaba de agua, hasta los cinco metros de altura, y
anegaba la carretera que existe entre la ciudad de Gaza y la ciudad de
Jan Yunis, al sur de la Franja de Gaza. Actualmente, el valle está
totalmente seco.
Sobrevivir sin agua potable La única fuente de agua en la Franja de Gaza
es su acuífero costero, que hoy en día tiene el 95% de su agua
contaminada, no apta para el consumo humano, según estándares de la
Organización Mundial de la Salud. Con una de las mayores densidades de
población de todo el mundo, los habitantes de la Franja poseen una de
las peores aguas del planeta.
Datos recogidos por la Dirección de Municipalidades Costeras de Gaza
apuntan que existe un déficit anual de cien millones de metros cúbicos
de agua. “Desde el inicio del bloqueo –cuenta Munder Shublaq, director
de la Dirección de Municipalidades Costeras– hemos implantando algunas
soluciones, como excavar unos pocos pozos. Son analgésicos, no son
soluciones a estos problemas. Hemos hecho también pequeñas estaciones de
reciclaje y de desalinización en las zonas más afectadas. Creo que estas
soluciones sólo están aplazando lo que Naciones Unidas pronosticó hace
tiempo: que Gaza será un lugar inhabitable en el año 2016”, señala
Shublaq.
Además, debido a la situación política de la Franja de Gaza, el bloqueo
israelí, el desacuerdo interno y la baja economía, es muy difícil que un
proveedor de servicio de agua pueda poner en marcha soluciones
sostenibles. “Supongamos que tenemos el dinero –explica Munder Shublaq–
pero, debido a los obstáculos, al bloqueo israelí sobre la Franja de
Gaza, el trabajo de hacer entrar los materiales necesarios para
construir estos proyectos es casi imposible”. Las instalaciones de
desalinizadoras de agua hacen una labor importante, pero no lo
suficientemente buena, y dan como resultado un agua potable con un tanto
por ciento de sal. La tecnología no se ha renovado hace tiempo, como
tampoco se ha renovado su maquinaria. Camiones cisterna de agua
desalinizada circulan continuamente por la Franja vendiendo los cien
litros a 20 shekel (un litro cuesta 0,05 euros). Es la opción más
económica, aunque no la más saludable.
El consumo humano de agua se suple también con la importación de agua
embotellada proveniente de países como Egipto, Turquía e Israel. El
precio de una botella de dos litros de agua mineral importada es de tres
shekel (0,6 euros) y es, sin duda, la mejor opción para la salud, sobre
todo para los recién nacidos y los ancianos, pero también la más costosa
y la menos popular.
El problema del agua no sólo se sufre en los hogares, también se siente
en el campo. La única zona de la Franja de Gaza donde el agua es todavía
óptima para la agricultura es en Beit Lahiya, conocida por sus campos de
fresas. Sin embargo, en el resto de la Franja, los agricultores ven cómo
sus cultivos se secan debido a las grandes cantidades de sal que
contiene el agua. Sandías, espinacas, rúcula, perejil, cilantro, etc.
Muchos agricultores gazatíes han tenido que dejar de plantar estos
cultivos que sólo les daban pérdidas.
Fuente original:
http://www.diagonalperiodico.net/global/agua-robada-por-israel-agua-contaminada-para-gaza.html
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