La verdadera historia detrás del ingreso de Slim a YPF
El empresario se quedó con el 8,4% de la petrolera, porque aportó fondos al pool de bancos que en su momento le prestaron a los Esquenazi para entrar a YPF. Ante el default de esos créditos decidió quedarse con las acciones. Hace tres años que el dueño de Telmex quería entrar a la compañia. El gobierno intentó presentarlo como una "compra" del capital multinacional.
La Politica Online | 14.06.2012 19:18:00
El flamante CEO de YPF, Miguel Galuccio, lanzó hoy un operativo de prensa para presentar el ingreso del multimillonario méxicano Carlos Slim a la petrolera, como un aval del capitalismo multinacional a la compañía recientemente expropiada.
Galuccio difundió un comunicado en el que celebró que "el empresario méxicano más importante del mundo" haya "comprado" el 8,4 por ciento de las acciones de YPF, "iniciando una inversión de largo plazo en una de las empresas más relevantes del sector hidrocarburífero en América Latina".
“La incorporación del empresario mexicano al paquete accionario de la empresa es una clara señal al mercado financiero internacional”, se entusiasmó el CEO designado por Cristina Kirchner, quien agregó que la noticia revela "una gran muestra de confianza en la Argentina y en el nuevo proyecto de la compañía”.
La verdad de la operación es un poco más modesta o si se quiere, menos entusiasta. Fuentes cercanas a Slim confirmaron a La Política Online que el empresario había aportado fondos al pool de bancvos que en su momento prestó a la familia Esquenazi el dinero necesario para ampliar su tenencia accionaria hasta casi el 25 por ciento de la petrolera.
Luego ante el default de estos prestamos, Slim no hizo otra cosa que ejecutar sus garantías y quedarse con la correspondiente tenencia accionaria, que le permite apropiarse de 32,9 millones de acciones clase D de la petrolera expropiada a Repsol, según se consigna en la página web de la Securities Exchange Commission (SEC).
La gestión de Galuccio intentó transformar esta situación en un golpe de efecto a horas de que la presidenta Cristina Kirchner se reúne en Manhattan con empresarios petroleros para intentar que inviertan en YPF, que necesita miles de millones de dólares para explotar los megayacimientos de Vaca Muerta.
Fue así que YPF habló de una "compra" de Slim por u$s 300 millones, cuando en rigor se trataría de los fondos que en su momento prestó y ahora capitaliza. La cifra de la supuesta compra se elaboró mediante el rudimentario mecanismo de multiplicar el valor actual de la acción por la tenencia que finalmente se quedó Slim.
Esto sin embargo, no obsta que el hombre sindicado como el más rico del mundo, está interesado en la petrolera. "Hace tres años que Slim quiere entrar en YPF", señalaron las fuentes a LPO.
Slim tiene línea directa con la propia Cristina Kirchner y uno de sus hombres de mayor confianza es el mítimo dirigente peronista Juan Manuel Abal Medina, fundador de los servicios de inteligencia del PRI y padre del actual jefe de Gabinete.
"No sería extraño que Slim tuviera algún indicio que la historia de YPF podía terminar como terminó y que les haya prestado a los Esquenazi con la idea de entrar en la compañia en el mediano plazo", agregaron las fuentes.
Como sea, el ingreso del dueño de Telmex no deja de ser una buena noticia para la gestión de Galuccio y el propio Gobierno, que está muy interesado en mostrar su voluntad de abrir la compañìa al capital internacional y alejarse de la estigmatización de "chavismo" que intenta imprimirle Repsol.
De hecho, el mercado reaccionó de manera positiva ante la noticia. La acción de YPF subió un 2,7% en la Bolsa porteña y un 1,9% en Wall Street. Luego de conocida la operación, tras el cierre del mercado, el papel se disparó un 8 por ciento.
Slim incursionó el año pasado en el negocio petrolero, cuando con su conglomerado industrial Grupo Carso, compró una participación del 70% en Tabasco Oil Company (TOC), firma que actualmente cuenta con una concesión para explorar y producir hidrocarburos en Colombia.
Galuccio difundió un comunicado en el que celebró que "el empresario méxicano más importante del mundo" haya "comprado" el 8,4 por ciento de las acciones de YPF, "iniciando una inversión de largo plazo en una de las empresas más relevantes del sector hidrocarburífero en América Latina".
“La incorporación del empresario mexicano al paquete accionario de la empresa es una clara señal al mercado financiero internacional”, se entusiasmó el CEO designado por Cristina Kirchner, quien agregó que la noticia revela "una gran muestra de confianza en la Argentina y en el nuevo proyecto de la compañía”.
La verdad de la operación es un poco más modesta o si se quiere, menos entusiasta. Fuentes cercanas a Slim confirmaron a La Política Online que el empresario había aportado fondos al pool de bancvos que en su momento prestó a la familia Esquenazi el dinero necesario para ampliar su tenencia accionaria hasta casi el 25 por ciento de la petrolera.
Luego ante el default de estos prestamos, Slim no hizo otra cosa que ejecutar sus garantías y quedarse con la correspondiente tenencia accionaria, que le permite apropiarse de 32,9 millones de acciones clase D de la petrolera expropiada a Repsol, según se consigna en la página web de la Securities Exchange Commission (SEC).
La gestión de Galuccio intentó transformar esta situación en un golpe de efecto a horas de que la presidenta Cristina Kirchner se reúne en Manhattan con empresarios petroleros para intentar que inviertan en YPF, que necesita miles de millones de dólares para explotar los megayacimientos de Vaca Muerta.
Fue así que YPF habló de una "compra" de Slim por u$s 300 millones, cuando en rigor se trataría de los fondos que en su momento prestó y ahora capitaliza. La cifra de la supuesta compra se elaboró mediante el rudimentario mecanismo de multiplicar el valor actual de la acción por la tenencia que finalmente se quedó Slim.
Esto sin embargo, no obsta que el hombre sindicado como el más rico del mundo, está interesado en la petrolera. "Hace tres años que Slim quiere entrar en YPF", señalaron las fuentes a LPO.
Slim tiene línea directa con la propia Cristina Kirchner y uno de sus hombres de mayor confianza es el mítimo dirigente peronista Juan Manuel Abal Medina, fundador de los servicios de inteligencia del PRI y padre del actual jefe de Gabinete.
"No sería extraño que Slim tuviera algún indicio que la historia de YPF podía terminar como terminó y que les haya prestado a los Esquenazi con la idea de entrar en la compañia en el mediano plazo", agregaron las fuentes.
Como sea, el ingreso del dueño de Telmex no deja de ser una buena noticia para la gestión de Galuccio y el propio Gobierno, que está muy interesado en mostrar su voluntad de abrir la compañìa al capital internacional y alejarse de la estigmatización de "chavismo" que intenta imprimirle Repsol.
De hecho, el mercado reaccionó de manera positiva ante la noticia. La acción de YPF subió un 2,7% en la Bolsa porteña y un 1,9% en Wall Street. Luego de conocida la operación, tras el cierre del mercado, el papel se disparó un 8 por ciento.
Slim incursionó el año pasado en el negocio petrolero, cuando con su conglomerado industrial Grupo Carso, compró una participación del 70% en Tabasco Oil Company (TOC), firma que actualmente cuenta con una concesión para explorar y producir hidrocarburos en Colombia.
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