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sábado, 1 de febrero de 2014

El ciudadano como ser humano

El ciudadano como ser humano

Allah Todopoderoso creo al hombre, lo honró, lo dignificó y lo hizo libre incondicionalmente

30/04/2012 - Autor: Sr Tijani El Bouji - Fuente: Webislam
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En nuestro mundo árabe o islámico, un ciudadano es ante todo una persona, un ser humano... Es decir que todo ser humano tiene dignidad y valor inherentes, solo por su condición básica de ser humano. No sería justo y tampoco razonable querer hacerle feliz mientras que, en verdad, fingimos querer hacerlo o peor todavía le hacemos daño y maltratamos " su persona".
Allah Todopoderoso creo al hombre, lo honró, lo dignificó y lo hizo libre incondicionalmente: crea, o no en Él, seguirá siendo honrado, digno y libre para su Señor. De este modo, este ser humano es digno y libre, en el sentido de que es capaz de efectuar elecciones, debe ser tratado como fin y no únicamente como mero medio, porque claro está, es una criatura de Allah.
No obstante, este ser humano que sería igual a decir ciudadano ha sido gravemente humillado y ensalzado hasta el punto de haber perdido lo más preciado... su dignidad. Se le arrebató injustamente hasta el más simple de los derechos para una vida digna, segura y feliz por manos de sus gobernantes, que fingen defender la democracia y los derechos humanos. Se le arrebató también de forma injusta su libertad y se le impuso mediante la fuerza lo que ellos (los gobernantes árabes) denominan Ley de emergencia, con el fin de violar sus derechos.
Ha sido humillado, se le negó y prohibió de forma antidemocrática practicar cualquier actividad de tipo político. En caso de que se le permita llevar tal actividad, se le restringe el área política reduciéndola a límites menores y se le traza una línea en rojo que no debe nunca jamás sobrepasar o, de lo contrario, es castigado y tratado como si fuera un animal.
En sociedades como estas, no es de extrañar ver como organizaciones de derechos humanos denuncian ante todo el mundo la existencia de cárceles secretas donde este pobre ser humano es castigado física y moralmente. Una vez en prisión se le priva del más mínimo derecho como prisionero.
Una de las peores humillaciones que ha sufrido este ciudadano es por una parte el haberle negado injustamente a tener o ejercer un trabajo digno que él merecía y bien por su competencia y aptitud y por otra parte no haberle tratado de igual manera que los demás en materia laboral privándole así del derecho a optar a un trabajo digno con el que sobrevivir.
En un país dirigido por corruptos, poseer un título superior o medio no acredita a su poseedor el derecho a tener u optar a un trabajo digno. Se le priva de ese derecho tan fundamental y ni siquiera se menciona su nombre en las instituciones oficiales de su país.
Desgraciadamente estas situaciones tan adversas son las que llevan a algunos, en su mayoría jóvenes, a suicidarse o subirse a una patera, desafiando una muerte segura. Otros intentan sofocar sus angustias y penas mediante el consumo de drogas o alcohol, pero que luego, después de haber consumido todas sus esperanzas, terminan prendiéndose fuego así mismos, poniendo de manifiesto su rechazo y negativa aunque de forma penosa, a que le pisoteen.
Este, sin lugar a dudas, fue el móvil directo que movió y despertó estas revoluciones y manifestaciones. Un estudio realizado por instituciones internacionales revela que la mayoría de los suicidas del mundo árabe son jóvenes de edades que van desde los 18 hasta los 35 años.
No es de extrañar que en sociedades como estas se propaguen sucesos o eventos que van en contra de todo lo humano. Realmente se han perdido valores y con ellos han desaparecido el control social, disciplinario y cultural y todo esto en el nombre de la "modernización" y el "progreso". Es más, en muchas ocasiones hemos visto como se supervisan y se cuidan estos eventos mediante iniciativas respaldadas por instituciones de alto rango y por gente de mucha influencia. En caso de que este ciudadano se oponga expresamente a estos eventos, es puesto entre rejas y castigado terriblemente.
Este ser humano ha sido pisoteado, humillado... se le arrebató la razón que le hace sentirse "humano", perdiendo así el sentido de la vida y el fin de su creación. Ha sido humillado, extraviado e infravalorado, unas veces en el nombre de la religión (oficial) y otras en el nombre de la modernización.
No obstante, este ciudadano siente la necesidad y la obligación de decir "¡basta ya!" y rebelarse, abriendo así camino hacia su dignidad y libertad, aunque ello le cueste su propia vida, dado que la vida no tiene sentido alguno sin razones que le hagan alcanzar su verdadero significado. Así pues, este ciudadano salió valiente y dignamente a reivindicar sus derechos bajo el lema de Dignidad, Libertad.... y el resto está por venir.

El  Sr. Tijani El Bouji; Licenciado en Teología Islámica y Ciencias Políticas y del Derecho


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