El préstamo con usura en el cristianismo
Desde hace miles de años, las distintas religiones se han ocupado de la práctica de la usura, en general con grandes críticas hacia la misma. Así mismo, son numerosos los filósofos de Occidente que condenaron la usura, entre los que cabe citar a Platón, Aristóteles, Catón, Cicerón, Séneca y Plutarco.
La Iglesia Católica prohibió en el Concilio de Nicea I el cobro de intereses al clero basándose tanto en los decretos del Antiguo testamento (Exodo, XXII, 24; Levítico, XXV, 35-37; Deuteronomio, XXIII, 20; Salmo XV) como una referencia a la usura en el Nuevo testamento (Lucas, VI, 36-38).
En Lucas 6:34 y 35 leemos: También, si prestan (sin intereses) a aquellos de quienes esperan recibir ¿De qué mérito les es? Hasta los pecadores prestan (sin intereses) a los pecadores para que se les devuelva otro tanto.
35. Al contrario, continúen amando a sus enemigos y haciendo bien y prestando (sin intereses) sin esperar que se les devuelva nada.
Mientras Calvino dice: Cristo corrige la viciosa costumbre mundana de prestar dinero solamente a quienes pueden devolverlo y nos urge, en cambio, a prestar a quienes no esperamos que puedan devolvérnoslo en absoluto. Ahora estamos acostumbrados a prestar cuando éste esté seguro, pero nosotros deberíamos ayudar a los pobres, aquellos en los que nuestro dinero estará en peligro. Porque las palabras de Cristo enfatizan mucho más el que recordemos a los pobres que el que recordemos a los ricos. No obstante, no necesitamos concluir que toda la usura está prohibida. En otras palabras: “Sí, desde luego, la mayoría de nuestros préstamos deben ir a los pobres, sin esperanza de que nos lo devuelvan, Lo que estoy diciendo es que los préstamos con intereses a los ricos no están completamente prohibidos. Son la excepción a la regla, pero una excepción permisible.”
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Es muy necesario observar que todo el párrafo de Lucas 6:34 y 35 está hablando de prestar a quien te lo puede devolver y prestar a quien posiblemente no te lo podrá devolver.
En ambos casos, conforme a Lucas 6:34 y 35, nada tiene que ver con la usura, muy al contrario, en todo momento se hace énfasis en el préstamo sin usura en ambos casos.
Sorprendentemente, la conclusión de Calvino, saltando por encima de las palabras de Cristo, es que: NO TODA LA USURA ESTA PROHIBIDA.
Debemos entender que el contexto en el que esto se escribe es el de una sociedad donde la práctica de la usura es algo exclusivo de los judíos, algo por lo que son odiados por toda la población. Aceptar la usura, aun en una mínima porción, supone transgredir el principio de “no convertir el dinero en una mercancía”. Una vez transgredido ese principio, el debate se desplazará engañosamente a una cuestión no cualitativa, sino cuantitativa “¿De qué porcentajes estamos hablando?” Cuando, en realidad lo que hemos hecho ha sido legalizar las bases de un nuevo sistema. Como diría Marx: “Del paso de la sociedad feudal a la sociedad burguesa”.
De aquellos polvos, estos lodos. La constatación del caos generalizado y del saqueo brutal al que ese sistema usurero ha dado lugar sería la mejor prueba de que abrir la puerta a la usura es totalmente contrario a los intereses de la humanidad. Los mandatos divinos en el último de los mensajes revelados no hacen sino confirmar lo establecido en los dos Testamentos:
2:275 Aquellos que comen de la usura no se levantarán sino como se levanta quien ha sido tocado de locura por Satanás y no puede mantener su equilibrio, por haber dicho: “Ciertamente, la venta es igual que la usura” cuando Dios ha hecho lícita la venta y ha prohibido la usura.
2:276 Dios incrementa la caridad y destruye la usura. Dios no ama a quien es incrédulo y pecador.
2:278 ¡Oh los que creéis! Temed desagradar a Dios y renunciar a los beneficios de la usura restantes (practicados antes de la revelación coránica), si es que sois creyentes.
3:130 ¡Oh los que creéis! ¡No os alimentéis de la usura, doblando una y otra vez vuestros capitales! ¡Temed a Dios! Quizás así tengáis éxito.
4:161 ..y por practicar la usura, que les había sido prohibida, y por comerse las riquezas de la gente sin derecho.
30:39 Y lo que dais con usura, para obtener beneficios de los bienes de la gente, no obtendrá beneficios ante Dios, pero la limosna purificadora de la riqueza (zakat) que dais buscando agradar a Dios, eso os será multiplicado.
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